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No hubo celebración tras el enlace de Nam y TN, no cabían esas cosas en algo que se había tornado raro ante los ojos de todo el que presenció aquella escena tan diferente a otras bodas.

Namjoon vivía en un lujoso apartamento del centro de Seul, rico, famoso en su profesión, muy inteligente y además un hombre que dejaba huella por su estatura y por sus facciones duras, todo ésto hacían de él alguien deseable para muchas que lo acechaban para encontrar un poquito de atención.

Sin embargo hace años rompió con su novia, era la única mujer con la que había mantenido una relación seria, tuvo amigas especiales que satisfacían sus deseos más íntimos pero nada serio, sufrió tanto con esa relación que no quiso saber nada de volver a tener sentimientos por ninguna.

TN fue a vivir con él, tenían que cuidar las apariencias, su madre de quedó en su casa, no quiso acompañarlos.

-Podrás dormir en la habitación de invitados, no es muy grande pero sino te sientes agusto puedo pedir que uno de los salones lo conviertan en tu dormitorio -le decía Namjoon mientras ella paseaba con su mirada la estancia.

-No te preocupes, yo no soy de esa clase de chicas que quieren vivir entre lujos -se miraron por un momento.

-Yo tengo algunas manías TN, espero que nos respetemos, cada uno tendrá su espacio ¿Estás de acuerdo con eso?

-Claro, no te molestaré, tú sigue viviendo como antes, cómo si yo no estuviera aquí -dijo ella toda amable.

-Ok, pues ve a tu habitación y descansa, mañana hay trabajo, la luna de miel se fue al infierno -quiso ser gracioso pero ella cerró los ojos con dolor, eso lo hizo sentirse nervioso- venga vete....estoooo bueno.....buenas noches.

Y se volvió un poco descolocado por haberla hecho sentirse mal.

Ella de pronto lo llamó.

-Nam...

-¿Sí? -se volvió a verla de nuevo.

-Siento pedirte ésto, pero.... el vestido no puedo quitarlo por mí misma -dijo nerviosa.

-Ah....claro.....el vestido -se acercó a ella- ¿Como puedo ayudarte?

-Tienes que desabrochar los botones de mi espada.

Tragó él y se puso de espalda a ella, con sus largos dedos empezó a desabrochar uno por uno, cuando bajaba pudo ver la ropa interior blanca y de encaje que ella tenía preparada para su hermano y la noche de bodas.

¡Tonto! Pensó.....lo que tenía a su lado y lo dejó escapar, esa piel tersa iba apareciendo ante él y sin poder remediarlo le rozó la yema de su dedo, paró y lo dejó estar, ella no era una mujer de esas que veía de vez en cuando. Terminó y se separó, la dejó libre después de sentirse deseoso de algo más que desabrochar unos pequeños botones.

-Ya está -le dijo con una sonrisa.

-Gracias, me voy a dormir -ella se fue avergonzada, lo conocía muy bien pero en la intimidad era todo muy diferente.

Nam llegó a su habitación y se quitó la chaqueta del smoking, desabrochó los puños de la camisa y la subió hasta sus codos, quitó los botones superiores y dejó ver ese pecho trabajado que tenía. Respiró hondo y sacó una botellita de alcohol que tenía en su mini bar dentro de su habitación. Se lo bebió todo de golpe, necesitaba contrarrestar el rencor que sentía contra su único hermano pequeño.

Lo había envuelto en una situación que sería difícil de llevar, pero no podía poner en peligro el prestigio de su familia y de su empresa, cogió otra botellita de alcohol y después otra y se las bebió todas desesperado.

Se tendió en la cama cuando ya no pudo más y se durmió.

Al cabo de unas horas despertó, le dolía la cabeza enormemente, se la tocó y peinó su pelo con fuerza con sus dedos para sentarse al final en la orilla de la cama. Su estómago estaba revuelto y su aspecto eta horrible.

Se levantó y tropezó con las botellitas que bebió cuando llegó de su horrible boda.

-!Maldita sea mi existencia! -su genio era ese aunque supiera ser amable, siempre sabía como tratar a las personas aunque si alguien lo retaba o se pasaba con él sabía como parar todo de golpe.

Aún con su pantalón de pinzas negro y su camisa blanca desabrochada salió hacia la cocina, debía beber agua.

Allí estaba TN vestida para ir a trabajar, estaba haciendo el café. Al verlo con esas pintas y que no hablaba lo saludó.

-Buenos días -dijo amable.

-Si tú lo dices así será -con tono borde y no acostumbrado a tener a nadie por la mañana en su apartamento se comportó frío.

-Vaya, el genio que te gastas cuando los japoneses no quieren firmar tu propuesta también lo tienes en tu casa por lo que veo -lo había visto en el trabajo a veces de ese modo y no se sorprendió.

-Mira TN anoche bebí demasiado y hoy no puedo ni con mi existencia, así que no saques tu sarcasmo conmigo que te conozco -también la conocía, su genio y su peculiar sentido del humor.

-De acuerdo, te haré un café y nos iremos a trabajar -dijo y se alzó para coger una taza de arriba del estante.

Namjoon bebía agua no muy lejos de ella, se descontroló un poco y al verse que caía al suelo se agarró a él, tocó sus fuertes hombros.

Él la atrapó y la pegó a su pecho. Después de darse cuenta de la proximidad que los unía la soltó y se alejó.

-Espérame un poco, me daré una ducha e iremos juntos al trabajo -se fue sin decir nada más.

TN se bebió el café absorta en la imagen mental sobre los pectorales de Nam. Había tocado muchas veces el cuerpo de Taehyung pero nada tenían que ver un hermano con el otro.

Respiró hondo pensando en éste último, la había abandonado, dijo que la quería, que quería hacerla su esposa, sin embargo había acabado con su hermano. Todo era complicado, lo seguía amando así que verlo en la empresa sería duro pero no le demostraría el dolor que sentía, sería la TN fuerte e inteligente y ante nadie bajaría el rostro................


EL AMOR VIENE DESPUÉS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora