CAPITULO 17

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LA BODA

Había transcurrido un mes entero desde la última vez que había visto a Lugur, Elijah, Lucifer e incluso April.

Un mes en el que desde el momento que supe que tendría hijos en un futuro, era en lo único que pensaba. Me veía a mí, con esas tres hermosas criaturitas, disfrutando de lo que toda mi vida había querido.

Una familia. Mi familia.

Luego de esa visión que me hizo ver la bruja malvada, se evaporó con el diablo y fui corriendo a buscar a Lugur, para decirle lo que había visto y lo que podíamos tener. Pero no lo encontré, solo hallé una nota, solo había una nota en la encimera de la cocina, con una letra que ni siquiera era suya.

"Lo siento, pero para que un Pecado te pida ayuda, debe estar desesperado y él me la pidió. Volveremos antes de que te des cuenta.

Atentamente: la brujilla."

No sabía nada de ellos y fingir jugar a la casita con Edén se me estaba haciendo eterno. Pero claramente, Lugur no se iría sin dejarme alguien con los ojos encima.

Galu y Lou se habían quedado conmigo. Seguíamos en Dunsmuir y no tenía claro para que los Pecados querían una empresa con todo el dinero que tenían.

Los padres de Edén y Wendy seguían aquí. Wendy se había extraviado unos días en el pueblo por estar explorándolo, pero luego volvió como una fresca lechuga y una linda sonrisa que relajó a todos.

Menos a mí.

En fin, no solo había pasado eso. También fingía seguir queriendo a Edén y sobre la boda que tanto quería que hiciéramos, Arthur, Marcus y los demás me ayudaban aplazarla cada vez más.

Y por aplazarla, me refería a hoy.

Había dicho que en un año sería mejor hacerlo, pero estaba teniendo unos arranques de impulsividad que me daban un poco de miedo trayendo el recuerdo de Martin y Nate, así que le dije que sería mejor casarnos en un mes.

Ya no estábamos en la casa del socio de Lugur, ahora estábamos en una casa que Galu estaba rentando, ya que me insistió en no salir del pueblo.

Los Alberts seguían creyendo que Lugur y yo estábamos comprometidos, pero no tenían ni idea que a unos minutos de su casa yo me estaba arreglando para una boda con un hombre que no era al que quería. Galu me dijo que no querían perder Alexis Alberts, porque siendo un magnate tan importante su amistad y asocio los libraría de problemas legales que siempre debían de ajustar o evadir.

Ahora, tampoco es que me casaría en una iglesia, más bien esta era la boda por el civil.

Y yo me hallaba tan desgustada.

Aunque todos los días hablaba con Kate, Ash e Isral, no era lo mismo que estar en persona con ellos, siendo un pilar en mi vida.

No volví a ver a Elijah o Lucifer y la mención de sus nombres ya me causaba una sensación que remplazaba el miedo que sentía a por ellos.

—No es muy de tu estilo.

Me giré a Lou que me veía con la cabeza ladeada y recargado en el marco de la puerta.

—Corrección—carraspeé exageradamente—; no es mi estilo

Dejó salir una ligera risa.

—Es de tu suegrita—tosió burlón.

Y mentira no era.

El vestido era un Vera Wong, pero uno con un cuello de tortuga, un poco de hombreras, mangas bombachas, ceñido al pecho y cintura, pero de la cadera para abajo, era completamente esponjado más la crinolina.

PECA CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora