9. Destinado a ti

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Sólo espero que en este mundo de estaciones, en el final de mi camino sin retorno, tú seas mi destino. Ángel Garibay

Yun Seo se levantó más temprano que de costumbre, y después de cepillarse los dientes, se dirigió a la cocina apresuradamente. Había decidido prepararle el almuerzo a Ji Hu. Tan solo tenía dos días sin saber de él; pero lo extrañaba terriblemente. Se había acostumbrado a dormir a su lado, y ahora, su pequeña cama le parecía enorme.

Aun no podía creer como se habían dado las cosas. De un minuto para otro, le había invitado a irse de viaje. Fue toda una sorpresa, y hasta estuvo tentada a rechazar la invitación; pero sus hermanas la persuadieron. Desde que entrara a trabajar en la clínica, no hacía otra cosa que hablar del buen doctor, así que nada más lógico que aceptara irse con él.

¡Esta es tu oportunidad!

Le dijeron, cuando les llamó para consultar. Apenas tenían doce y catorce, pero eran más avispadas que ella.

Terminó de preparar la comida, y se metió al baño. No quería llegar tarde ahora que volvía a incorporarse a su trabajo. Alguien podría pensar que se aprovechaba de la situación; y no quería dar pie a este tipo de comentarios. Además, no sabía cómo debía tratarlo ahora que estaban saliendo. La situación era un poco extraña. No era más que una recepcionista sin estudios superiores, y él... doctor, director, dueño de la clínica, y de quien sabe cuántas cosas más. No podía siquiera compararse con Ga Eul o Jan Di. Ambas eran profesionales. Cierto, que ella también podía convertirse en una. Le gustaba el diseño de interiores; pero con sus ingresos y dos hermanas que mantener, era imposible estudiar.

Llegó a la clínica a su hora habitual; pero en cuanto atravesó la puerta, notó que algunos cuadros que había colgado de las paredes ya no estaban. Pero lo que realmente la dejó perpleja, fue encontrar a otra persona en la recepción. Era una mujer de mediana edad.

—¿Puedo ayudarle? —preguntó la mujer, con expresión amable.

—En realidad -dijo Yun Seo un poco sorprendida—, yo trabajo aquí. De hecho... este es mi lugar.

—¡Oh! —exclamó la mujer—. ¿Usted es Kim Yun Seo?

Yun Seo asintió, y ésta le entregó un sobre.

—Es para usted —luego sacó una caja. Eran sus pertenencias, incluidos, los dos cuadros que faltaban en la pared.

—¿Qué significa esto?

—¿No lo sabes...?  —la mujer se notaba incómoda—. Lo siento —dijo, mostrándole un papel-; pero te han despedido...Debes firmar aquí.

Yun Seo permaneció inmóvil durante un minuto. Fue como si le hubiesen lanzado un balde con agua fría.

En el documento figuraba la firma del Director Yun Ji Hu.

¡La estaba despidiendo!

Esa era la razón por la que en estos dos días, no había intentado comunicarse con ella. La sacaba de su vida.

No necesitó saber más, tomó el bolígrafo y firmó sin leer. Repartió la comida entre algunos de los pacientes que habían llegado, y a pesar que sus ojos estaban llenos de lágrimas, se marchó con una sonrisa en los labios.

"No puedo culparlo, no estoy a su altura"

Dos horas después, tenía a Jan Di tocando a su puerta.

—Acabo de enterarme —dijo bastante apenada.

Yun Seo la invitó a pasar. Tenía el rostro enrojecido y los ojos hinchados. Había estado llorando; pero frente a Jan Di, intentaba ser fuerte.

El príncipe de la mafia/Boys Over FlowersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora