𝑐𝑜𝑚𝑝𝑙𝑖𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜

23.

La navidad es la víspera favorita de casi todo el mundo.

Regalos...

Familia...

Los regalos que Harry había recibido realmente le encantaron todos, ninguno más que el otro.

Sirius le regaló un nuevo suéter azul y blanco, Molly Weasley una bufanda junto con también un suéter rojo y con su inicial H, Hermione una esfera de cristal que adentro se podía ver una galaxia en miniatura.

- Harry. - Sirius lo llamó.
- Cuando vine de casa de Los Weasley Ron me dijo que te de esto. -

El pelinegro tuvo que mentirle a su padrino que no se sentía bien de la panza, no podía estar en la cena de los Weasley, sin hablarse, ni hablar de todas las preguntas que le haría Sirius después de llegar de la cena.

Le dió una carta a Harry y sin pensarlo más la leyó.

Harry:

Todo este tiempo fuí un idiota, y me comporté de una manera horrible contigo
Por eso es que hoy quiero tratar de arreglar las cosas, sos mi mejor amigo y muy especial para mí, fué muy egoísta de mi parte que yo niegue tu felicidad, no me cae bien Malfoy pero si te hace feliz, yo estoy feliz por tí.
No le conté a nadie, no te preocupes, Fred y George me siguen preguntando si seguís con Dapne Greengraas, pero yo les dije que cortaron hace tiempo por una discusión.
Ojalá me perdones.
Feliz navidad.

Ron.

Sintió felicidad porque su amigo se dió cuenta de que no actuó bien con Harry.

- Hola!!. - Ginny apareció en la habitación y se acercaba lentamente a Harry.

- ¿Ginny, que haces acá?. - preguntó, de buena manera.

- Sirius dijo que te sentías mal y quería pasar a ver cómo estabas, ¿Que te duele?.- dijo sentándose en la cama junto a Harry.

- Antes me sentía mal del estómago, pero ya estoy bien, gracias. - mencionó Harry dándole una sonrisa.
- Por cierto no te agradecí por prestarme el traje para el baile. - continúo con un tono amable.

A la pelirroja lo miró con el seño fruncido y con cara fundida y dijo - ¿De que hablas?-

- ¿Que? - Harry no entendía nada.

- Yo no presté ningún traje, Harry. - respondió la weasley con voz suave.

Un montón de cosas cruzaron su cabeza.

Claro, soy un idiota, ¿Por qué tenía Ginny un traje de hombre en su armario?.

Los dos ya se habían incomodado, no sabían cómo seguir la conversación y tampoco que decir, Harry intentaba buscar un tema de conversación, o una mínima excusa para seguir hablando.

Cuando quería decir algo Ginny lo interrumpió.
- Me dijiste que volvías después de sacarte la mancha de ponche en la camisa, pero no viniste más. -

Ni se acordaba de eso, y no mentía que se sentía culpable al hacerle acordar de eso.

- Si perdóname, es que no me sentía muy bien. - respondió lavantandose de la cama.

La chica solo asíntio con la cabeza y se dirigió hacia donde estaba Harry, y de su bolsillo sacó un paquetito que tenía un emboltorio de papel rojo con una etiqueta en la esquina de arriba de que decía Feliz navidad Harry.

- Toma, es para vos. - dijo dándole el regalo.

Harry tomó el regalo, y al abrirlo había un collar bonito que tenía su inicial H.

Sonrió y miró a Ginny para agradecerle.

- Gracias, te debo un regalo Ginny. - dijo Harry dándole una sonrisa.

- No te preocupes, no es necesario que me debas nada, ¿Vendrás mañana a la cena en la madriguera?. - preguntó Ginny con tono amable.

- Si, los veo allá. - respondió Harry.

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La señora Weasley era la mejor cocinera que Harry pudo haber conocido.

Todo estaba riquísimo, ya habían terminado de comer todos y ahora venía el postre, una torta toda cubierta de chocolate, con decoraciones mágicas y con ranas de chocolate.

La noche estaba tan hermosa, la luna creciente, la noche completamente negra con algunas estrellas. Seguía cayendo nieve, y el fueguito de la chimenea radiaba un calorcito hermoso.

Ron y Harry volvieron a ser amigos, aún se sentían un poco incómodos cuando hablaban, fueron muchas semanas sin dirigirse la palabra.

El pelirrojo no se cansaba de decirle "perdón" a Harry.

Y se seguía sintiendo culpable y completamente estúpido por haber actuado se esa manera cuando Harry le contó lo de Draco.

También estaba Hermione que no hablaba de otra cosa que no sean libros.

Por eso Ron y Harry trataban de no dejarle espacio para hablar, lo que provocaba que la chica se enojara y los dos cambien de felices a asustados.

- Ya Hermione deja de hablar de libros ya son vacaciones. - dijo el pelirrojo con molestia.

Hermione dejó de lado su cuaderno que estaba escrito, se leía que decía " apuntes para próximo año."

- Por si no saben, los profesores nos dejaron deberes - respondió indignada.

Harry solo los miraba y se reía, le encantaba cuando Ron y Hermione discutían.

- ¿Y que?, a penas empiezan las vacaciones.- intervino el pelinegro.

- Prefiero hacer la tarea a penas empiezan las vacaciones antes de copiarse del trabajo de alguien más, por eso ustedes no aprenden nada. - respondió pero con un tono más enojado y arrugando la frente.

- Hay no, se está enojando, para ya. - le susurró Ron a Harry.

Los dos la miraron en forma de disculpa y volvieron a hablar tranquilamente.

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Harry permaneció en la madriguera cuatro días más y después volvió con Sirius.

Las vacaciones transcurrían normalmente, pero lo que le pareció raro a Harry es que no recibió ni siquiera una nota de Draco.

Muy bien no habían terminado las cosas entre los dos, pero aún así quería saber cómo estaba.

Todas las noches pensaba y había veces que le costaba dormir.

Muchas cosas en la cabeza, los deberes de la escuela, Draco, etc.

Pero al día siguiente volverían a hogwarts, por lo cuál tenía que preparar todo.

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Holiii.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Les mando un besito 🤍.