Mi refugio.

Sentimientos

- Rainbow?- dijo AppleJack nuevamente al ver que no recibía respuesta por parte de la pegaso.

Dash despertó de su trance. - Eh... Ah, sí.- contestó nerviosa.

- Que hacías fuera tan temprano?- repitió algo extrañada la rubia.

Rainbow miró resignada al suelo para disponerse a mentir, había salido a tomar aire y pensar las cosas, pero aún no procesaba del todo, debía pensar mejor antes de siquiera imaginar hablarlo con AppleJack.

Se adentró en su papel de deportista y fijó sus ojos en la chica. - ¿En serio te preguntas que hacia fuera?.- Dijo la peliarcoiris con una sonrisa egocéntrica. - Soy una deportista disciplinada AppleJack, necesitaba estirar mis geniales alas.-

AppleJack rodó los ojos y sonrió. -Bueno deportista, luces más estropeada que el corral de gallinas de sweet Apple acres, la resaca te ha pegado fuerte. comentó la pony entre risas, seguido de poner un rostro serio. -Fue irresponsable de mi parte traer sidra, impropio para una misión, lo siento.-

Mencionar la sidra definitivamente no ayudaba a Rainbow, le encantaba, sin embargo, ahora solo le recordaba a la infinidad de cosas que pudieron ocurrir anoche, sin embargo, debía continuar actuando normal.

- AppleJack, lo hiciste con la intención de animarme, y ¡Lo lograste! La sidra me encanta! Y... Lo pasamos bien.- "MALA ELECCIÓN DE PALABRAS". -Tienes un gran corazón, eso sí es muy propio de tí, y 20% más genial.-

Ambas ponys sonrieron, AppleJack se alistó y se dispusieron a salir de dicho hotel, pasaron por recepción y pagaron un extra para poder dejar ahí sus equipajes, era momento de salir a explorar yeguadelfia en busca de un problema de amistad, y un desayuno, por supuesto.

*Mientras tanto en ponyville*

Zecora se encontraba haciendo una mezcla en su hogar, en lo profundo del bosque Everfree, cuando alguien tocó su puerta.

- Adelante puedes pasar, solo la perilla debes deslizar. - dijo la cebra sin apartar los ojos de su mezcla.

- Zecora querida, que bueno que te encuentras, necesito que me ayudes con algo urgente.- decía la pony que acababa de cruzar su puerta. Rarity.

- Si en mis manos está el ayudar, entonces conmigo puedes contar.- contestó Zecora sonriente.

- Ay querida, ésto es un desastre. - decía la pony alterada moviéndose de un lugar a otro.- Necesito una poción que me permita ver lo que ocurre en otro lugar, y otra que me permita ver el pasado de otro pony.- Rarity se acercó a Zecora y colocó sus cascos en su rostro con una respiración rápida y profunda. -Crees que puedas?-

Zecora la miró extrañada. - Solo una cosa me debes decir, usarás las pociones, con qué fin?-

Rarity la miró neutra durante unos segundos, no estaba dispuesta a decir sus verdaderos motivos. - Oh querida, desearía poder decírtelo, pero el futuro de todo Ecuestria depende de ésto.- Dijo la modista con un gesto de dramatismo. -La princesa celestia pidió total confidencialidad.-

Las mane six ya habían salvado antes a Ecuestria, no era difícil imaginar que algo grave estaba ocurriendo en secreto y necesitaban de sus pociones, Zecora accedió con una sonrisa.

*09:23 am*

Ya en su casa, Rarity se encontraba hirviendo de rabia, tenía ambas pociones, sin embargo las palabras de Zecora no le permitían estar conforme.
" Cualquier pony puede utilizar la poción para ver lo que ocurre en otro lugar, pero solo un alicornio la poción del pasado puede tomar." La cebra le había comunicado a ésta que para su "misión secreta", quiénes debían tomar la poción debían ser, Celestia, Luna, Kaydens o Twilight, para cualquier otra criatura sería nociva.

Así que Rarity podría usar solo una de las pociones, para vigilar desde ponyville a Rainbow Dash y a AppleJack, y debería desechar la segunda, con la que tenía planeado mirar que estuvieron haciendo en los días que estuvo en su boutique en canterlot, y el día y noche de ayer.

-Applejack podrá ser una campesi-  dijo sin terminar su oración. -Podrá ser... Pintoresca, definitivamente perjudicaría mi estatus social que la vean como mi pareja, sin embargo será mía así deba ser en secreto, pero tú Rainbow Dash, Pegaso salvaje y sin glamour, me has puesto las cosas difíciles.- Dijo en voz baja Rarity para sí misma.

Las seis amigas siempre han sido muy unidas y características en personalidades, todas se han adorado mucho y en su amistad nunca han faltado la lealtad, honestidad, las risas, la bondad,  generosidad y lo mágico de todo aquello, sin embargo, desde hace unos meses atrás Rarity había comenzado a ver a una de sus amigas de una manera diferente, no sin notar de antemano su cercanía con otra de sus amigas, a pesar de que todas eran muy unidas, AppleJack y Rainbow Dash tenían cierta conexión entre sí, esa competitividad que a pesar de muchas veces cabrearlas era algo unificante, sus puntos de vista y criterios eran muy similares, ambas mostraban desinterés en la moda y habían constantes miradas, momentos, era algo sobrenatural, difícil de explicar, una vez durante una de las pijamadas de Pinkie Pie, Rarity tenía insomnio, todas sus amigas dormían y fue cuando escuchó a Rainbow decir entre sueño aquello que pondría la última cereza al pastel, "-Applejack, te am.-" no terminó la frase, pues estaba dormida y hablaba entre balbuseos, pero era una clara confirmación, eso comenzó una creciente envidia dentro de Rarity, rencor hacia Rainbow Dash, se sintió amenazada, Rarity podía ser una perfecta actriz si se lo proponía, por ende supo ocultar muy bien sus emociones, y por lo mismo, lograría hacer quedar mal a Rainbow frente a sus amigas, la separaría de AppleJack, y su plan estaba a punto de comenzar.

- Bien Rainbow Dash, pronto todo dejará de ser como lo conoces.- Comentó Rarity antes de tomar la posición. - Que empiece el juego.-