10 de abril.
7:49 am.De regreso...
Mi primera vez entre los brazos de Sasuke fue demasiado apasionada, y las siguientes no tuvieron nada que envidiarle a la primera, sino que cada vez que estábamos juntos, acabábamos enredados en una ola de placer. Era como si un torbellino de deseo se apoderara de nosotros ante el más mínimo roce de nuestras pieles. Parecíamos dos adolescentes despreocupados, que recién descubrían su sexualidad. Nada más lejos de la realidad, sin embargo.
Sasuke no tenía en sí nada del descontrol adolescente, sino que era un hombre ducho en demasía en el arte de darle placer a una mujer, y mi cuerpo le agradecía infinitamente eso. Sus besos hacían que me derritiera en su boca, sus movimientos eran fuertes y posesivos; su cuerpo, firme y varonil, y su manos eran las que me dominaban por completo a pesar de mis fallidos intentos de llevar el control.
De cierta forma, yo estaba acostumbrada a llevar las riendas de la relación y a dominar en el sexo. Después de todo, el mismísimo Kakashi había sido mi primer amante y su fama de rompecorazones no era una falsa propaganda, sino que era extremadamente bueno en la cama. Él había hecho de mí una mujer que conocía demasiado bien todos los secretos del cuerpo de mi amante y con el poder para lograr que un hombre desfalleciera entre mis brazos. Pero Sasuke era tanto diferente, como igual a Kakashi en demasiados sentidos. Odiaba hacer una comparación entre los dos en mi mente, pero era imposible no recordar lo demandantes que eran ambos en la cama y lo entregados que estaban a proporcionarme el placer que mi cuerpo añoraba. De cualquier forma, algo estaba claro: ambos representaban puntos claves y experiencias únicas en mi vida.
—Tenemos que levantarnos —le dije mientras me acomodaba en su definido torso mientras pasaba mi mano por sus duros abdominales. Ambos estábamos desnudos sobre la cama del chico luego de disfrutar de una noche casi completa de hacer el amor de las formas más intensas posible.
—¿Quieres hacerlo? —me preguntó con un tono picaresco y una sonrisa tenue que hacía que sus casi imperceptibles hoyuelos aparecieran a ambos lados de sus finos labios.
—Por supuesto que no —suspiré resignada aunque sonriendo, e intenté ponerme en pie—, pero hay que levantarse —dije.
Antes de que pudiera reincorporarme para vestirme, Sasuke me tomó de la cintura y me lanzó con fuerza en la cama nuevamente, asentando todo el peso de su cuerpo desnudo sobre mí como para que no intentara desafiarlo otra vez y dejar bien claro quién mandaba sobre aquel manojo de sábanas negras estrujadas.
—No quiero que me dejes todavía —me decía mientras besaba mis pechos desnudos y acariciaba mi rostro. Su masculinidad volvía a estar erecto ante el roce de mi piel y, aunque sabía que debía volver a mi alcoba y trabajar en mis técnicas y mi recuperación completa, era imposible resistirme a él. Su cabello negro haciéndome cosquillas en la barbilla y sus manos jugueteando con mis labios... Era jodidamente imposible resistirse a él.
Me dejé llevar por sus caricias y terminamos consumidos por el placer nuevamente. Casi una hora después, el chico se dejó caer jadeante sobre mi pecho mientras mis piernas temblaban del placer y mis ojos miraban desenfocados al techo. Jamás me iba a cansar de aquella sensación de éxtasis en la que Sasuke me sumía.
—Quiero estar... así... contigo... la vida entera... —me habló Sasuke con sus ojos aún cerrados y el aliento cortado por el éxtasis. El sudor bañaba ni piel y el latir acelerado de mi corazón se sincroniza a con el suyo.
Mi ego se elevó por las nubes al escucharlo y la satisfacción de sentirlo mío corrió por todas mis venas mientras que una sonrisa se avistaba en mí. Tomé su rostro entre mis manos y lo observé tan detenidamente como para grabarlo en mi memoria. Su expresión era digna de guardarla en mi recuerdo para siempre. Sus labios estaban hinchados y enrojecidos por mis besos y las gotas de sudor que caían en su rostro hacían que los más rebeldes mechones de su alborotada cabellera azabache delinearan su complacida expresión. Sus ojos negros estaban extasiados y se enfocaban únicamente en mis vibrantes ojos verdes.
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REDENCIÓN (✔️) (Segundo Libro de la Trilogía Renacer)
Fanfiction"Pronto, mi pequeña tatarigami. Pronto será tiempo de que se libere a la madre del chakra..." Sakura Haruno es, aparentemente, una chica de cabello rosa y ojos verdes con una voluntad indomable que ha sido asignada al Equipo 7, con Naruto Uzumaki y...