- ¿Por qué no dices nada?
- ¿Qué quieres que te diga? -le respondí cortante- No has preguntado y menos comentado nada, entonces... ¿por qué debería de hablar?
-Tienes razón... entonces ¿Por qué no me miras? -volvió a preguntar-
- ¿Por qué lo tengo que hacer? -respondí de la misma manera- ¿A qué quieres llegar Alexander?
- ¿Por qué estás así?, solo fue un beso Aurora, relájate -dijo como si nada el muy desgraciado-
- ¿Te parece poco? Que cínico eres
-No hagas tanto drama por un simple beso, no es como si nunca lo hubieses hecho -eso último lo susurró, nuevamente respiré profundo y solté aire-
-Esto no va a llegar a ningún lado
- ¿Por qué? Dilo Aurora, ¿Qué es lo que piensas? -el volteó a verme ya que habíamos parado por el semáforo-
-Porque tu Alexander no entiendes nada de lo que los demás sienten, para lo que a ti es un simple beso para otros puede significar algo muy bonito, que no se lo dan a cualquiera, pero no, a ti nunca te importo eso, eres el tipo de hombre que llena su ego contando con cuantas mujeres se lleva a la cama en un mes -el solo me mantuvo su mirada-
-No me conoces Aurora -me heche a reír- ¿De qué te ríes?
-Por lo que más quieras Alexander, ¿que no te conozco? Por favor, tú mismo me diste ese concepto de ti, cuando salíamos o nos encontrábamos en algún sitio, siempre estabas con alguien diferente, apresar de que en ese entonces andabas buscando algo serio con Leonor... o también como cuando tuviste una conversación con Philip para aquel cumpleaños de tu madre que dijiste que te habías besado con 19 chicas en tan solo un mes y todavía me lo demuestras ahora, cuando llegas tarde y ni hablar de lo qué pasó antes de este viaje
- ¿Si estás clara de que estás hablando cuando era un adolescente? Y lo de -no le deje terminar-
-Un patán, eso es lo que eras y sigues siendo, no hace falta que explique las razones -finalice, el quedo en silencio, escuchamos el claxon del auto que teníamos atrás y volvió acelerar-
Llegamos al centro comercial, Alexander buscaba un lugar vacío para estacionarnos, al bajarnos recibí el mensaje de Leonor diciendo que nos esperarían frente a food court.
Al encontrarnos con todos planeamos el trayecto, primero iríamos a comprar los trajes de Theo y Jasper, luego iríamos a buscar el vestido de Leonor, luego iríamos a comer a un bar-restaurante, platicaríamos un rato y luego regresaríamos a la casa de la abuela de Alexander. Yo permanecía callada, no me sentía cómoda, me quería ir, pero no a la casa de la señora Antonia, quería irme a Madrid, regresar con mis amigos, regresar a como era mi vida antes, sentí una gran nostalgia y me hacía falta mis dos mejores amigos.
- ¿Te sientes bien? -reaccioné cuando Philip se puso frente a mí, noté como todos iban caminando adelante buscando tiendas-
-Si, todo bien no te preocupes -le sonreí-
-No sabes mentir, tu..
-Tus ojos hablan por ti -terminé lo que iba a decir- pero no es nada importante, de verdad
- ¿Que pasó antes de salir de la casa?
ESTÁS LEYENDO
𝚃𝚞, 𝚢𝚘 𝚢 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝚖𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚒𝚘 𝟹𝟼𝟶°
Teen FictionHace aproximadamente cinco o seis años cuando Aurora comenzaba su adolescencia comenzó a sentir cierto interés amoroso hacia Alexander el hermano de su amiga de la infancia, este al decirle ella su repentino interés, la rechaza pero al pasar los mes...