Capítulo 25

10 1 0
                                    

Por fin ya estaba durmiendo sola, hace tres dias habíamos llegado de San Francisco, estaba en la empresa revisando que todo siguiera marchando bien, todo iba bien hasta noté algo raro en las cuentas bancarias o más bien en la cuenta de papá, en este mes en cuanto se le transfirió su parte depósito un 20%  a un número de cuenta desconocido.

Entre a mi computador y busqué todos los registros de cuenta de papá y mire exactamente lo mismo, todos meses sacaba el 20% y lo depositaba a esa cuenta, necesitaba saber a quien papá le estaba depositando ese dinero.

Estaba concentraba leyendo hasta que escuché la voz de mi secretaria asustándome un poco.

-Lo siento, no quise asustarla, toque pero no escucho -dijo ella apenada

-Tranquila, estaba metida en todo esto, ¿ya te vas? -pregunté algo verla con su bolso-

-Si ya es la hora de salida, pero quería saber si se le ofrecía algo más

-Estoy bien, puedes irte, gracias -Ella asintió y se fue

Técnicamente todo marchaba bien en la empresa, lo único eran esos gastos de papá que me tenían inquieta, seguí revisando esos gastos y al parecer ya lleva tiempo, lo único diferente es de que cuando él tenía el mando de la empresa depositaba más dinero, lo hacía siempre en la misma fecha, los 26 de cada mes, me levanté y fui a buscar en los archivos anteriores a ver si daba con algo más, pero nada, revisé uno por uno, pero sin ningún éxito.

- ¿A quién le transfieres todo ese dinero papá? -pregunte para mí misma, mire la hora y me sorprendí porque ya era muy tarde, tome mi teléfono, se había descargado y había dejado el cargador en el departamento, lo metí en mi bolso y empecé a guardar todos los papeles ordenadamente, apagué mi ordenador y salí de la empresa.

Llegue al departamento y me quite los zapatos que me estaban matando, subí las escaleras y mire la luz de la oficina de Alexander encendida, deduje que estaba ahí así que ni me acerqué, me metí en mi habitación, me cambié y salí para comer algo liviano.

Al llegar a la cocina me sorprendí cuando miré a Alexander detrás de la estufa aún no se había cambiado, tenía la camisa arremangada y desabotonada de los tres primeros botones

-Aurora -volteé a verlo y mire que había servido dos platos y los llevo al comedor- ven siéntate

Dicha acción me sorprendió un poco, me senté en el comedor y seguido Alexander.

-Esto no tiene veneno, ¿verdad?

-Cállate y come, no seas infantil -dijo empezando a comer, lo miré con los ojos entrecerrados y luego di el primer bocado-

-No sabía que podías cocinar -comenté entre el silencio que había, estaría mintiendo si diría que el plato sabía feo-

-Muchas cosas no conoces de mi Aurora -respondió mirándome directamente a los ojos y sentí intimidada así que mire a otro lado- tomare eso como que quisiste decirme que te gustó

No volví a decir nada, terminé de comer y miré que él se levantó e iba a tomar mi plato, pero lo detuve.

-Déjalo, yo los lavaré, es lo justo

-Como quieras -dejó su plato en el comedor y salió de la cocina-

Mientras lavaba los trastes pensé en esa cuenta, en ninguno de los registros salía el nombre de la persona, únicamente aparecían los números, eso me generaba más y más dudas acerca de lo que mi padre estaba haciendo, tenía un mal presentimiento acerca de esto.

Subí a mi habitación, conecté mi teléfono y fui al baño para desmaquillarme y cepillarme los dientes. Ya estaba lista para irme a dormir, pero no podía dejar de pensar eso, estaba revisando desde mi ordenador absolutamente todos los gastos de la empresa en los últimos años.

Mientras mi padre tenía el mando de la empresa era la misma fecha una y otra vez con la misma cantidad, casi, ahora deposita menos. Mismo número de cuenta, misma fecha, hasta casi la misma hora, todo era muy extraño.

-Pensé que estarías dormida, ¿no es muy tarde ya? -me sobresalte al escuchar su voz, volteé a verlo y estaba recostado en el marco de la puerta-

-Lo mismo te digo a ti, ¿no es muy tarde para que estés despierto?

-Estaba trabajando

-Pues yo igual estoy trabajando -el me miro extrañado- ¿qué?

-Nada, deberías dejarlo, ya es muy tarde -dijo mientras se metía al closet, cuando salió traía su pijama puesta-

-Aunque quisiera dormir no podría -dije en un tono bajo volviendo a ver mi ordenador-

-Allá tú, por cierto, recuerda que mañana tenemos esa cena con los socios-

-Cierto, debes estar emocionado por eso -sentí su mirada fija, escuché que dijo algo, pero lo ignoré cuando leí algo que captó mi atención, la compra de un departamento en Florida, entre en los detalles y busqué las propiedades que estaban a nombre de todos los de la familia-

Solo mire como me arrebato mi ordenador y lo mire molesta

- ¿Qué haces? -le reclame molesta-

-Respóndeme, ¿por qué se supone que debo estar feliz por esa cena? -volteé los ojos e intente quitarle mi ordenador, pero él lo alejo más-

-Pues porque va tu amante ¿no?

- ¿Estás celosa? -suspire cansada y le mire la sonrisa burlona que tenía en la cara-

-No estoy de humor para tus estupideces Alexander, devuélveme mi ordenador que estoy en algo importante

- ¿Que tanto haces? -miro la pantalla y me miro confundido- ¿por qué estás viendo esto?

- Que te importa, solo dame eso -me levanté de donde estaba y fui a quitárselo-

- ¿Estás viendo donde escaparte con tu amante?

- Vete a dormir Alexander, no quiero discutir

- Qué casualidad que justo el día que Liam pide una semana de vacaciones tu estés viendo las propiedades que tienes

- ¿Qué demonios estás insinuando Alexander?

- ¿Con que ibas a salirme? ¿Qué te surgió un viaje de repente? ¿Es eso? ¿Te irás con él?

- Cierra la puta boca y deja de estar diciendo estupideces -apagué mi ordenador y lo dejé sobre la mesa de noche- ¿Por qué sigues aquí?

-Aun no me respondes, ¿creías que no me daría cuenta?

- ¿Que? ¿Estás celoso? -utilice sus mismas palabras y mire como frunció más el ceño-

-No juegues conmigo Aurora y respóndeme

-Estas diciendo estupideces, no iré a ningún lado

- ¿Entonces por qué estás revisando eso, justo cuando ese imbécil pidió vacaciones? -Respire profundo para no perder la paciencia-

-Estoy revisando eso porque hoy descubrí que mi padre deposita casi la mitad del dinero que se le transfiere a una cuenta sin nombre todos los putos meses y qué hay un departamento en Florida que JAMÁS había visto y menos escuchado -el solo me miro- ¿ya? ¿contento? no entiendo porque me asocias a todo lo que haga Liam

Sin decir nada el solo salió de la habitación, Alexander me sacaba de mis casillas rápidamente, era como un niño muy molesto, un imbécil, eso es lo que era.

Apagué las luces y me metí en la cama, cayendo profundamente dormida.

𝚃𝚞, 𝚢𝚘 𝚢 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝚖𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚒𝚘 𝟹𝟼𝟶°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora