Me sentía incómoda al tener a Alexander tan cerca y comer a su lado, una vez ambos habíamos acabado, el volvió a poner los platos en la bandeja mientras yo me ponía mis zapatos.-No te quiero ver tan cerca de Foster, ¿entendiste?
-Vaya, ya decía yo que ya era mucha amabilidad de tu parte -dije volteándolo a ver con los ojos entrecerrados-
-Haz lo que te digo por una vez en tu vida
-Pues no y no creas que soy estúpida se que quieres bajar por la persona que pregunto por ti -dije poniéndome de pie-
-¿Que carajos dices? -preguntó mientras se cruzó de brazos-
-Curiosamente cuando iba a salir por hielo no me dejaste porque disque habías dicho que estaba enferma luego viene Philip y me entero que Liam llego, no me dejabas salir de aquí para ir a saludar a mi amigo pero tú apenas escuchaste el nombre de tu amante que pregunto por ti mágicamente cambiaste de parecer sobre salir
-¿Estás celosa de Lyla? -el se rio burlón, maldito imbecil, respire profundo re aclaro que me había hecho molestar-
-Ya quisieras que sintiera celos, ya te dije que no me importa nada de tu miserable vida, únicamente quiero que me respetes y dejes a tus musas en el lugar de donde las sacaste, y si no quieres respetarme esta bien pero respeta aunque sea la casa de tu abuela
Sin más salí de la habitación hechando fuego, iba maldeciéndolo en todos los idiomas que conocía y hasta en los que no, ganas de inventarme una emergencia en la empresa para irme de aquí, no quería seguir haciendo el ridículo.
-Aurora, ¿ya te sientes mejor? -asentí con una pequeña sonrisa a la señora Antonia- Bien, acompáñanos afuera, te ayudará a tomar aire fresco -escuché como bajaban las escaleras- ¿tú igual vienes Alex?
-Si abuela, solo llevaré esto a la cocina -Ella asintió con una sonrisa, dio la vuelta y me dio una señal para que la siguiera-
-Olvidé mencionar, tenemos algunas visitas -dijo ella tomándome del brazo para caminar juntas, le sonreí y volteé a ver al frente, creo que la señora Antonia notó el cambio de mi rostro al ver a Lyla- No te preocupes por ella, Alexander nunca la quiso de verdad, si te digo que cada verano venían a visitarnos, pero conozco a mi nieto y sé que él nunca la amo, su corazón le pertenecía a alguien más...
Ella sonrío ella dulcemente con nostalgia, eso me dejo una duda, o simplemente era chismosa y quería saber si Alexander alguna vez se enamoró, pero ¿qué digo? Para que quisiera saber yo de la vida de ese idiota.
- ¿Tu debes saber ya quién es no? -me sorprendió con la pregunta y negué, ella rio y puso su mano en mi mejilla- ay mi niña, que distraída eres -Ella iba a decirme algo cuando Alexander llego y se miraba confundido-
- ¿De que hablaban? -pregunto él y la señora Antonia me soltó con una sonrisa-
-De nada -Ella me guiño un ojo y continuo su camino, sentí la mirada de Alexander, sé que quería saber lo que había hablado con ella-
-Ya la escuchaste, ahora vamos a donde esta tu amante -Sonreí con ironía y caminé delante de él-
Al llegar mire como Lyla se levantó a abrazar a Alexander, ella intentó darle un beso en la mejilla, pero él se apartó, no le importo disimular para nada que le molestaba eso.
Sentí como me tomaban de la cintura para abrazarme, giré y miré a Liam con su respectiva sonrisa con sus hoyuelos, le correspondí el abrazo.
-Creí que no te vería, me habían dicho que estabas enferma, tienes mucha suerte de que tu hermano sea médico -dijo Liam soltándome-
-Ya me siento mejor por eso baje a saludar y créeme no le llamaría suerte tener un hermano doctor porque cualquier mínimo dolor ya me quiere diagnosticar -ambos nos reímos y yo busqué un lugar donde sentarme-
La señora Antonia y Alexander estaban escuchando hablar a Lyla acerca de uno de sus viajes, Liam estaba a mi lado y Alexander en el otro, honestamente no prestaba atención a lo que Lyla decía, no era de mi interés escucharla.
- ¿Ella no te agrada tanta verdad? -escuché que me susurró Liam con una sonrisa burlona- No te preocupes tu secreto está a salvo conmigo
- ¿Como lo notaste? -el hizo una cara graciosa "pensativa"-
-mmm no es tan difícil, tus ojos y expresiones hablan por ti -el me sonrío dulce- como siempre ha sido... además debe ser súper incómodo que esté a cada rato queriendo tocar a tu esposo -hice un gesto como que no me importaba eso último- vaya sí que eres muy segura de ti, eso me gusta
Reí y empezamos a platicar, de vez en cuando nos reíamos y eso llamó la atención de Alexander quien me tomó de la mano, dejo un beso en ella y la dejó sobre su abdomen. Volteé a ver y este solo me quedo viendo como si no pasara nada, eso es extraño bueno es Alexander que puede esperar.
En todo el tiempo que estuvimos ahí me di cuenta de que Lyla era alguien muy caprichosa y que al parecer no quería dejar a Alexander ya que cada oportunidad que tenia se le insinuaba o mencionaba cosas que habían hecho juntos alguna vez. La señora Antonia se había retirado porque ya estaba cansada, dejándonos a los cuatro en el jardín.
-Aurora, ¿verdad? -escuché que me llamo y asentí- casi no has hablado, ¿siempre eres así de aburrida? -levante una ceja y sonreí de lado-
-No me gusta platicar con gente que no conozco y honestamente no sé quién eres, ¿cómo te llamabas? -mire que eso le molesto y se le quitó la sonrisa de la cara, bingo.
-Soy Layla y seguramente ya había escuchado hablar de mí, antes solía venir cada verano -dijo mirando a Alexander- además creo que ayer hablé contigo en la fiesta, ¿estabas tan borracha que no te diste cuenta?
- ¿Enserio? Perdón, pero como ayer hablé con mucha gente no lo recuerdo, discúlpame, pero respondiendo tu otra pregunta sorprendentemente el tiempo que llevo aquí no he escuchado tu nombre en ningún lado -se estaba enojando y yo solo mantenía una sonrisa-
-Bueno, ¿alguien quiere otra cosa para tomar? -escuché que dijo Liam intentando calmar las aguas-
-No, gracias -respondimos las dos sin quitarnos la mirada, ella ya molesta y yo muy serena-
Liam empezó a sacar conversación con ella, Alexander permanecía en silencio y yo ya me quería ir, sentí cómo apretó mi mano y volteé a verlo, se acercó más a mí, soltó mi mano y la deslizó por mi espalda baja y por alguna razón me dio escalofríos.
- ¿Ya te quieres ir? -me pregunto susurrándome al oído- sé que estás incómoda, solo dime y nos vamos -ambos nos miramos directamente a los ojos, sentí como puso su otra mano poco arriba de mi rodilla, trague en seco y asentí, mire que se acercó de más y solo sentí como dejo un beso sobre mis labios. Estaba perpleja no me esperaba esto, dirigí mi vista al frente y miré cómo Lyla estaba que echaba humo.
-Nos disculpan, pero mi esposa se siente indispuesta, por lo que ya no podremos estar con ustedes -dijo Alexander corriéndolos indirectamente-
Él se levantó y seguida yo, luego Liam para abrazarme.
-Sera mejor que vayas a descansar, fue un gusto pasar este rato - dijo de abrazarme y se dirigió a Alexander para darle la mano en forma de despido-
-Bueno por lo visto yo también me tengo que ir, es una lástima, quería platicar más contigo Alexander -dijo Layla queriéndolo agarrar del brazo, pero el me abrazo por atrás-
-Ya conoces la salida Lyla, nosotros nos vamos
Dimos la vuelta y nos fuimos, cuando estábamos subiendo las escaleras escuchamos solo el portazo, que maleducada, no respeta las casas ajenas, mejor dicho, no respeta nada.
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𝚃𝚞, 𝚢𝚘 𝚢 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝚖𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚒𝚘 𝟹𝟼𝟶°
Teen FictionHace aproximadamente cinco o seis años cuando Aurora comenzaba su adolescencia comenzó a sentir cierto interés amoroso hacia Alexander el hermano de su amiga de la infancia, este al decirle ella su repentino interés, la rechaza pero al pasar los mes...