REDENCIÓN (✔️) (Segundo Libro de la Trilogía Renacer)

El Diablo en los Detalles

12 de abril.
1:13 am.

En mi celda...

Tan pronto como Tsunade se cercioró que todo estaba en orden conmigo, quedé bajo la completa jurisdicción de Danzo. No había nada que ella pudiera hacer al respecto, sin embargo, yo tampoco quería que hiciera nada. Sentía como si mi castigo por la ilusión de regresar con Sasuke era cualquier juego barato que se trajera Danzo entre manos. Con suerte, acabaría pronto... O quizás, la suerte sería que no acabará nunca. Desde ese día, estoy encerrada en una habitación que más parece una celda de contención, que una alcoba, y lo que resulta más gracioso e irónico es que, estando junto a Sasuke, me sentía mucho más cómoda que en la Aldea que siempre había sido mi hogar.

Los días se pasaban largos y tediosos. Hubo un momento en el que perdí la cuenta de las jornadas que llevaba en aquella celda y no sabía si era de noche o de día afuera. Luego, cuando Danzo comenzó diariamente con sus interrogatorios sobre mis meses con el Uchiha, comencé una cuenta para saber los días que llevaba en aquel calabozo.

—El señor Shimura está preparado para recibirla ahora —dijo una mujer que entró en mi habitación. Regularmente, cada día a las tres de la tarde, aquella mujer de rostro aparentemente amable y cabello rubio, me dirigía a la sala de interrogatorio donde el autoritario Danzo me cuestionaba acerca de Sasuke y, a veces, sobre el mismísimo Kakashi.

Cada día eran las mismas preguntas y cada día, él recibía las mismas respuestas. Ayer, sin embargo, yo fui la que conocí una terrible revelación de su propia boca.

—¿Cómo describirías tu relación con Kakashi Hatake? —comenzaba el hombre con su interrogantes cada tarde. Estabamos sentados en escuetas sillas de hierro con una mesa entre nosotros.

—Como compañeros de equipo —mentía yo.

—¿A qué nivel ha dominado el sharingan de su ojo? —continuaba.

—-A un nivel regular —decía yo mientras desviaba la mirada sin dar detalle alguno.

—¿Cómo describirías tu relación con Sasuke Uchiha? —seguía cuestionando el hombre.

—No hay una relación entre Sasuke Uchiha y yo —respondí sin ninguna emoción en mi rostro.

—¿Quiénes son sus aliados? —preguntó nuevamente.

—No sé —respondí haciendo un gesto de completa ingenuidad.

—¿Dónde está Itachi Uchiha? —continuó presionando. No se desesperaba a pesar de todas mis constantes negativas. Yo por otro lado, estaba a punto de perder mi paciencia.

—No tengo idea —hablé cruzando los brazos sobre la mesa. Mis manos estaban esposadas a los barrotes de metal a ambos lados de la escueta mesa.

—¿Cómo venció Sasuke Uchiha a Orochimaru? —preguntó tomando un sorbo de agua.

—¿Como se supone que sepa eso? —hablé con un tono algo irónico—. Estaba inconsciente cuando eso sucedió.

—¿Qué sabes del sharingan de los Uchihas? —continuó con un tono invariable que ya hacía que la sangre me hirviera. Estaba cansada de todas sus gravísimas acusaciones y de la interminable encuesta.

—Me compadezco de usted, Danzo... —exploté toda mi frustración interna incapaz de continuar con aquella farsa.

Él sabía que jamás podría quebrarme para hacerme hablar de Sasuke, así que su juego iba enfocado en desesperarme. Lo estaba logrando, desgraciadamente.

—¿Perdón? —habló el hombre con una expresión de falso asombro en el rostro que me molestó incluso más.

—Es hasta lastimoso ver como ansía algo que jamás podrá tener —hablé yo apoyando mi espalda en la silla y mirando fijamente al anciano hombre con determinación. Su rostro se opacó un poco por mis acusaciones, pero aún así tenía curiosidad por mis palabras.