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Sintiéndose atraída por el hombre más posesivo que había conocido jamás, TN entrelazó sus manos en el cuello de Namjoon. Se sentía feliz pero a la vez desilusionada consigo misma por querer hacer el amor con alguien que no la quería, era la realidad, mientras ella ya vivía emocionada con el sentimiento del amor aquel solo quería poseerla como a muchas más que lo rodeaban.

—Eres la mujer más peculiar que jamás he conocido —dijo él en un susurro mientras la llevaba en brazos camino de su habitación.

—No puedo creer que entre todas las que han estado entre tus brazos yo sea la única que te desconcierta —se mofó ella.

—Pues puedes creerlo —entraba en su habitación y con el pie le dió a la puerta para que se cerrase de golpe, se acercó después a sus labios y le sonrió — eres la única que me reta y eso me gusta aunque a veces me entren ganas de mandarte lejos.

Lo miró un poco desconfiada.

—Pues lo siento Kim Namjoon yo soy así y no voy a cambiar por mucho que a tí te disguste —dijo ella con una actitud retadora y altiva que a él lo hizo sonreir.

Namjoon chasqueó su lengua y negó con la cabeza, estaban parados ante la enorme cama que había en medio del dormitorio y sin dejarla aún en ella la cargó de pronto en su hombro riendo, ella estaba con su cabeza boca abajo y él la cogía fuerte por las caderas.

—Creo que nadie te dejó claro cuáles son las reglas de la naturaleza —siempre tan culto pensó ella rodando sus ojos, y enfadada por verse en esa posición tan denigrante para una mujer se removió molesta y le gritó.

—¡¿Se puede saber qué haces?!

¿Qué juego era ese? ¿A ella con tonterías? vamos por dios, no le iba a permitir que jugara de ese modo tan infantil.

—¡Nam!...¿Qué haces te estoy preguntando?

—Enseñarte ciertas reglas del apareamiento entre el macho dominante y la sumisión de la hembra —reía él por lo que le decía.

—¿Estás loco? ¡Bajame! —se le habían quitado las ganas de hacer el amor, aquello no era normal.

—Las regias de la naturaleza —dijo él de nuevo y ella resopló por ver que no la soltaba y seguía con esa tontería —dicen que el macho domina a la mujer en el apareamiento, le introduce su miembro reproductor con fuerza y ella está expuesta a sus deseos en todo momento dándole el placer que él necesita.

—¡Por favor! —le gritó por escucharlo decir esa idiotez mientras él le miraba con deseo el trasero expuesto ante sus ojos— ¿Eres un hombre de las cavernas acaso? —protestó ella que tenía esa espalda llena de músculos pegada en su rostro, con la rabia que sentía le miró también el trasero, aquel imponente que sobresalía ante ella, redondo, musculoso y prominente, le dió un azote sin pensar en las consecuencias —¡Bajame he dicho!

—Uhhh —replicó él mordiendo su labio— segunda regla, la hembra nunca empezará algo  que sabe que no puede terminar ganando —y sin más abrió su mano y una fuerte palmada sintió TN en su trasero.

—Ahhh ¡Qué duele animal!

Reía Namjoon tan embrujado por ella, que su deseo y su fuerte erección causada por aquel juego lo tenía ardiendo por dentro.

—¿Quieres saber cuál es la tercera? —dijo divertido.

—!Dilo rápido! porque aunque diga que no quiero saberlo lo vas a decir de todos modos —dijo derrotada, pero añadió— pero date prisa porque se me están durmiendo las piernas.

Todo divertido la quitó de su hombro y la volvió a coger en brazos, se acercó de nuevo a sus labios y con voz ronca le habló.

—Hay machos que se sienten atraídos por la más guerrera del grupo, aunque eso sea su perdición y creo que yo soy uno de ellos —y mordiendo su labio la echó de golpe en la cama— demuéstrame que no estoy equivocado y tú eres una de esas hembras que se vuelven la droga del líder.

La miraba con sus ojos ardiendo y con una actitud que a ella la encendió de golpe. Veía como se quitaba la camisa botón a botón haciendo que sus grandes pectorales salieran a la luz.

Muerta de deseo lo miraba maravillada, era todo un hombre sí señor.

—¿Te comió la lengua el gato? —le dijo Namjoon sonriendo al verla mirarlo de esa forma.

—Me encanta tu pecho —susurró TN levantándose de la cama y poniéndose de pie, le tocó el pecho y se lo acariciaba.

—Quiero estar dentro de tí ya, en éste momento lo deseo más que ninguna cosa en éste mundo —le hundió él sus dedos en el trasero y la atrajo para pegarla a su enorme y endiablada erección, estaba excitado como nunca lo estuvo, esa fierecilla indomable lo ponía y de qué modo. ¡Señor! Iba a arder en el infierno pero la poseería como nunca había poseído a ninguna mujer.

La besó primero como si la vida le fuese en ello y al mismo tiempo le desabrochaba la camisa deprisa, tocaba su pecho y pellizcaba sus pezones haciendo que ella gimiera en su boca.

Cuando ya estuvieron desnudos se tendieron de golpe en la cama, Namjoon se subió a horcajadas en ella y con una respiración que se sentía tan agitada que tuvo que respirar hondo para hablarle la miró con posesión.

—Ahora te demostraré porqué dicen las mujeres que soy el mejor —eso no le gustó a ella y se removió molesta, pero él juntando sus piernas a sus caderas la aprisionó, le gustaba tenerla controlada— pero a tí te daré algo mejor —se acercó a su oído y con una voz que la hizo estremecer le dijo— te daré la exclusividad, por todo el tiempo que nos queda de matrimonio no habrá entre mis brazos otra que no seas tú.

Eso entró en el corazón de TN, era algo que no esperaba escuchar. Y sin más Namjoon la besó, la acarició y la penetró con fuerza, aquel miembro que sintió ella en su interior era algo que la hizo gritar de placer, los movimientos despiadados de aquel hombre imponente la hicieron retorcerse de placer, de un lado a otro de la cama no quedó rincón que sus cuerpos tocaran y retozaran, disfrutaron los dos como nunca lo hicieron, amor de un lado y placer del otro, aunque él se sintió distinto que otras veces, esa mujer le hacía sentir algo que no sintió jamás.....

EL AMOR VIENE DESPUÉS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora