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Namjoon siguió con la mirada a los dos que se iban con paso rápido, cerró los ojos y soltó el aire con frustración.

Salió también al exterior después de unos minutos, cogió su coche para irse a cambiar de ropa y darse una ducha, soltó las llaves en la mesita con fuerza cuando llegó al apartamento después de haber conducido como loco, estaba enfadado. Subió al dormitorio y se quitó la ropa con rabia, entró al baño y dió al agua fría porque quería despejar lo que estaba sintiendo, tardó media hora en estar listo.

Se puso un pantalón de pinzas de color negro, una camisa de color blanco con una corbata oscura y cogió la chaqueta en la mano. Salió al pasillo y al andar notó que había pisado algo, echó su vista al suelo y se encontró con la alianza de bodas de TN, era la que su hermano tenía preparada la noche del matrimonio con ella y que utilizó porque era lo que había en ese momento. La cogió, se la metió en el bolsillo y escribió un mensaje en su móvil, después salió en busca de su coche de lujo.

Iba camino de la casa de Lisa con la cabeza hecha un lío. Pensaba en TN, ¿Sería grabe lo de su madre?

Mordió su labio con desesperación y dió un golpe al volante cuando ya estaba aparcado en la puerta de su codiciado inversor. ¿Merecía la pena dejar atrás a alguien que lo necesitaba en éste momento por estar en esa casa? Era TN la que estaba mal y eso lo inquietaba pero a la vez sabía que no había contado con su ayuda, lo había rechazado. Ella había decidido ir con su hermano así que no era su problema como le dijo en la empresa.

Estaba pensando de ese modo cuando algo atravesó su pecho, un sentimiento parecido al que sintió al ver a su antigua novia con otro aquel día, para ella tampoco era nadie importante, estaba eligiendo a su hermano, la rabia y la impotencia lo consumían. Su carácter bravo no le dejaba ver la realidad, además ansiaba demasiado llegar a completar su misión empresarial.

—No es tuya Namjoon así que para de pensar tonterías —se decía a sí mismo cuando bajaba del coche.

Llamó a las grandes puertas y lo recibió un hombre de servicio de la casa, lo acompañó hasta un gran salón.

—Buenas noches a todos —les hizo una reverencia a todos los que se encontraban allí sentados en la mesa central.

—Bienvenido señor Kim, siéntese, lo estábamos esperando —dijo el inversor el señor Jung, le señaló un extremo de la mesa dónde estaba Lisa con una gran sonrisa esperando que se sentase a su lado.

—Con mucho gusto señor —dijo él y se sentó.

—Primero cenaremos y después hablaremos de negocios, ¿Está de acuerdo? —miró el padre de Lisa a Namjoon.

—Por mi parte me parece perfecto señor — sonrió y cogió una copa de vino para contrarrestar la sequedad que tenía en su boca.

—Estoy muy contenta de que estés aquí a mi lado —le dijo Lisa con una sonrisa.

Él se la devolvió pero no le contestó.

Notó de pronto la mano de aquella chica tocar su muslo y la miró a los ojos, era preciosa, joven y risueña.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —dijo de forma inocente que no le pegaba nada. Él entrecerró sus ojos porque esa expresión ya la conocía en las mujeres, le estaba coqueteando.

—Usted dirá señorita.

—¿Es verdad lo que dicen de tí?

Divertido por verla embobada le contestó con voz varonil—¿De mí? ¿Qué es lo que dicen de mí? A ver.

—Que se casó por un año.

—Ah...es eso —no le hizo gracia—Sí es cierto —lo dijo serio.

—Me alegro —sonreía ella jovial— mi padre tiene muchos planes para nosotros, ya lo verás, pero no sabíamos si era cierto que tu matrimonio al final sería anulado.

Namjoon se tensó y respiró hondo, eso era así desde un principio y no podía ocultarlo.

Pensó de nuevo en TN, estaría mal y él no la estaba ayudando pero seguro su hermano no la dejaría sola, sentimientos encontrados rodearon su mente.

—Señor Kim —lo llamó el padre de la otra y lo sacó de su pensamiento.

—Diga señor.

—Los demás me están diciendo que haremos muy buena fusión con usted, que les gusta su forma de trabajar —él sonrió a todos.

—Gracias, será un placer para mí que cuenten con mi empresa....

La velada se dilató hasta altas horas de la madrugada, todo fue perfecto, los hombres de negocios alabaron a Namjoon y decidieron que contarían con él y con su empresa. Pero algo no le gustó, Lisa entraba en el lote. El padre de ella le dió a entender que sería un buen esposo para ella cuando su matrimonio fuese anulado.

Él sabía que si no se casaba con aquella chica preciosa y risueña no llegaría muy lejos en su sueño. Estaba en una encrucijada.

Se despidieron todos los asistentes y al irse él Lisa lo acompañó hasta la salida.

—He disfrutado mucho de tu compañía Namjoon —lo miró con una sonrisa tierna.

Esa chica sabía como hablar, sabía como comportarse en sociedad, era tan comedida y nada altiva, no lo retaba en ningún momento. Dentro del círculo empresarial sería una muy buena esposa, el contraste con el temperamento de TN era monumental.

—Y yo también he disfrutado —la miró como miraba a todas y tocó su mejilla para acariciarla.

—¿No vas a besarme? —Lisa lo estaba deseando.

—Soy un hombre casado niña, comportate —le dijo él sonriendo.

—Ya tengo ganas que pase el tiempo y seas un hombre libre —puso un puchero y Nam la soltó.

—Aún no he dicho que después de eso vaya a besarte tampoco —dijo seductor.

—Eso ya lo veremos señor Kim —dijo con gracia lo que hizo que él riera.

Se separó y cogió de su bolsillo las llaves de su coche.

—Entra, es muy tarde y yo tengo que volver a casa, mañana trabajo —y se volvió para irse.

—¡Lo voy a enamorar señor Kim ya lo verás! —dijo ella divertida y a voces.

—Ok...pero entra a tu casa —y se fue él a su coche.

Cuando entró cogió el volante con las dos manos y apretó, bajó su cabeza hasta tenerla entre sus manos y maldijo.

—¡Mierda! ¡Joder! ¿Nunca podré hacer lo que mi corazón manda? ¿Toda mi vida tendré que cuidar de mi familia? ¡Estoy cansado de todo!

Y unas lágrimas salieron de sus ojos, pero solo fueron unas pocas porque con rabia las limpió.

—¡No caeré de nuevo! ¡No lo permitiré! Me hirieron una vez y prometí que nunca más dejaría que una mujer controlara mi vida —dió dos golpes secos en el volante y arrancó para irse de una vez a su apartamento....

EL AMOR VIENE DESPUÉS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora