EL AMOR VIENE DESPUÉS

19

Después de haber estado juntos los dos de esa forma tan despiadamente íntima estaban encantados el uno con el otro, aunque ella sabía que Namjoon no sentía lo mismo, no estaba enamorado pero como ella no era una mujer cualquiera y su arrojo y personalidad la hacían especial decidió enamorarlo, aún le quedaban unos meses para cumplirse ese día en que se separarían.

Su madre estaba mucho mejor y todo gracias a su ahora amoroso marido, que le puso en su casa una enfermera las veinticuatro horas pagada por él mismo.

Un día iba a entrar al trabajo TN después de haber hecho unas diligencias fuera, pero antes quiso pasar por una cafetería que había cerca y comprar unos dulces que sabía que le gustaban a Namjoon.

—Hola TN —escuchó al entrar.

—¡Oh! ¿Eres tú? —le saludó— ¿Era Min Yoongi tu nombre verdad?

—Sí...ese es mi nombre —le sonrió éste— ¿Quieres tomar un café conmigo? Tengo que contarte algo sobre la empresa de tu marido, no sé como decirle lo que he sabido hoy mismo.

Ella se sorprendió, ¿De qué se trataría?

Se sentaron en una mesa y pidieron un café cada uno, cuando los habían servido aquel guapo ejecutivo hermano de Lina se relajó en su silla y la miró.

—Creo que a Nam se la están jugando —le dijo serio.

—¿Quién? Y ¿Porqué? Es que no te entiendo.

—Mira aunque no lo creas yo nunca le haría nada malo a tu esposo, si mi hermana te dió a entender que él aún está interesado en ella no es cierto, hace tiempo la vio con otro hombre haciendo el amor el día que iba a pedirle matrimonio.

TN tapó su boca por la impresión.

—No puedo creer eso....lo que tuvo que sufrir dios mío —se quedó descolocada.

—Pues créelo y sé que desde ese día no quiere saber de ninguna mujer, no ha querido nunca nada serio —al escuchar eso de Yoongi ella se entristeció, era verdad, si estaban casados era por circunstancias que nada tenía que ver con el amor.

Ella solo asintió.

—Pero lo que ahora quería contarte es que me ha dicho un amigo y colega de profesión que oyó al padre de Lisa decir que quería a toda costa la empresa de Kim Namjoon —ella se movió incómoda de la silla— van a hacerle creer que es muy buen partido para Lisa y que ella quiere casarse con él después de anular tu matrimonio, pero solo quieren despojarlo de todo.

—¡Por el amor de dios Yoongi! No puedo permitir eso —se levantó corriendo— me voy, te lo agradeceré todo con una cena un día...gracias de verdad.

—Ten cuidado...esa gente es bastante importante —ella asintió.

Se despidieron y ella con sus tacones y su falda ajustada corría por la avenida que llegaba a la empresa, entró y subió por el ascensor toda acalorada, tenía que contarle.

Llegó hasta la puerta de su despacho, roja y jadeante la abrió sin llamar, lo que iba a contarle no podía esperar. Pero paró en seco cuando vio que allí estaban Lisa y su padre sentados junto a Namjoon.

—¿TN? ¿Te ocurre algo? ¿Porqué no llamaste antes de entrar? No creo que sean modales para una secretaria —se le veía levemente enfadado, los habían interrumpido y eso a él no le gustó.

—¿Podemos hablar un momento? ¿Puedes venir ahora ahí fuera? —no podía contarle con ellos allí.

—¿Pero qué dices? —miró a los otros dos todo avergonzado— perdonen a mi secretaria, no sé lo que le ocurre hoy —les puso una sonrisa a esos dos que la miraban mal y por encima del hombro.

Se levantó Namjoon y la estaba despellejando con la mirada mientras se acercaba— ¿Pero qué es lo que te ocurre? —le dijo bajito cerca.

—Tengo que hablar contigo a solas ya te lo he dicho al llegar —ya se lo decía de malas formas porque no había dejado claro que era su mujer y le había dolido, la rubia la miraba con altanería y lo sentía mucho pero eso no podía permitirlo y menos a esa niña de papá.

—Y yo te he dicho que ahora no es el momento, que estoy ocupado —los dos se retaban como siempre, eran pura dinamita.

—¿Ocurre algo grabe señor Kim? —le dijo el otro y él volteó con una sonrisa.

—No, mi secretaria que no entiende que estoy ocupado y no puedo hablar con ella —TN resopló.

—Papá es que tiene una secretaria muy rara, creo que necesita disciplina —le dijo Lisa en tono sarcástico.

Al escuchar eso y ver que Namjoon le sonreía a la rubia por la broma se puso TN tensa y de mal humor.

Uyyy eso no le había gustado pero nada de nada, ¿A ella que lo quería salvar de la ruina la miraba mal y a la que ocasionaría una catástrofe en su empresa le sonreía?. Así que lo cogió del brazo sin medir las consecuencias y le clavó los ojos, cuando el otro se percató de su enfado frunció el ceño, sorprendido porque hiciera eso delante de gente importante no le agradó, pero ella sin dejarse intimidar le habló.

—Si no vienes te arrepentirás toda tu vida, soy tu esposa y si hago ésto es porque es importante y no para que me hagas desprecios delante de ellos —al ver su comportamiento Nam se puso a la defensiva y agarrándole el brazo fuerte él ésta vez, se dirigió a ella.

—Vamos de una vez fuera que voy a decirte yo algo mucho más importante —y volviéndose de nuevo a los otros dos que los miraban atentos les dijo más calmado— perdón por la intromisión pero vuelvo en unos minutos, no tardaré.

Y salieron los dos fuera, Namjoon iba primero dando grandes zancadas y TN lo seguía, entraron a la sala de reuniones y cerraron la puerta para tener intimidad.

Nam la miró enfadado, nunca lo había visto así antes.

—Si verdaderamente fueses mi mujer no te habrías comportado tan grosera ahí dentro —le dijo desde cerca— habrías esperado cómo te he dicho, tu comportamiento ha sido nefasto.

—Es importante.... me han dicho.....

Pero él no quería escucharla, ya no, su temperamento no lo dejaba.

—¡No! ¡Te he dicho que ahora no te escucharé... y nunca, escúchame bien, nunca hagas lo que has hecho hoy! ¡Te lo he dicho mil veces, mi mujer no puede comportarse como tú lo haces! ¡Hoy me has hecho arrepentirme de la decisión que tome ese día, tenía que haberte dejado allí sola y despreciada ante el altar!

Ella abrió sus ojos, dolida por lo que había escuchado y con la respiración acelerada se acercó a su cara, serían sus últimas palabras porque luego lo dejaría, ya habían sido muchas cosas.

—Siento no estar dentro de los estándares de una buena esposa, solo quería decirte algo urgente, pero sabes....te mereces todo lo que te ocurra, estoy cansada de esa obsesión que tienes por conseguir ese maldito contrato  —y con la voz afectada por todo lo que estaba viviendo terminó— me había enamorado de tí porque creí ver a un hombre culto, bueno y trabajador pero eres un burro que no ve más allá de su ego profesional.

Y sin más salió y cerró la puerta con un tremendo portazo.....