18.

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Cuando Harry ya se estaba dirigiendo hacía su sala común Draco no perdió tiempo y lo fue a buscar.

Fue difícil decirle al de lentes que pare de caminar tan rápido, ya que no podían gritar porque estaban todos durmiendo.

Draco realmente quiere muchísimo a Harry, no sabe cómo decírselo. Pero realmente el rubio con el pelinegro se siento seguro, porque sabe que Harry no lo juzgaria y que lo entendería más que a nadie.

- Potter espera quédate ahí. - susurró Malfoy.

Harry se giró y miró al rubio ahí parado con su típica expresión de molestia

- Tengo que ir a mi habitación, puede venir Filch. - mencionó Harry volviendo a retomar su camino.

- No! Espera. - el rubio se adelantó y tiró de la camisa de Harry, lo que provocó que este se estampe contra la pared.

Estaban tan cerca que sus respiraciones se cruzaban, la colonia de menta de Draco llegó hasta las fosas nasales de Harry lo que provocó en este una satisfacción y relajación.

Solo en el pasillo resonaban las respiraciones de ambos agitadas. No se sabe si por la tensión que se interpuso en ellos o por estar agitados por los nervios.

El pelinegro al los pocos segundos se dió cuenta de por qué el rubio lo había salvado. El profesor Filch pasó por un pasillo con un farol en su mano sosteniendolo y su gata en su hombro.

- Alguien anda por ahí. - exclamó lo suficientemente alto pero a la vez bajo para que se escuchara.

- Q- que hacemos?. - preguntó Harry preocupado.

- Salgamos corriendo en silencio por el pasillo contrario. - respondió Malfoy mirando hacía ambos lados del pasillo.

Draco tomó la mano de Harry entrelazando sus dedos, el pelinegro miró encantado y ambos sonrieron.

Corrieron por el pasillo contrario y salieron vivos de Filch.

Se detuvieron en seco, cada uno deberían regresar a su sala común.

Pero ambos seguían teniendo sus manos juntas.

- Bueno creo que acá es donde cada uno se despide para irse cada uno a su sala. - dijo Harry.

- Si, buenas noches Potter. - mencionó soltando su mano de la del azabache.

- N-no, Malfoy espera. -se apresuró a decir Harry.

Harry lo atrajo hacia él de nuevo, y luego miró hacía ambos lados del pasillo oscuro por si venía alguien.

Los dos se miraron, Harry agarró las mejillas del rubio con sus manos frías. No estaba seguro de lo que iba a hacer pero sin más espera junto sus labios finos con los de Draco.

Un beso tierno y corto pero con solo con poco de morbo. Draco movió sus labios en los de Harry. El rubio logró capturar el labio inferior de Harry en sus dientes para morderlo, pero de una forma de amor y tierna.

Los labios de Harry danzaban en los de Draco y el pelinegro puso sus manos en pelo de Draco y lo acarició un poco.

Se separaron por falta de aire y Draco le regaló una sonrisa al pelinegro.

- Mañana te llevaré yo a un lugar. - susurró Harry mirando a Draco directo a lo ojos.

El de lentes se giró para ya para irse, pero Draco, antes, le quiso decir algo.

- Potter. - murmuró él rubio.

El llamado volvió a mirararlo con las cejas alzadas.

- Te...te quiero. - soltó Draco y luego soltó una respiración profunda.

 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑙𝑖𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora