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El profesor Lupin entró a clases y todos los Slytherins y los Gryffindors se callaron.

- Buenas tardes, alumnos y alumnas. - pronunció el profesor lento y suave.
- Hoy veremos algo un poco diferente. -

El profesor tenía atrás suyo un armario, sucio, parecía antiguo, y con dos espejos manchados y algo astillados.

Aquel armario se movía como si algo maligno y poderoso estuviera adentro.

- Veremos, en este armario para cada uno de ustedes, hay un "Boggart". - todos los alumnos de amabas casas parecían confundidos.
- Alguien puede explicarme ¿Que es un Boggart.? - preguntó el profesor.

Hermione inmediatamente levantó su mano llamando la atención de todos los alumnos de tal clase.

- Un boggart es un miedo que tiene una persona, aquella figura cambia depende a qué o a quién teme esa persona. Solo existe un hechizo que puede cambiar aquella figura. - mencionó la chica.

- Perfecto señorita Granger, veinte puntos para gryffindor, entonces, lo que quiero que hagan es que cuando salga su miedo de este armario quiero que piensen en algo gracioso y pronuncien fuerte y claro "Riddikulus". - dijo firmemente el profesor Lupin moviendo su mano.

Todos dijeron el hechizo en voz alta.

Ya habían pasado varios alumnos a hacer el hechizo.

Las figuras en las cuales convertían su boggart todas fueron graciosas.

El boggart de Neville Longbottom era el profesor Snape, y Neville lo convirtió en el atuendo de su abuela algo extraño pero gracioso para muchos.

El boggart de Ron las arañas, que el pelirrojo la había convertido sus patas en patines.

Cuando salió el boggart de Harry todos los que estaban adentro del aula de asustaron, pues del armario salió un dementor.

El chico lo miro asustado, tragó grueso, sus ojos se abrieron como platos y con su mano temblorosa sacó la varita y pronunció "Riddikulus".

Fue muy gracioso ver eso, al dementor le salieron alas de hadas y una cola de sirena de color verde esmeralda y una estrella de mar en su cabeza. Todos rieron a carcajadas incluyendo el profesor.

Y así siguieron todos.

Lo más lindo es que el profesor nunca juzgo ningún miedo, ni el que la persona considere el miedo más tonto.

Y todos estaban muy agradecidos con el profesor Lupin.

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Fué difícil para Harry ignorar a Ron en su habitación. Pero Harry le había enojado lo que el pelirrojo le había dicho.

Eso recorría por su mente una y otra vez.

En realidad, Harry seguía triste, la confianza que tenia con su amigo ya no existía. No sabía si en algún momento volvieran a ser amigos de nuevo.

Y si se podían amigar de vuelta la amistad no hiba a ser la misma.

Algo iba a cambiar.

Harry le dió una carta a su lechuza para entregársela a alguien especial.

Quería ver a Draco.

La nota:

¿Nos podemos ver?

En el mismo lugar.

A las 12:30am.

HP.

 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑙𝑖𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora