Capítulo XXII "¿Fiesta de halloween o desmadre de halloween?" (otoño)

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31 de octubre del 2019

Bilhal

Nunca en mi vida la había cagado tanto. Nunca a los niveles como llegue a hacerlo ayer.

No puedo levantarme de la cama. No quiero ir a la escuela y verlo cara a cara después de lo que hice. «No puedo, no puedo, no puedo...»

Yo soy el culpable.

Yo soy el imbécil.
 
Yo soy el que se dejó caer tan rápido sabiendo las consecuencias.
 
No solo esa acción es el problema, sino que yo fui el que hizo eso y siente cosas que nunca pensé que me pasarían, sobre todo con él. ¡¿Por qué él?! ¡¿Por qué no otra persona?! ¡¿Por qué no con una chica...?!

Yo no soy gay, yo no soy eso.

No quiero que me vean raro, no quiero que ataquen, no quiero que mi familia me odie más de lo que ya lo hace, no puedo si tengo la empresa en mis manos.  

¿Por qué me gusta...?

¿Por qué...?

Y aquí es cuando caigo en un agujero. Estoy atrapado allí dentro, no hay luz, tampoco hay salida. Estoy solo, sin apoyo de nadie, sin poder por lo menos tener la fuerza de levantarme o tener la valentía de decirle que no quiero perderlo. No quiero que de nuevo por culpa mía lo pierda y no vuelva a hablar con él.

«Todo se siente tan diferente, todo se siente tan diferente porque es él.»

Mi mente no puede estar donde quiero que este, no puedo sacarme eso de la cabeza y olvidarlo como todos mis momentos extraños que he tenido.

No había llorado hace rato, siempre estoy negándome a hacerlo. Cada vez que veo las lágrimas asomarse, evito que salgan y por eso después termino como si me hubiese drogado. La última vez que lo hice fue hace demasiado, fue a causa de un colapso por culpa de mis padres. Recuerdo que para el funeral de mi abuelo no lloré, no sentía la necesidad de hacerlo, y tampoco sentía lastima por la perdida. No fui como esas personas que no pueden llorar en algún lugar con gente presente entonces terminan llorando todo en la madrugada, ni en mis peores momentos lloré, solo sentía rabia, pero ahora todo fue diferente. Esta vez no fue de la manera que quería, esta vez no pude soportarlo, esta vez me destruí solo, nadie lo causo, solo yo.

Por eso, todo lo que se me venga y pase a continuación será culpa mía.

Mi cuerpo no reacciona y mi mente repite una y otra vez la escena. Cierro los ojos y lo veo, veo y analizo todo haciendo que cada vez sea peor el final. Veo su rostro y sus ojos, sus ojos que no mentían al decir que esta igual de roto que yo, con esos mismos ojos me miraba cuando el año pasado le hacía daño y lo insultaba, con esos mismos ojos se atrevió a golpearme en frente de todos, estoy presente en cada una de las veces en las cuáles él está en ese estado.

No soy bueno para él.

Debí obedecer en vez de seguir batallando para que no dejara de hablarme. En ese momento debí haberme alejado para siempre, no volver a la puerta de su casa e insistir a que puedo ser bueno. Desde hace mucho que lo he lastimado, y si ya lo he hecho una vez, es posible que lo vuelva a hacer.

Me siento perdido. No me reconozco, no sé quién soy y con suerte se mi nombre porque en lo demás no tengo idea.

Los muros se me caen encima al mismo tiempo que yo me destruyo a mí mismo. No soportaré el rechazo, mucho menos verlo pasar como si nada mientras que yo estoy para la mierda.

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