CAPITULO 5

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SACRIFICIOS

Quise creer que el bajaría esas escaleras.

Quise creer que después de tres años nos volveríamos a ver.

Quise creer que el gritaría mi nombre y expresaría algo al verme.

Pero estábamos hablando de Lugur, no de Edén.

Lo único que escuché fueron unas pisadas yéndose. La cara de las personas que tenia de frente me hicieron saber que Lugur ya no estaba aquí, que... no lo vería.

Sí, me había dado un poco de celos ver que una chica pudo salir de su habitación.

Sí, me emocionó el volver a verlo.

Si, muy dentro de mí, pero bastante dentro, yo quería que retrocediéramos el tiempo, que volviéramos a donde nos quedamos, que solo fuéramos él y yo...

¡No! Basta ya de pensar en lo que pudimos tener. Ya pasaron años y ahora estaba comprometida, aunque el anillo lo dejé en mi maleta.

—Bueno, eso fue muy incómodo—dijo la tal Frida—Yo esperaba ver un apasionado beso, digo, por lo que me contaron de ustedes, era lo mínimo que me esperaba.

—Frida—masculló April.

—Está bien—les hice creer—. Él y yo ya no somos nada, está en su derecho de...

—No está en derecho de nada—respondió Mad—. Solo ignóralo

—Iba a decir que está en derecho de no hablarme si quiere, pero de enojarse no—me encogí de hombros—Y aunque fue bueno saber que seguro está bien, vengo a ver a mi tía, no a Lujuria.

—Ven, está en mi habitación.

Div se pasó delante de mí y le fruncí el ceño luego de eso.

—¿Por qué mi tía está en tu habitación?

Algunas risas se escucharon detrás de mí, Div les lanzó una mirada acusadora y se pasó la lengua por el paladar.

—¿No le dijiste lo mejor de esto, April? Eso es un descaro.

Reconocí la voz de Lou, a lo que lo miré sobre mi hombro.

—¿De que estas hablando? ¡De que me perdí!

—Div y Kate follaron luego de que te fuiste, pero al tener la profecía rota, esto solo ocasionó que empeorara su estado.

Tal confesión me hizo abrir la boca sorprendida. Siempre supe que había una conexión entre mi tía y el pecado de la envidia, también sabía que ya se habían acostado más de una vez, pero... era extraño saber de esto de nuevo, más por cómo estaba mi tía.

—Nadie le dijo eso aún, porque quedamos de acuerdo que Div se lo diría—April lo golpeó detrás de la nuca.

—¡Por favor! A todos nos consta que Div no lo iba a decir.

—Ignóralos. Te diré todo lo que pasó este tiempo, pero solo déjame llevarte con Kate y luego de eso sabrás todo—me insistió Div, un poco desesperado.

Se le veía lo preocupado que estaba por esto y por más que yo quería que me explicara eso que sucedió, dejaría que se tomara su tiempo para contarme.

No era como si les hubiera manando una carta para que estuvieran preparados de verme de nuevo. Luego de tres años, ellos debían sentirse igual que yo.

Desubicados y confundidos.

Más que nada, porque nosotros no terminamos tan bien luego de la última vez que nos vimos.

PECA CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora