REDENCIÓN (✔️) (Segundo Libro de la Trilogía Renacer)

Golpes de Realidad

7 de febrero.
5: 36 pm.

Junto al estanque...

Ha pasado mucho más de una semana desde que Suigetsu y Sasuke pusieron en práctica la extraña teoría de sumergirme en un estanque de agua cargada de chakra para hacer que mis piernas se fortalecieran, cosa que funcionó de maravilla.

A los tres días del comienzo del tratamiento, ya podía sostener mi cuerpo y una semana después, podía incluso correr. De igual forma, tal y como Karin lo había dicho, sentía como mi energía vital regresaba a mi organismo y me hacía sentir poderosa otra vez a medida que recuperaba todas mis funciones motoras al cien por ciento de mis capacidades.

—Ya podemos comenzar con el entrenamiento, Sakura —me habló Sasuke mientras la pelirroja le hacía un chequeo general a todo mi cuerpo.

—Todavía estoy débil. Aún no puedo utilizar mi chakra al máximo —dije yo a pesar de que me emocionaba comenzar a trabajar en mi recuperación completa.

—Es mejor si aguardan unas semanas más —replicó Karin inmediatamente con el ceño fruncido. A ella no le hacía mucha gracia el hecho de que yo pasara demasiado tiempo con el chico Uchiha.

Sus celos eran entendibles, si teníamos en cuenta que ella había estado a su lado los últimos tres años y que había sido la primera mujer con la que él había mantenido un contacto sexual. A pesar de esto, Sasuke solo la trataba solo como una chica más y sin ningún interés amoroso.

Juugo se encargó de contarme toda la unipolar historia que tenían el Uchiha y la Uzumaki mientras que me aconsejaba mantenerme lejos de la pelirroja, la cual estaba bastante irritada por mi presencia. A Sasuke no le interesaba para nada lo que su ex pudiera pensar de nuestra relación y la trataba de una forma bastante despótica que incluso hacía que yo me sintiera incómoda cada vez que presenciaba alguna de sus escenas.

—Quizás si esperamos un poco más... —añadí.

—No es necesario —habló Sasuke poniéndose de pie frente a mí con los brazos cruzados sobre su pecho y lanzándome una mirada seria que provocaba mil emociones encontradas en mí—. Karin, dale un poco de tu chakra —le ordenó el chico de los cabellos negros a la pelirroja, que se quedó perpleja ante el pedido del Uchiha.

—No —me negué yo de inmediato.

Ante mis palabras, Karin se estremeció, pero al volver los ojos autoritarios de Sasuke, hizo caso omiso de mis palabras y comenzó a subirse las mangas de su blusa. A medida que desnudaba sus brazos, pude ver como toda su piel estaba cubierta por una gran cantidad de marcas de mordidas. Un escalofrío se apoderó de mí al ver sus enrojecidos brazos mientras imaginaba todo el dolor por el que la chica debió haber pasado.

—Karin puede pasar parte de su chakra a tu cuerpo si muerdes su piel —me explicó el chico mientras ella me brindaba, no de muy buena gana, su mano izquierda.

—¡No voy a morder su mano! —volví a negarme, esta vez un poco más molesta— ¡Ella no es un abastecedor de chakra portatil! ¡Ella es una mujer!

El rostro de la pelirroja se tornó más amable de lo común tan pronto dejé escapar mi efusiva negación. Quizás, nadie nunca la había tratado como algo más que un simple objeto.

Sasuke negó con su rostro dejando escapar un suspiro dándome a entender su molestia. Él ya estaba acostumbrado a que yo le llevara la contraria y en parte, odiaba cada vez que yo salía en defensa de la pelirroja... quizás, porque ella nunca tuvo la delicadeza de hacer lo mismo conmigo.

—Esperaremos a que mi flujo de chakra se estabilice —añadí con más tranquilidad—. Luego, podremos comenzar con el entrenamiento —terminé.

En el camino de vuelta a mi habitación, Sasuke me acompañó en silencio caminando por los oscuros pasillos.