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Llegó Namjoon hasta su empresa con cara de pocos amigos, lo de TN lo tenía desconcertado, no sabía como actuar y temía que llegara alguno y se la quitara.

Subió hasta su oficina en el ascensor pensando lo bonita y sexi que se veía, una sonrisa se le instaló en la cara, pero después recordó que todos la mirarían como unos pervertidos y eso lo hizo ponerse serio.

Entró por las puertas y había alguien esperándolo, era uno de sus abogados, éste era el más cercano ya que era también su amigo. Había estado de viaje por unos meses resolviendo cosas del negocio pero ya estaba de vuelta.

—Me alegro de verte SeokJin, necesito que hagas algo y que estés aquí y seas tú resolverá un poco mis problemas —dijo en tono amargo— entremos a mi despacho, y hablemos.

Entraron y se sentaron, Namjoon resopló.

—Vaya —reía Jin al verle el aspecto de malas pulgas y queriendo destensar el momento y sabiendo por lo que estaba así dijo con gracia— ¿Estás así por una mujer?

—No por una mujer así como tú lo dices —suspiró— es por "Mi" mujer.

—¿La novia de tu hermano? —le preguntó del mismo modo que Namjoon la mencionaba los primeros días de matrimonio delante suya cuando le contaba cosas.

—¡No digas eso así de esa forma Jin!

—Oh ¡Joder! Yo solo repito tus palabras.

—Pues ya no quiero oír más esas idiotas palabras.

Se quedaron un momento en silencio.

—Nam.

—¿Sí? —lo miró atento.

¿Te has enamorado? —le preguntó y se quedó con los ojos abiertos, pero en ese momento sin llamar siquiera apareció Taehyung enfadado.

—¡Hiung! ¡Como has podido! —le gritó y se acercó a su mesa para poner las palmas de sus manos sobre ella— ¡¿Porqué la has despedido?!

El otro rodó sus ojos molesto— Si hablas de TN, yo no tengo nada que ver con eso Tae, se quiso ir por su cuenta.

—¿Y ahora qué hacemos? Me la quitaste de secretaria y te la llevaste tú para luego no cuidarla —lo miró muy enfadado— Siempre te comportas como si las personas no tuvieran sentimientos —le espetó Taehyung.

—¿Y tú precisamente me vas a hablar de sentimientos? ¿Acaso los tuviste tú ese día que la dejaste en ridículo frente a todo el mundo? ¿Te importó como se sentía ella? —se levantó de su silla y apretó los puños.

—Que sepas que estoy deseando que pase el tiempo de ese maldito error que cometiste al casarte con ella y entonces yo....

—¡No fue un error! ¡Maldita sea!

Gritó tan desesperado que hasta él se sintió raro, su matrimonio era lo que era desde el principio y saber que todo el mundo lo sabía se le estaba atragantado, al final en realidad no eran nada, eso lo hizo tener miedo por primera vez.

—¿Queréis parar? Sois hermanos ¡Por dios! —dijo SeokJin que también se había levantado.

—Jin —lo miró Taehyung—....mi hermano no entiende que hay un contrato con un japonés que solo quiere ver a TN para la transacción, ha llevado eso desde el principio —y volvió a mirar de nuevo a Namjoon— ¡Así que ve y le súplicas que venga!

—¿Qué yo suplique? Nunca he duplicado a una mujer y ahora no será así tampoco.

—Pues si no has tenido las agallas de mantenerla aquí en la empresa tengo que decirte que tú serás el responsable de que el japonés no renueve el contrato con nosotros, espero que nuestro padre vea que no eres mejor que yo para llevar la empresa —enfadado y dándoles la espalda se fue cerrando la puerta de un golpe.

Namjoon se echó en su sillón de golpe y resopló cansado de todo.

—Mi vida se está volviendo un desastre Jin —dijo sin ganas.

—Creo que tendrás que suplicar a tu mujer después de todo —jin alzó sus hombros.

—¿Y cómo se hace eso? Nunca tuve que suplicar  a ninguna mujer en mi vida, siempre vinieron a mí sin tener que mover un dedo —dijo muy seguro de sí mismo.

—Porque con las mujeres con las que has estado no merecen la pena, son todas unas interesadas, pero ya ha llegado la que te tiene así como estás en éste momento —sonrió su amigo.

Namjoon lo miró sin entender— ¿Y según tú como me tiene?

—Acojonado y atontado —reía con todas sus ganas el otro— y además asustado porque no sabes como tratarla, es una mujer de los pies a la cabeza y lo mejor de todo que es buena en su trabajo.

Él asintió— Tienes toda la razón, si vieras lo guapa que iba hoy —suspiró.

—Pues para conquistarla tienes que dejar esa absurda idea del contrato con el señor Jung.

—¡No puedo! No me pidas eso....mi empresa lo necesita —negaba con la cabeza.

—¡Ya tienes mucho dinero Nam! Deja ya atrás ese afán de ser el mejor en todo porque la perderás amigo —le recriminó Jin— esa mujer no te quiere por tu dinero, si te dijo aquel día según tú eso de "te quiero", no es por lo importante que seas ni lo que tengas, sino porque de verdad lo siente.

Namjoon atrapó con las dos manos su pelo y bajando la cabeza tiró de él por lo mal que se sentía, no sabía que hacer, estaba bloqueado.

Levantó la cabeza y miró a su amigo.

—¿Me vas a decir de una vez cómo se suplica a una mujer? ¿Qué hago para que sepa que si me interesa?...

********

Llegó la noche y TN paró cansada ante la puerta del apartamento, se quitó los zapatos antes de abrir la puerta y en su cabeza maldecía tener que vestirse de ese modo, ¿De verdad tendría que hacerlo todos los días para que su esposo se fijase en ella? Era un ropa tan incómoda para tenerla todo el día puesta en la oficina que no sabía si podría soportarlo. Encima le dolían enormemente los pies por los malditos zapatos de tacón alto.

Abrió la puerta y un exquisito olor a comida la invadió, tenía tanta hambre que la boca se le hizo agua. Entró al salón y vio la mesa con unos platos preciosos y unas copas de vino encima de un bonito mantel bordado, un jarrón de cristal con rosas rojas decoraba el centro  y la estancia estaba iluminada por muchas velas.

—Señora Kim ¿Está cansada? Si es así aquí tiene a su humilde servidor para pedirle lo que desee, pida por esos preciosos labios que tiene y yo la complaceré en todo como nadie lo hizo jamás.

Escuchar esa voz varonil y melosa al mismo tiempo la dejó sin saber que hacer ni que decir y un escalofrío recorrió su cuerpo de arriba abajo.

Namjoon estaba guapísimo, vestido con una camisa de algodón de color beige e informal y con un pantalón también de algodón holgado y de color negro. Ella nunca lo había visto vestido de ese modo y soltó todo el aire de golpe y tragó la saliva que por poco la atraganta.

Su pelo levemente despeinado que caía en su frente salvajemente por no haberse puesto el fijador cómo todos los días le pareció realmente sexi y deseable. ¡Estaba buenísimo por dios!

—¿Te vas a quedar ahí parada?....estaba deseando que aparecieras para decirte lo mucho que me hiciste falta hoy.... cariño...

EL AMOR VIENE DESPUÉS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora