01 de Noviembre del 2019
Andrew
El sonido de mi teléfono indicando que acaba de apagarse interrumpe mis sueños. Me muevo hacia el otro lado de la cama aun con todas las sábanas sobre mí, pero ya no puedo volver al sueño.
Intento sentarme lentamente en la cama, pero el dolor de cabeza que tengo hace que se me dificulte mucho más. Una vez ya sentado, pongo una de mis manos en mi frente sobándomela y soltando uno que otro quejido por el dolor.
Mi vista es borrosa, lo que hace que no pueda identificar en donde me encuentro actualmente, pero si tengo en cuenta y estoy seguro de que estoy sobre una cama.
Pestañeo un par de veces hasta que la vista se me aclara, pero esa punzada en mi cabeza sigue allí. Siento la garganta seca, muy seca y unas ganas de vomitar que poco a poco se van yendo. Cuando mi vista ya es clara, veo la habitación en la que estoy y es… ¿mi cuarto?
«¿Qué mierda…?»
Veo la ropa con la que estoy vestido y eso me confunde demasiado.
No entiendo, ¿Qué demonios pasó anoche?
A ver, tan malo no debió ser.
Estaba allí, ahora acá… ¿Y por qué estoy sin zapatos? O sea, es obvio que si estoy en mi cama no voy a dormir con los zapatos puestos, pero ¿en qué momento me los quite?
¡¿Me robaron los zapatos?!
Juro que si me los robaron no vuelvo a salir nun… Ah miren, están ahí tirados, falsa alarma.
Necesito recordar que pasó ayer en la noche, porque si me dicen que hice en el día puedo decir muy fácilmente que estuve en la escuela. No sé qué hice en la escuela, pero si estuve ahí. Luego, salí con Ruby porque me convenció a ir a esa fiesta y tome un vaso, luego otro, luego no sé qué pasó, luego tampoco sé que pasó y ahora mágicamente estoy donde estoy con probablemente una resaca que me durara todo el día o toda una semana.
Es raro no haber escuchado a Sherlock meterse en mi habitación y dormir conmigo como normalmente lo hace estos días en donde el clima a estado raro y en las noches hacen más frío de lo habitual.
Sigo sentado en mi cama tratando de recordar que fue lo que paso hasta que recuerdo a alguien cuya voz podría reconocer en cualquier lugar.
«Bilhal Bent.»
Mierda, Bilhal.
Me levanto de la cama rápido olvidando el dolor de cabeza que tengo y provocándome un mareo que termina haciendo que de apenas tres pasos.
Cuando logro estar ya estable y firme para poder seguir caminando, bajo la escalera rápido fijándome que es lo que piso para no caerme y al llegar a la cocina allí lo veo, parado con una taza de café y con mi gato acompañándolo.
Okey, no estoy entendiendo nada, quizás estoy soñando y esto es solo un sueño extraño en donde siempre aparece él haciendo una que otra cosa porque no he podido sacármelo de la cabeza desde el… ¿miércoles? Esperen, ¿Qué día es hoy?
Juro que ya no voy a ir nunca más a una fiesta, en serio, primera y última vez que lo hago.
—Hola —Saluda él al verme con una breve expresión en el rostro de sorpresa.
«Dime que esto no está pasando, por favor.»
—Hola —De vuelvo el saludo a lo que trago saliva con fuerza.
No, no estoy soñando.
Lo tengo aquí en frente, dentro de mi casa sin saber cómo pudo entrar si las llaves de mi casa las tenía metidas en alguna parte y con mi gato haciéndole compañía. Que gran trabajo haces Sherlock, cuando se meta un ladrón tu a la casa en vez de morderlo y hacer que contraiga la rabia lo invitaras a que se tome un café y el ladrón en lugar de robarse el dinero te robara a ti por andar de amistoso.
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Estaciones
Teen Fiction¿Alguna vez has sentido que las estaciones pasan muy rápido? Podría decirte desde mi perspectiva que sí, aunque no lo pienses cada estación nos marca algo importante y momento en el cuál nos gustaría retroceder el tiempo para volverlo a vivir, sin e...