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Estaba TN en su antigua casa junto a su madre porque tras la discusión con Nam recogió sus pocas cosas y se fue del apartamento.

Él no se había dignado ni a llamarla siquiera, ni preguntar dónde estaba.

Después de ayudar a su madre a tomar las medicinas que necesitaba y dejarla acostada se fue a su habitación.

Se miró las manos y se dió cuenta que hasta el anillo de su falsa boda había perdido en algún lugar que ni sabía.

Se sentó en la cama y sonó su teléfono, creyendo que era Namjoon se sobresaltó y sin mirar la pantalla para saber de quién se trataba contestó.

—¿Nam? —tenía aún la ilusión de escuchar su voz.

—Soy Min Yoongi....señora Kim —oyó al otro lado.

—Ah...buenas señor Min, me alegro de escucharlo, ¿Quería algo? —estaba desilusionada de que no fuera quién ella deseaba.

—Quería saber cómo le fue con el asunto del señor Jung y de su hija Lisa.

—Horrible...mi esposo no quiso escucharme —lo dijo apenada.

—¿Podemos vernos para hablar de ello? Me dijo que me invitaría a una cena.

—Es cierto, se lo prometí, si quiere nos podemos ver ésta noche, me gustaría saber más de todo ese asunto —le dijo ansiosa.

—Con mucho gusto accedo a su invitación, le doy las gracias y no se preocupe que le contaré todo —era un hombre muy correcto y a ella le gustó que le hablara de ese modo.

Llegó la noche y TN se vistió para la ocasión, era una mujer bella y con un vestido negro de corte princesa que se puso aún lo era más. Se peinó el pelo castaño con unas hondas marcadas y se maquilló con mucho estilo, sabía sacar su potencial.

Pero estaba enfadada porque los hermanos Kim la habían despreciado y eso la hizo querer demostrar que es lo que habían perdido, no era una mujer sumisa aunque había sufrido mucho por el amor de dos hombres que no la habían valorado, así que no le debía nada a ninguno, iba a disfrutar de la cena con alguien que la trataba como ella se merecía y sin remordimientos esperó a su guapo acompañante.

Min Yoongi la recogió a las nueve de la noche en su exuberante coche plateado de alta gama y al verla se quedó hipnotizado por su belleza.

Bajó de su coche y le puso una de sus mejores sonrisas.

—Señora Kim...

Ella lo cortó.

—Me gustaría más que me llamase señorita Lee, pronto volveré a ser una mujer soltera —le dolía decirlo.

Se subieron en el coche y se fueron a un restaurante famoso de la ciudad de Seul.

Por el lado de Namjoon iba éste montado en su coche de color negro junto a Lisa y su padre, tenían una cena porque el señor Jung quería hablar con él sobre el dichoso contrato.

Habían pasado dos semanas sin ver a TN, cuando llegó al apartamento el día de su pelea ella ya se había marchado.

Luchó consigo mismo por buscarla y pedirle perdón pero era mejor que se alejaran, tarde o temprano lo tendrían que hacer. Pensaba que no era mujer para él, con ese temperamento lo pondría en aprietos cada vez que tuviera un evento importante.

—Gracias por aceptar cenar con nosotros señor Kim —le dijo el señor Jung.

—Es un honor señor, gracias a usted por haberme invitado.

Lisa lo miraba y le sonreía.

—Me encanta cuando estoy a tu lado, me siento muy feliz —era tan encantadora y adorable.

Namjoon suspiró al recordar al torbellino de TN, era tan salvaje y tan fiera en todos los aspectos que apretó el volante intentando quitarla de sus pensamientos, ella no era buena para él y tendría que olvidarla.

Llegaron a un restaurante muy reconocido de la ciudad de Seul.

Ya estaban sentados en una de las mejores mesas los tres sin percatarse que en el mismo lugar había dos personitas cenando también.

—Esto es precioso señor Min —dijo TN mirando de un lado a otro.

—Cuando le den la cuenta no dirá lo mismo —le sonrió.

—Se lo prometí y cueste lo que cueste lo pagaré —dijo ella sonriendo.

Lo que no sabía es que Yoongi ya había dado orden que le pasaran la cuenta a él por privado después.

Estuvieron comiendo y charlando animados hasta que TN quiso ir al baño.

Por el otro lado comían y charlaban sobre el contrato multimillonario que era toda una farsa pero que Namjoon no sabía.

Cuando miró de pronto a un lado de la sala y vio pasar a TN, todo su cuerpo se estremeció, eran muchos dias sin verse.

Sin poder remediarlo se levantó, había luchado mucho por no ir corriendo hacia ella en éstos días, pero ahora al verla tan bonita no pudo parar su instinto animal, ese que le hacía querer tenerla pegada a su cuerpo.

—¿Ocurre algo? —le preguntó Lisa.

—No —dijo nervioso— voy al baño en un momento vuelvo —le contestó sin mirarla siquiera.

Salió andando con grandes zancadas y al llegar a otro pasillo la vio a punto de llegar al baño de mujeres y acelerando el paso la atrapó de la cintura, la llevó deprisa hasta una esquina donde había unas plantas que los escondían de los demás.

Asustada sin saber de quién se trataba quiso gritar pero él tapó su boca con su mano.

—Soy yo TN no grites —le dijo con un susurro en su oído que la hizo temblar.

Al saber de quién se trataba relajó su cuerpo y lo miró.

—¡Me has asustado!

—No era mi intención....¿Qué haces aquí? —le preguntó, pero como ella estaba dolida quiso ponerlo celoso.

—Estoy con alguien que me ha invitado a cenar —sin poderlo evitar y enfadada le soltó lo que le dolía—  y además le gusta tal y como soy no como tú que solo quiere a una como esa Lisa —lo miró a los ojos.

El otro apretó los puños, los celos aparecieron.

—¿Quién es? ¿Como se llama?

—No te importa.

—Si me importa.... así que dime.

—Un hombre mejor que tú que me valora.

—No empieces TN.

—No empieces tú...

La tensión entre los dos era enorme, se mataban con la mirada y sin embargo sus cuerpos deseaban tocarse, lamerse y restregarse.

—No puedes estar con otro porque aún estás casada conmigo...

—Eso será por poco tiempo, gracias a dios, porque firmaré y ya no apareceré más por tu vida.... seré libre como el viento —le dijo con gracia aunque estaba dolida y apretaba los dientes.

—Hasta que pase el año serás mía te guste o no —dijo enfadado y posesivo— puedes decir lo que quieras pero ese papel no se romperá hasta que llegue el momento y yo lo diga.

—!No puedes hacer eso! ¿Quién crees que eres?

—¡Tu esposo! —le dijo muy posesivo.

Al escuchar la palabra esposo se indignó— ¡Un esposo no trata a su mujer como tú me trataste el otro día....

Pero Namjoon dispuesto a que no dijera nada más y sabiendo la única forma que la haría callar la aprisionó contra la pared, estaban escondidos por las plantas y nadie podía verlos,   cogió su barbilla y le estampó sus labios..... la besó con fuerza, pasión y posesión.....

EL AMOR VIENE DESPUÉS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora