DESICIONES
ASH
—Donna está mal de la cabeza ¡Se casó con ese imbécil mientras nosotros estamos aquí!
Kate dejó de lado los periódicos que Div le había estado guardando para ponerla al corriente en cuanto despertara.
—Según Galu todo es un plan— flexionó un poco las alas, que ya no estaban quebradas, pero si negras.
—Era un plan—corrigió Frida dejándose caer a mi lado en la sala de estar—. Hasta que ese imbécil dijo el discurso más manipulador existente—sabíamos que se refería a Edén.
—Tal vez Donna es feliz con él— la tía se encogió de hombros.
—Y Lugur no se unió a Lucifer— papá llegó con mamá, ambos entraron por el balcón y volteamos a verlos.
Estaban llenos de tierra, con basura, jadeando y son un rostro neutro, demostrando su estrés.
—¿Alguna señal de Daryl? — preguntó Frida.
Ambos negaron y mamá suspiró, luego papá le dejó un beso en la frente y se quitó la chaqueta de cuero.
—Está frío el día— se la puso en los hombros—. Cúbrete bien.
—Me voy— no me gustaba cuando ambos fingían que su relación no era un sube y baja.
—¿Quieres que te acompañe? —llegó Mad, bajando las escaleras—. Necesitas protección.
—No soy una niña, se defenderme.
—Está bien. Te lo decía porque me toca la guardia—le restó importancia.
—No creo que puedas salir ahora— dijo Div—. Daryl puede andar allá afuera, no quiero limpiar más mierda.
—Div—Kate le puso su mano en su pierna.
Blanqueé los ojos y como últimamente pasaba, ni mamá ni papá no se inmutaron a regañarme, solo me dieron un asentimiento de cabeza. Como si necesitara la aprobación de ellos.
Me ajusté el abrigo rosado y abrí mis alas, me impulsé desde el balcón y salí volando por los rascacielos.
La brisa me hizo cerrar los ojos y me día la vuelta, me apoyé las manos en la nuca y estiré mis piernas mientras mis alas me llevaban.
Al tiempo que disfrutaba del buen clima que había, un pensamiento me llenó la cabeza.
Daryl.
Ese maldito hijo de Lucifer, me había engañado con sexo para hacer con él lo que jamás tendría en mente de nuevo.
Daryl me abarcaba cada pensamiento de mi cabeza y me carcomía el saber donde estaba, para ir a cortarle las bolas y metérselas en la boca mientras lo llenaba de azotes y veneno en el cuerpo.
Aterricé en un callejón que llevaba a una calle muy solitaria, pero era un atajo que me guiaba a la tienda llamada "Prada".
Metí las alas y caminé jugando con un mechón que se escapó del moño que me había hecho para el vuelo y que no me estorbara en la cara.
Estábamos a primero días de febrero y eso solo significaba que se acercaba más pronto San Valentín, el cupido que te hacia amar y querer a los de tu alrededor; cosa que odiaba con todo mi ser.
Pero muy dentro de mí, sabía que no me gustaba este aroma de romance, por no tener alguien con quien poder festejarlo.
Aunque también estaba consciente, de que yo no era la única necesitada en querer dar cariño.
ESTÁS LEYENDO
PECA CONMIGO
ActionAmbos habían cumplido su cometido, a su manera lo habían hecho. Ella, ahora era libre y estaba curando y tratando ese pasado que la atormentó. Él, se había hecho más fuerte, más poderoso e invencible. Ella trataba de seguir su vida, trataba de olvid...