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Llegó Namjoon al apartamento, abrió la puerta y por primera vez lo sintió frío y sin vida, llegar últimamente con TN y saber que ella dormía muy cerca de él le estaba gustando. Sin embargo ahora estaba todo en silencio, se dió cuenta que ya no le gustaba estar solo.

Soltó las llaves en la mesita de la entrada y se quitó la chaqueta, la tiró sin ganas a un lado del sillón que había en el salón y él se sentó al otro lado.

Había bebido dos o tres copas de whisky y no es que estuviese ebrio pero con el estrés y el cansancio acumulado más ese alcohol se sentía pesado, así que tumbó sus pies para quedar tendido completamente y allí mismo se durmió.

Habían pasado dos horas y escuchó la puerta, alguien llamaba, los golpes secos lo despertaron. Se levantó y desconcertado fue a abrir.

Era TN, se veía cansada, las ojeras debajo de sus ojos marrones eran evidentes y nunca pensó Namjoon que aún así se viera preciosa.

—TN —le dijo él en tono bajo.

—¿Puedo pasar? —lo miraba sin moverse y tan triste que él se echó rápidamente a un lado.

—Esa pregunta sobra ¿Porqué no abriste con tu propia llave? Te di una para que lo hicieras cuando quisieras entrar —ella entró y se quedó en medio del salón, él cerró la puerta y se puso de frente. No le gustaba su mirada entre triste y retadora.

—¿Qué ocurre? Tú madre está bien ¿Verdad?

—Nam vengo a decirte que me voy, recojo mis cosas y me iré de aquí, ya no voy a vivir más contigo.

Se quedó el otro descolocado.

—¿Irte? ¿Dónde? No inventes TN, no te irás a ningún lado hasta que todo lo nuestro acabe —se asustó Namjoon y le habló altanero y enfadado, no era muy bueno para expresar sus sentimientos.

—Mi madre quiere que vuelva a casa con ella, dentro de unas horas le darán el alta del hospital y me necesita —le dijo sin importarle lo que el otro decía.

—Pagaré una enfermera que esté con ella todo el tiempo.

—No quiero más tu dinero.

—Y yo no quiero que te vayas.

Ella se puso a la defensiva, había imaginado lo difícil que iba a ser dejarlo a un lado pero estaba siendo peor de lo que pensaba.

—¡Tengo que irme maldita sea! —le gritó y respirando con dificultad bajó el rostro— mi madre me necesita.

—Y yo también.

TN abrió los ojos por la impresión y alzó de nuevo su rostro y se encontró a un Namjoon que nunca había visto, se veía dolido.

Y sin más al verla mirarlo otra vez se lo repitió—Yo también te necesito.

—Si es porque necesitas una secretaria yo le diré a alguien que conozco que....

—¡¿Pero que estupidez estás diciendo?!

—¡¿Entonces porqué más puedes querer que me quede a tu lado?!

El temperamento de ambos había estallado.

—¡Porque eres mi esposa, y no tienes derecho a que mañana hablen todos que has dejado a tu marido! ¡Qué por si no lo sabes soy yo!....¡Joder! ¿Nunca vas a entender que tus actos dañan mi reputación?

—Vaya —se mofó ella— pues busca a esa chica ¿Como se llama? Ah sí.... Lisa, su saber estar puede traerte fortuna en la vida.

Namjoon apretó sus puños y se acercó a ella, la rabia lo consumía.

—El fuerte temperamento de una persona se debe usar para marcar un objetivo que traiga suerte y fortuna en su vida —la miró con tanta fuerza que TN retrocedió un poco pero él la agarró del brazo y no la dejó dar ni un paso más— pero yo aún no sé para qué demonios lo sacas tú ¿Es para desesperarme? Es eso ¿Verdad?

—¡Suelta! No sé de qué me hablas —ella forcejeó un poco y él abarcó sus brazos por su cintura y la apretó a su cuerpo.

—¿Y si no lo hago? ¿Qué vas a hacer? —el reto era mutuo.

—Te daré un golpe bajo en ese lugar que todas adoran —dijo ella entre dientes y triunfante.

El suspiró forzado al ver que se removía como una fiera indomable ¿Cómo sería hacerle el amor? ¿Sería también en ese área tan potente?

—¿Siempre eres tan directa? —le dijo al oído y eso la molestó.

—Nam —dijo ella después con tono más bajo pero enfadada, había aflojado su cuerpo al ver que él tenía la fuerza— suéltame y hablaremos, por favor.

—Lo siento pero no me fío de ti —no quería soltarla, tenerla así y sentir su calor lo tenía como loco.

—¡Por el amor de dios suéltame! —dijo con rabia y le mordió la mano.

Él la soltó de golpe en el sillón y ella quedó sentada después de votar un poco, lo miraba incrédula poque la hubiera soltado de ese modo.

—No me mires así, que has caído en mullidito... mientras tú mira —le enseñó los dientes señalados en su mano.

Ella se levantó de golpe y se puso de frente a su rostro y con toda la rabia que pudo reunir le habló:

—Te odio.

—Eso no es cierto.

—Si lo es.

—No, no lo es.

—Ahhhggggg ¡Qué sí!

—¡Se acabó!

La cogió de la nuca con una mano y con la otra de la cintura y con fuerza la posicionó para besarla.

—Creo que lo que necesitas es que te enseñen a respetar —la besó con posesión por un rato— a callar cuando se te dice —la besó otra vez— y que te den tal castigo que lo recuerdes por mucho...mucho....mucho tiempo —y sin más la apretó con tal actitud de dominio que TN temblaba en sus brazos.

Eso es lo que ella deseaba, sí... eso es con lo que había soñado últimamente, tener ese cuerpo apretando el suyo, sentir su aliento cerca, que la acariciara y que la hiciera suya.

Namjoon se separó un poco jadeante y la miró tocando su mejilla todo tierno, con voz suave pero con rectitud le habló:

—¿Quiere mi fierecilla indomable que le haga el amor?

Ella asintió hipnotizada.

—Pues vamos a mi habitación que te amaré como nunca te amó nadie.

La cogió en sus brazos y la llevó hasta donde la amaría toda la noche......

EL AMOR VIENE DESPUÉS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora