Por el momento la cena estaba transcurriendo tranquila y agradable, se había hablado de la futura línea de productos que saldrían al Mercado y brindamos por el éxito que se esperaba.
A pesar de que era sobre trabajo, los temas de conversación habían tomado otros rumbos, contando chistes, anécdotas y uno que otro plan que harían con sus familias en las fiestas (a pesar que faltaban como cuatro meses).
-¿Y bien? ¿Que tal la vida de casados? -pregunto Ailana y todos nos miramos curiosos con una sonrisa- Se ve a leguas que tuvieron una discusión, es normal eso en el primer año, recuerdo que cuando yo me casé me la vivía como perros y gatos con mi esposo los primeros meses -hizo una mueca y todos reímos-
-Yo digo que su matrimonio se define en el concepto de Perfecto -comentó Henry- ambos son jóvenes, atractivos y muy inteligentes, he escuchado maravillas y he visto cómo ambos trabajan, no quiero imaginarme cómo serán sus hijos.
Escuchamos cómo alguien empezó a toser por casi ahogarse con lo que sea que estaba tomando, era Lyla que se le notaba molesta.
-Lyla, ¿te encuentras bien? -le preguntó su padre que de igual manera se encontraba serio y callado-
-Así es, me disculpo, tomé demasiado rápido -dijo ella, pero no le creí, sé que esto le molestaba-
-Con su permiso, ya regresó -dije educadamente cuando me levanté de la mesa para ir al baño-
Necesitaba respirar, sentía que me estaba asfixiando, era agotador estar fingiendo, retoque mi labial y tome jabón para lavarme las manos, cuando levante la vista me sorprendió ver a Lyla parada detrás de mí con una mirada "intimidante", la ignore y seque mis manos.
-No te hagas ilusiones
- ¿Disculpa? -me gire para verla confundida-
-Alexander es mío, tarde o temprano el vendrá a mí de nuevo, no sé qué vio en ti para tomar esa decisión tan estúpida de casarse -me mantuve serena y respiré profundo, eso le molesto aún más-
-Piensa lo que quieras, no gastare mi energía con alguien como tú -di la vuelta y salí del baño, regresando a la mesa-
Me senté nuevamente en mi lugar, poco tiempo después regreso Lyla. Miré cómo ponían un plato con flan de caramelo, yo no había pedido postre, estaba por decir algo cuando sentí como Alexander tomó mi mano y la beso.
-Se que es tu favorito, lo pedí para ti -dio otro beso en mi mano, sentí la mirada de todos y no pude hacer más que sonreír y agradecer-
Si era mi favorito, no tenía idea de que lo supiera, si no fuera por todos alrededor hubiese regresado el postre, si yo quería algo lo pediría por mi cuenta.
-Nos vemos en la próxima reunión, fue un gusto conocerte Aurora -dijo Ailana abrazándome como si fuéramos las grandes amigas- Espero nos sigamos viendo seguido
-Si nuestras agendas nos lo permiten, ten por seguro que si -Ella me abrazo una vez más y mire como se fue a despedir de Alexander, mire como Lyla estaba agarrada de su brazo, sí que parecía una víbora enrollada en el
-Aurora, pareces un ángel, luces muy hermosa, como siempre -escuché a Christian Wolf y empecé a sentirme incómoda-
-Gracias señor Wolf...
-Dime Christian, no tienes que ser tan formal conmigo -me guiño un ojo y no supe que responder a eso-
-Pase buenas noches, señor Wolf nos vemos en la siguiente reunión -estaba por irme cuando me tomo de la mano y dejo un beso sobre ella-
-Estaré ansioso por verte de nuevo -sin más retire mi mano rápidamente, de incomodidad pasó a darme miedo-
Di la vuelta rápidamente y solo sentí como choque de hombro con alguien para luego sentir toda mi blusa mojada y verla roja. Levante la vista y mire como Lyla bajaba su copa de vino con una sonrisa. Lo había hecho adrede, cuando Alexander se acercó cambió completamente
-Ay lo siento mucho, yo no me fijé venias y...
-No mientas -la interrumpí levantándole la voz- sabes muy bien que lo hiciste apropósito Lyla -esto fue la gota que derramó el vaso, tantas cosas en estos últimos días que exploté-
-Aurora, ¿cómo puedes decir eso? -hizo una cara de "yo no fui" y de "arrepentida¨- yo jamás haría algo así y menos a ti
-Ya deja de actuar Lyla, eres una persona realmente insoportable, ¿tú crees que me tragare ese cuento? Quita tu cara de "yo fui" y di...
-Sera mejor que te calmes Aurora, pídele disculpas a Lyla, estás siendo grosera -dijo Alexander interrumpiéndome-
- ¡¿Yo?! ¿Yo pedirle disculpas? Más bien ella debería ¡¿no ves cómo me dejo?!
-Yo ya me disculpé, en serio no lo hice apropósito, tú sabes Alexander que yo jamás haría algo así -le dijo mientras ponía sus manos en su brazo buscando consuelo-
- ¡Tú te callas que las musas no hablan! cuando la esposa habla la amante se calla -estaba fuera de mí, tenía tanta rabia dentro que no podía controlarme-
-Ya Aurora, no es el momento, ni el lugar para esta pelea de mujeres -dijo Alexander fastidiado-
-Pelea de mujeres -reí sarcástica- ¡¿me estás poniendo a la misma altura que está?! -dije señalándola-
- Tú no eres mejor que yo, no somos iguales eso sí y no dejaré que me sigas ofendiendo o... -amenazo Lyla pero la interrumpí
- ¡¿O que?! Y por supuesto que no somos iguales, yo sí tengo dignidad, no necesito tener la atención de un hombre y menos me humillo para tener su aprobación, no me meto con hombres casados y menos ando rogando para me quieran
Sentí como Alexander me tomo de la cintura y me saco de ahí, a mis espaldas solo escuché como Lyla quería ir detrás de Alexander pero su padre la detuvo.
Al llegar al auto Alexander abrió la puerta del copiloto y me empujó con algo de fuerza para que entrara para luego cerrar la puerta de golpe, rodeó el auto y se montó.
-Ahórrate tu berrinche, en la casa hablamos -dijo seriamente, si creía que me iba a dejar intimidar estaba muy equivocado-
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𝚃𝚞, 𝚢𝚘 𝚢 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝚖𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚒𝚘 𝟹𝟼𝟶°
Teen FictionHace aproximadamente cinco o seis años cuando Aurora comenzaba su adolescencia comenzó a sentir cierto interés amoroso hacia Alexander el hermano de su amiga de la infancia, este al decirle ella su repentino interés, la rechaza pero al pasar los mes...