Capituló 4

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Ya en el auto, Alexander encendió el motor y salió del sótano donde era el estacionamiento, el BMW no solo era una belleza externa, su interior era muy sofisticado, mire por la ventana las calles, la cabeza empezaba a dolerme, trate de ignorar el nudo en mi garganta pero sin darme cuenta lagrimas silenciosas cayeron por mi rostro, cerré los ojos y pensé que no quería llegar a mi casa... en realidad lo único que deseaba era que esto fuera solo una pesadilla de la cual despertaría asustada y estaría en mi departamento, en Madrid... con mis amigos, pensar que toda mi vida cambiaría y dejaría todo eso que hacía feliz atrás... sin querer solté un pequeño sollozo, limpie nuevamente las lágrimas y cerré los ojos

- ¿De qué lloras? Si tú eres la que brinca de felicidad por esto, ya deja el drama por favor -dijo Alexander irónicamente, volteé a verlo con el ceño fruncido-

- ¿Me estás jodiendo verdad? -este frenó el auto ya que el semáforo se puso en rojo-

- Por favor no actúes como que te duele o que sufres por todo esto cuando sientes todo lo contrario -me voltio a ver- Dime ¿No te sirvieron tantos años en España para olvidarme? -dijo con ironía, volteé a verlo molesta por lo que acababa de decir-

- Eres un idiota, hablas como si no estuviste en la misma habitación hace unos momentos donde me obligaron a firmar

- Eso no responde mi pregunta, lo cual me hace pensar que estuviste informada o bien fuiste la de la idea de esto, todo por tus estúpidos "sentimientos" -hizo comillas con sus manos- que existen desde hace tiempo, realmente no encontraste a alguien quien te hiciera olvidarme...

- Jódete Alexander, ¿qué te hace pensar a ti que yo aún podría tener alguna clase de sentimientos hacia ti?, para que sepas y actualices tu cerebro, pasaron cinco años en los cuales esos sentimientos que alguna vez tuve hacia ti desaparecieron para siempre, ¿qué pensabas? ¿Que yo estaría enamorada de ti toda mi vida? -reí ahora yo con sarcasmo- hasta dónde llega tu ego, más idiota no puedes llegar a ser

- Escúchame bien Aurora, el tiempo que esto dure no creas que será fácil tampoco que llegará a pasar algo entre nosotros, porque no pasará, estaremos casados pero cada quien hace con su vida lo que quiera, siempre y cuando la imagen de este "matrimonio" no se vea afectado

- Créeme que ni muerta querría tener una relación contigo y tranquilo tengo bien en claro a lo que me enfrentaré

- Tu hace cinco años no dirías lo mismo, bien que te morías con solo un abrazo que te diera o tan solo te mirara, era divertido ver cómo te emocionabas cada que lo-

Sin previo aviso mi mano se plasmó en su cachete, él me voltio a ver enojado

-No permitiré que te vuelvas a burlar de mi, ¡púdrete Alexander!

Abrí la puerta del auto y me baje en donde sea que estaba, no quería seguir ni un minuto más con el,  cruce la calle justo a tiempo cuando el semáforo cambió a verde y solo escuche los autos pasar.



 ...



Camine sin rumbo, no sabía dónde estaba, ni que tan largo estaba mi casa, realmente no quería ni llegar ahí. Eran aproximadamente las 3 de la tarde, me encontraba sentada en la banca de un parque, mi cabeza dolía por las lágrimas que solo paraban por momentos, tome mi teléfono y mire que tenía varios mensajes y llamadas perdidas, tanto de mis hermanos, como de mis padres, al ver los mensajes de mi papá no pude evitar soltar una risa amarga, ahora se hacía el que estaba preocupado por mí. Las horas pasaron y ya empezaba oscurecer, empecé a caminar por las calles de Seattle esperando toparme con una conocida, pero se me estaba haciendo imposible, mi teléfono se había quedado sin batería mientras hablaba con Philip intentando saber dónde estaba.

-Disculpé ¿Sabe si hay un centro comercial por aquí cerca? - le pregunté a una señora, ella muy amablemente me indicó hacia donde tenía que caminar, le agradecí y seguí por donde me dijo, el camino estaba algo largo y andar con estos zapatos ya empezaba a ser molesto, di la vuelta y seguí derecho, nuevamente iba perdida en mis pensamientos hasta que sentí que me tomaron del brazo bruscamente, así que giré rápidamente intentando zafarme 

- ¡¿Dónde Carajos te habías metido?! - preguntó Alexander alterado-

-No sabría decirte porque ni yo sé -respondí sin importancia-

-Por tu inmadurez y por salirte así por así del auto te pasan estas cosas, ¿Estás loca o qué? -No sabría identificar como estaba el, si molesto, aliviado o simplemente fastidiado de que tuviera que buscarme- ¿tu teléfono?

-Sin batería y no me salí por capricho, ya estaba harta de escucharte y de que quisieras empezar a burlarte de mi

Este no dijo nada, me soltó y me dijo

-Vamos, tu familia te espera

Nuevamente me encontraba en el auto de Alexander, ninguno dijo nada en todo el camino, 15 minutos después Alexander estacionó el auto frente a mi casa, mire que la camioneta de su padre también estaba, ambos bajamos del auto, entramos a la casa y nos dirigimos hacia el living

-Llegaron -dijo el señor Thomas y todos giraron hacia nosotros-

-Buenas noches -dije antes de seguir mi camino a mi habitación-

-Aurora -escuché que llamo mi madre- ¿Dónde estabas? Nos tenías preocupados

- ¿Preocupados? -pregunté irónicamente- Dime mamá tú sabías de esto ¿no es así? -ella me veía con una miraba dolida y asintió lentamente bajando la cabeza- personas que venden a sus hijos no sienten ningún tipo de preocupación hacia los que les pueda llegar a suceder

-No le hables así a tu madre Aurora -volteé a ver a mi padre- discúlpate con ella

-¿Disculparme? ¡Yo no soy la que debería de disculparse aquí!

-Ella tiene razón, la hiciste llegar desde antes y todos nosotros... bueno Julieta y yo pensamos que era para que pasáramos más tiempo juntos en familia porque la extrañábamos, pero no fue así, solo hiciste que viniera para entregarla y concluir tus planes de aliar la empresa con la de los Spencer-le dijo Philip a nuestro padre-

Mire hacia donde estaba mamá, esta estaba junto a las escaleras y lloraba, a su lado estaba Julieta quien permaneció callada, pero en su rostro demostraba enojo y decepción, mire al otro lado de la habitación y mire a los padres de Alexander quienes presenciaban la discusión al igual que Alexander, este se quedó de pie mirando en dirección donde se encontraban mi hermano y padre

- ¡Basta ya! -gritó mi padre molesto- Aurora, Alexander pasen con nosotros a la oficina

Dijo mi padre antes de apartarle la mirada a Philip quien le estaba retando con la mirada, pasó por un lado de él y junto al señor Spencer tomaron camino hacia la oficina

-Desde ahora te lo advierto Alexander, a mi hermana le vuelves hacer algo y conmigo te las verás

Este lo ignoro y comenzó su camino hacia donde se encontraban nuestros padres

- Ya Philip, cálmate un poco - Le habló nuestra madre, él volteó los ojos; cuando me miro se acercó a mí y me abrazo

- lo siento

me susurro, sin más me separé de él para ir a detrás de Alexander, seguido entrar a la oficina











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𝚃𝚞, 𝚢𝚘 𝚢 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝚖𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚒𝚘 𝟹𝟼𝟶°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora