Estaciones

Capítulo VI "No sirvo para esto" (otoño)

9 de septiembre del 2019

Bilhal

No soy muy bueno para contar o relatar algo o una historia, así que por favor, tenganme paciencia, aunque yo no me tengo paciencia a mi mismo pero bueno.

¿Qué mierda se supone que debo decir? ¿tal vez empezando con mi nombre? Ay que se yo, ya no quiero decir nada, me aburrí.

Muy bien, haciéndolo simple. Hoy me levante, me pegue con la puerta del baño, tomé desayuno y me fui a la escuela.

Listo, fin de la historia.

Okey, no.

¡Basta renunció!

No puedo con esto.

Siento que he gastado más de 20 hojas tratando de escribir algo o decir una miserable palabra como un simple "Hola, me llamo Bilhal."

Y si, me llamo Bilhal. O cómo me llama mi mamá cuándo esta enojada "Bilhal Joshua Bent."

Mierda, acabó de decir mi nombre completo, ahora me van a poder secuestrar o robar información sobre mí.

Esta bien, ahora si me pongo serio y hago esto bien antes de que me de una crisis existencial por no saber escribir algo de buena manera.

Ahora entiendo porque me va tan mal en lenguaje y comunicación...

"Justifique su respuesta" ¡Dios como odió cuándo sale eso en los exámenes! ¡¿Alguien sabe justificar a la perfección?! Porque yo no. Si alguien sabe, necesito que urgentemente me ayude por favor.

Me desvíe del tema, perdón. Básicamente vivo con mis padres en una casa y fantásticamente puedo decir que tengo la mejor familia del mundo. Mentira, eso no me lo cree ni diosito. Más bien, solía serlo, pero debido a que por el trabajo de mis padres que es una empresa muy conocida acá en New York, obtuvo cientos, e incluso, millones de oportunidades nuevas las cuáles hicieron que la llevaran al éxito, yo cada día recibía menos atención de parte de ellos cómo si la empresa fuera lo más importante para ellos y yo ahora simplemente les valgo. Sinceramente, ni siquiera antes era todo tan perfecto. De vez en cuándo si, pero eso vendría siendo como una vez al mes.

Aunque, gracias a todo ese tiempo el cuál ellos estuvieron demasiado ocupados, yo empecé más o menos a dedicarme a tocar guitarra. Creo que eso fue la única cosa que hizo que yo me mantuviera despreocupado de las cosas de la familia y también de la escuela.

Soy hijo único, por lo cuál no tengo hermanos y tampoco tengo mascotas como para no estar tan sólo la mayor parte del tiempo en casa y cosas así.

Normalmente me la paso solo en casa, pero no me quejo. Es mejor estar sin ellos en casa ya que así no escucho todos los gritos y tengo más tiempo para poder tocar sin que me digan "¡Bilhal baja el volumen!"

Hoy me fui a la escuela cómo un día común y corriente cómo siempre lo es. Vestía una sudadera color gris, junto con unos jeans azul oscuro y zapatillas negras con blanco. Cuando llegue, había uno de mis amigos cerca esperándome.

—¡Hasta que llegas! Ya me estaba aburriendo de tanto esperarte —Levantó su vista y se acomodó la mochila en el hombro.

—¿Desde cuando eres tan puntual Cameron? —Pregunté ya que es un raro de que el llegue temprano. De hecho, yo soy el que lo tiene que estar esperando.