Corrieron hasta el bosque prohibido aún tomados de la mano.
- ¿Vamos a meternos en el bosque prohibido.?- preguntó Malfoy deteniéndose en seco.
- Si, ¿algún problema?- dijo Harry retomando devuelta el camino.
- Es que... Está lleno de centauros y hombres lobos, el que no debe ser nombrado se dice que se escondía aquí. - mencionó Draco mirando para todos lados, estaba re inseguro.
- Vamos Draco no nos va a pasar nada. - dijo Harry y corrieron hasta el finde del bosque.
Pasaron varios minutos, que para Draco fueron horas, cada ruido que se escuchaba miraba para atrás asustado y parando de caminar.
Pero se podía ver qué aquel bosque conocido como el bosque prohibido y el temible, no era feo de día.
Se podía oler al aroma a jazmín que provenía de una planta con unas flores blancas y otras amarillas hermosas, el cielo no estaba triste esta vez, estaba con nubes y el sol radiaba un calorcito leve.
Se metieron por un camino cuyos árboles eran pinos, y en el suelo todas hojas de color, marrón, rojo, marrón café, verdes, y color cobriso.
El rubio miraba encantado, y a Harry le causaba ternura.
Llegaron a su destino. Al ver un lago con pura agua cristalina que se podía ver que en el fondo de este había unas perlas hermosas celestes, verde esmeralda, turquesa. Se podía ver qué aquel lago tenía algunos pedazos grandes de hielo por el frío. A un costado se podía ver una cascada que de ella caía la misma agua cristalina.
El sonido del agua cayendo con el sonido de los pájaros cantando, más la brisa que les pegaba en el rostro al rubio y al pelinegro provocaba tranquilidad en ambos.
- Esto es muy cursi, pero me gusta este lugar.- dijo Draco sentándose en el pasto.
- Si lo es. - Harry imitó la acción del rubio.
Draco apoyó su cabeza en las piernas extendidas del pelinegro, este le empezó a hacer mimos en en el pelo.
A Harry le estaba encantando el momento y la compañía de Draco.
- Me gusta tu pelo, es muy bonito. - confesó Harry.
Se podía notar que un tono rojo leve apareció en las mejillas de Draco.
- A mí me gustas vos Harry. - dijo el rubio moviendo su cabeza hacia atrás para poder mirarlo.
Harry se sorprendió por la confesión de Draco dijo que le gusta.
Y no solo eso, sino que por primera vez me había llamado por su nombre, y no por el apellido.
Harry, Harry.
Me gusta como suena mi nombre en su voz.
El azabache contuvo la respiración por los nervios, en ese preciso momento no supo que decir. Aunque a Harry también le gustaba Draco sentía que sus palabras se atoraban en su garganta y no podían salir.
El rubio siguió mirando a Harry y se sintió tonto porque le confesó que le gustaba y no hubo respuesta de parte de el de lentes.
Cuando las palabras de Harry al fin pudieron salir dijo - Vos también me gustas mucho Draco. - - Desde el año pasado que me pareciste lindo, me empezaste a encantar desde cuando nos empezamos a ver a escondidas, nunca te lo dije porque pensé que no sentías lo mismo. -
Draco se volvió a sentar en el pasto y agarró de las mejillas al pelinegro.
- Potter, toda la vida pensé que eras un idiota presumido, pero desde el año pasado cuando te empezé a conocer más me di cuenta que no era cierto, sos la persona más humilde que conocí en muchos años, y por eso me enamoraste, yo tampoco te lo dije porque pensé que te ibas a burlar de mí porque es lo que cualquiera haría. Pero te amo demasiado Harry. - confesó Draco.
Aquella confesión dejó totalmente a Harry sin palabras.
El rubio continúo - No sé todavía si podríamos ser pareja, primero déjame aclarar algunas cosas y luego podemos ver qué hacemos. -
- Draco yo te amo mucho, podemos ver más adelante si podríamos llegar a algo más serio, no será fácil pero podemos intentarlo. - mencionó Harry acariciando el rostro del rubio.
Ambos se miraron directo a los ojos se podía ver un brillo en los ojos de Draco, y en los de Harry también se podía ver.
- ¿Te puedo dar un beso?. - preguntó el rubio sonriendo.
- A vos no puedo decirte no. - contestó Harry.
Draco no dudó un segundo más y juntó sus labios con los del pelinegro, pero fue un beso más pasional.
El pelinegro capturó los carnosos labios del rubio y les dió un morisco, causando q suelte un jadeo y un gemido ahogado.
Draco puso sus manos en el pelo de Harry y dió pequeños mimos.
Los labios de ambos bailaban en los labios del otro, los dos se movían al compás. Se parecía a un baile de ballet se movían lento pero suave, un poco de pasión pero también un beso tierno, algo de morbo pero le gustaban.
Draco bajó sus manos al cuello del azabache y dió pequeñas caricias provocando que el pelinegro suelte un jadeo.
El rubio empujó a Harry al suelo sin romper el beso y se subió encima de el.
Intercambiaron de pose, esta vez el azabache se puso arriva del rubio. Harry acarició el abdomen de Draco y pudo notar que a este se le erizó la piel.
El gryffindor llevó su mano hacia su pelvis y cuando quiso bajar hacia su parte baja una mano lo detuvo.
- P- perdón Harry pero todavía no puedo, no es por vos es porque nunca lo hize con chico. - dijo Draco intentando salir de abajo de Harry.
- No te preocupes, no te voy a obligar. - mencionó Harry dándole una sonrisa al rubio.
- ¿Volvemos a Hogwarts? Empezé a tener frío. - dijo Draco abrazándose así mismo en un intento de darse calor.
- Si vamos, toma mi buzo yo estoy bien así. - mencionó Harry.
- Gracias, oye Potter la pasé bien hoy. - dijo el rubio.
El azabache le dió una sonrisa. - yo también la pasé muy bien hoy. -
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