PECA CONMIGO

CAPITULO 30

*Antes que nada, ya saben como son los capítulos 30, así que les vengo a decir que solos disfruten de la lectura, y... no se enojen, que no vamos ni a la mitad*.

...

PUNTO FINAL

Ver a Lugur, era volver a sentir esas mariposas.

El problema, es que esta vez, no sentí la misma sensación que antes. Solo me causó nostalgia volver a verlo.

En cuanto a Kate, el estómago se me revolvió a verla y después de tantos años, encontrar el parecido que teníamos.

Ambas con pecas, ojos grandes, cabello casi del mismo color, mismas facciones, misma nariz...

Siempre estuvo ahí todo, solo alguien que no nos conociera, no se daría cuenta de cuanto compartimos físicamente.

Pude sentir a los Pecados ponerse de pie detrás de mí. Lou, April, Made y los demás, estaban a una distancia considerable de nosotros.

—¿Qué mierda hace ella aquí? —Kate miró a todos furiosa—¡Es peligroso que este aquí en su estado, idiotas!

Todos nos veían, después de presenciar esa escena de los Pecados, supuse que sería nuevo para ellos verlos arrodillarse ante alguien como yo. Una humana.

Tuve mucho miedo de que realmente no pudiera controlarlos y que tal vez ellos se me fueran de la mano y nos atacaran a mi hijo y a mí.

Pero salió todo lo contrario cuando hicieron que mi bebé se moviera, haciendo sentirme la sensación más hermosa del mundo.

Me llevé la mano al vientre de tan solo recordar eso.

Y Lugur siguió mi acción detenidamente.

Nuestros ojos conectaron, que fue solo ahí, que me di cuenta de algo.

Tenía las venas negras completamente marcadas y los ojos completamente negros.

Mi boca se entreabrió al darme la vuelta y detallar a los demás Pecados que tenían las mismas características.

Mi respiración comenzó agitarse un poco y me llevé una mano al pecho al pensar en que...

—Donna, ven acá—mi "tía" trato de hacer que me alejara de los Pecados atrás a mí—. No puedes estar ahí en tus condiciones.

Cuando me extendió la mano, le di un manotazo para que la quitara.

Tal vez los Pecados podrían ser asesinos y prefería estar rodeada de ellos, antes de mentirosos que arriesgaron mi vida.

—Ni se te ocurra tocarme—mascullé.

—Donna, solo digo que es peligroso que estés ahí con ellos.

—Prefiero estar mil veces aquí con ellos, que tan solo respirar tú mismo aire de mentirosa traicionera.

Un rostro de confusión de parte de Kate, había sido lo más insultante que me haya hecho. Ella siempre supo que jamás abriría el maldito regalo, por eso no le importaba, por eso estaban tan desinteresada en el tema de este y por eso jamás me preguntó si lo había abierto alguna vez.

—Si se van a pelear como perros y gatos, que sea lejos de mi oficina—dijo Lugur, que no me había dado cuenta, llevaba un maletín con él.

Su indiferencia a mí en este momento, era un poco hiriente, pero entendible.

Yo ya había hecho mi vida y el no formaba parte de mis planes.

Sin embargo, no quitaba nada, que el que Lugur en su momento rechazó a su hijo, no quisiera decir que podía volver a parecer en la vida de el por supuesto.