15 de noviembre.
8:02 pmEn mi casa...
Esta mañana, tal y como Tsunade me había dicho ayer, Naruto y yo fuimos citados para la oficina del Hokage. El se encuentraba bastante intranquilo pues no sabía el por qué de la repentina llamada y yo no quise decirle nada, pues sabía que se enfadaría conmigo por guardarle el secreto. Prefería que Tsunade le contara nuestra misión.
—¿Sabes para qué la vieja nos llama tan temprano en la mañana? —comenzó a interrogarme Naruto tan pronto como salimos en dirección al edificio de los Hokage.
—Ni idea, Naruto —mentí encogiéndome de hombros y esquivando sus ojos azules.
—No puedo creer que sea para una misión —refunfuñó—. Acabamos de regresar de una y nuestro líder está en el hospital —dijo.
—Naru, tú sabes que yo puedo liderar misiones. ¿no es cierto? —dije para molestarlo, pinchando su cachete con mi dedo índice y una sonrisa burlona en el rostro—. Yo puedo ser tu sensei —continué.
—¡Ni en broma! ¡Tú no serás mi sensei nunca! Primero muerto... —resoplaba el chico.
Realmente, yo había estado al mando de varias misiones con otros de mis compañeros de la Academia, pero dado el poder de Naruto, dudaba que algún día yo podía ser su superior. Él era un chico extraordinario al que pocos podían controlar o ganarse su respeto y aunque sí contaba con su afecto, lo consideraba un compañero, no un subordinado.
—¿Qué hicieron ustedes dos ahora? —nos preguntó Shikamaru, quien también caminaba en dirección a la oficina del Hokage.
—Salvar a tu cuñado —respondió Naruto, haciendo que el muchacho le estrujara el cabello cuando se separó de nosotros. A decir verdad, el chico Uzumaki ya era más alto que cualquiera de los varones de nuestra edad, pero continuaba siendo ese niño pequeño y respondón que irradiaba inocencia.
Nos detuvimos frente a la puerta de Tsunade cuando dos jounins nos dijeron que esperáramos fuera a que la mujer enviara por nosotros. La sola presencia de aquellos oficiales en la oficina de Tsunade nos dejó saber que alguna reunión con los altos mandos de la Villa se estaba llevando a cabo en aquel lugar.
—¿De verdad no me vas a decir lo que sucede? —me preguntó Naruto. Su mirada cambió y se tornó mucho más seria. Él podía ser un niño inocente o un decidido joven cuando quería sin perder todo ese encanto que lo convertía en Naruto, el Uzumaki de Konoha.
—No quiero decirlo —respondí de forma escueta.
—¿Por qué? —presionó.
—Porque no sé si nos enviarán a esa misión en especifico y no quiero que te ilusiones por algo que tal vez no sucederá —me sinceré.
Sabía que él odiaba tanto a Orochimaru como yo y que habría hecho hasta lo imposible por participar en aquella misión.
—¡Haruno! ¡Uzumaki! ¡Ya pueden pasar! —nos llamó uno de los guardias a la entrada del salón.
Naruto y yo nos miramos y asentimos después a su llamado. Pasé yo primero y él después, y nos descubrimos en medio de una acalorada reunión entre los tres ancianos de Konoha, Tsunade, Shizune, Jiraya y hasta el propio Kakashi que, a duras penas, se mantenía de pie junto a Jiraya.
—¿En serio quieres enviar a estos niños, Tsunade? —le habló la anciana arrugada que esperaba junto a los otros dos viejos: uno que no decía ni media palabra y el imponente Danzo Shimura—. Jamás pensé que tu irresponsabilidad fuera tan grande —sentenció haciendo que la Hokage cerrara su puño y golpeara fuertemente su mesa.
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REDENCIÓN (✔️) (Segundo Libro de la Trilogía Renacer)
Fanfic"Pronto, mi pequeña tatarigami. Pronto será tiempo de que se libere a la madre del chakra..." Sakura Haruno es, aparentemente, una chica de cabello rosa y ojos verdes con una voluntad indomable que ha sido asignada al Equipo 7, con Naruto Uzumaki y...