Él Ha Muerto...

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Junio… 14 de junio…
5: 30 pm apróximadamente… creo.. no sé…

En un lugar que antes reconocía como mi hogar.

—Quiero morir.

Y yo quería morir. Me perdí a mí misma entre toda la sangre en mis manos, entre todos los gritos de terror de mis compatriotas; aquellos que me retenían, sí, pero también aquellos que compartían mis ideales de proteger a nuestro pueblo de amenazas como yo. Al fin y al cabo, eso era todo lo que yo siempre había sido: una bomba de tiempo que explotaría en el momentos menos esperado.

Abracé la idea de mi muerte de buena gana, y acepté ser esposada y tratada como un peligro para la aldea. Me encadenaron y me llevaron a uno de los niveles más seguros dentro de la fortaleza AMBU que esperaba bajo tierra. Allí permanecí sin recibir visitas hasta que se me fue dada la noticia de que mi ejecución había sido fijada para los últimos días del mes de julio. Los días y las noches se pasaban lentos y tediosos y constantemente estaba sumida en una batalla campal con aquella diosa que reinaba en mi cabeza. Por su influencia y mi debilidad, incluso temía dormir, pues tenía miedo de que ella se apoderara de mi cuerpo nuevamente y el caos volviera a reinar.

Luego de mucho luchar contra el sueño, caí rendida una noche hasta que un estruendo en mi celda me despertó. Mis instintos en seguida me hicieron ponerme en guardia, y rápidamente de un salto estuve de pie.

—¡Necesitamos irnos rápido! —me dijo una voz masculina que de inmediato reconocí como la de Neji mientras el chico me tomaba fuertemente de un brazo.

—¿Qué…? ¿Qué haces, Neji? —pregunté aún asombrada por verlo hiendo en mi rescate, aunque la pregunta que realmente quería hacerle era cómo había logrado entrar en aquel cuartel.

—¡Tengo que sacarte de aquí de inmediato, Sakura! —me habló en calidad de orden—. Hokage sama te necesita… —decía él con la respiración agitada y el rostro sudado.

Ante sus palabras, me solté bruscamente de su agarre y, tal como una niña asustadiza del mundo exterior, retrocedí varios pasos y escondí mis manos tras mi espalda.

—¡No! —me negué con el ceño fruncido y los ojos clavados en el suelo. Mi mente estaba recordando lo sucedido la última vez que intenté salir de aquel edificio—. No voy a ningún lado…

—¡Sakura! —gritó el chico de los ojos plateados, y en dos largos pasos estuvo frente a mí tomándome de los hombros— ¡Necesito sacarte de aquí lo antes posible! —habló hincando sus dedos en mi piel y zarandeándome de un lado hacia otro, justo como para que yo saliera del peligroso trance en el que me encontraba.

—No quiero… —intenté negarme nuevamente, pero Neji me interrumpió en un grito.

—¡Konoha está siendo atacada, Sakura! —sus palabras hicieron que me estremeciera y que una parte de mí, que había estado dormida desde el día de la masacre, se agitara—. ¡Akatsuki ha hecho un ataque directo a la Aldea! ¡Tsunade me pidió que te sacara de aquí, porque sin tu ayuda y sin Naruto en Konoha, no creo que podamos sobrevivir! —terminó mostrándome mi uniforme que Sasuke hizo para mí, el cual llevaba escondido en su morral.

Varias preguntas lucharon por escapar de mi boca, y en mi mente se desarrollaba una batalla campal entre dejarme vencer por el egoísmo y quedarme en aquella celda; y pelear por mis ciudad y mi familia.

—¡Sakura, por favor! —me pedía Neji en una súplica. Mirándolo bien, el chico estaba encalmado y su ropa estaba manchada de sangre y tierra, a causa, sin duda, de la batalla que se estaba llevando a cabo sobre nuestras cabezas.

REDENCIÓN (✔️) (Segundo Libro de la Trilogía Renacer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora