Capítulo 45} Cena

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Marratón 4/5

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Ella se había quedado dormida acurrucada contra su pecho. Se vía tranquila, él quería que lo estuviera realmente. En ningún momento había dejado de observarla, parecía proteger su sueño. Acariciaba suavemente su cabello, su ricitos. Sonrió al acordarse de cómo se conocieron, una loca que soltaba lo primero que se le venía a la cabeza, lo que en un principio lo sacaba de quicio, pero que acabó gustándole de ella. Se preguntaba cuándo fue que empezó a sentirse atraído hacia ella, ¿será aquella noche cuando volvió a verla en la fiesta, o mucho antes cuando decidió recompensarla llevándola a comer a su restaurante? No podía recordar cuándo fue exactamente. Admiraba lo que había conseguido hacerle, había logrado cautivarle fácilmente después de pensar que no iba superar su plantón en el altar, y agradecía que se hubiera metido en su vida justo a tiempo para no tener que lamentar su fracaso matrimonial.

—Adonis—murmuró ella todavía en sueños, él le acarició la mejilla. —¡Jussie! —exclamó despertándose enseguida con el corazón latiéndole a mil, él la tranquilizó.

—Estoy aquí contigo—ella lo miró y se tranquilizó al ver que no era ningún sueño, que realmente estaba con él. Volvió a enrollar sus manos por su cuerpo. —Cuéntame, ¿qué fue lo que pasó cuando fuiste a entregarle el cheque?

Madilyn le contó todo, de cómo le dijo que solo necesitaba un favor para poder dejarla marchar, pero que acabó llevándola al motel donde una vez estuvieron ellos. Le contó de cómo le propuso que se acostara con él para que la dejara libre de regresar con él, pero que lo rechazó. Le contó también de cómo conoció a la madre de Marcos y de lo que vivió en su casa, de pronto se incorporó, acababa de acordarse de algo.

—¡El reloj! —dijo. —Se me quedó en esa casa.

—No importa, solo es un reloj.

—Para mí sí importa, me lo regalaste y lo necesito.

—Está bien, le pediré a Shane que te lo consiga ¿está bien? —volvió a atraerla para que siguiera pegada contra él, no quería que se separara ni un segundo. —Perdóname.

—¿Perdonarte a ti por qué?

—Por dudar. Pensé que de verdad habías decidido quedarte con él.

Ella lo miró, alzó la mano para acariciar su frente.

—Lo entiendo y no te culpo, después de lo que te sucedió con Lady era de esperar y aún más teniendo en cuenta que nuestra relación no ha durado mucho. Yo en cambio lamento profundamente haberte hecho pasar por todo esto por mi culpa.

Él no pudo resistirse más, la tomó de la barbilla y la besó, fundió sus labios con los de ella. Acarició su vientre por encima de la ropa que llevaba. Se colocó sobre ella sin dejar de besarla, bajó sus besos por su mejilla hasta su cuello. La deseaba con locura y por como ella lo recibía ella era evidente que ella también sentía lo mismo.

El sonido del móvil de Jussie sobre la mesita lo despertó, observó a Madilyn, se removió en la cama, pero no se despertó. Cogió rápidamente el móvil y lo descolgó.

—¿Sí? —contestó en un susurro, no quería que ella se despertara. Se bajó de la cama y se puso los pantalones y la camisa sin despejar el celular del oído. Caminó hacia la puerta y salió fuera de la habitación.

Shane le estaba llamando para decirle que el primo y la tía de Madilyn querían verla.

—Diles que los invito a cenar esta tarde, así hablamos.

—¿Y a qué hora exactamente?

—A las siete, claro.

—En dos horas.

Somos incompatiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora