Maratón 5/5
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—¿Cenamos? —Alan se encogió de hombros restándole importancia, lo que le gustó a Jussie, y tomó asiento.
—¿Esa información no os afectará en ninguna manera verdad? —preguntó la mujer preocupada.
—No se preocupe, no es para tanto—procuró tranquilizarla. Cuando se dio la vuelta descubrió que Madilyn estaba allí de pie junto a la puerta, por su mirada pudo descubrir que había estado presente en todo lo que se decía en la tele.
Se acercó a ella y le tomó de la mano.
—Como te dije, todo está bien—le susurró.
—Mady—Alan se puso de pie al verla y se acercó para regañarla. —Esta vez te pasaste, ¿sabes cómo de preocupado estaba? Espero que sea la última vez que me haces...—ella se lanzó a su cuello y lo sorprendió con un abrazó.
—Yo también te quiero, hermano. Prometo que esta es la última vez, ya no volveré a preocuparte. —se separó de él.
—Más te vale—ella le sonrió. Se acercó a su tía que también se había puesto de pie y la abrazó igualmente.
—Lamento haberte hecho pasar por esto, lo siento.
—No importa cariño, me alegra que estés bien.
Se separaron y les pidió que se sentaran. Jussie se acercó y los cuatro tomaron asiento. Rezaron por los alimentos y se dispusieron a cenar.
—¿Qué pasará con la deuda? —preguntó Alan mientras se comía su chiko roll. —¿Ella todavía tendrá que trabajar para pagarla?
—Ya no es necesario—contestó Jussie—Marcos no podrá cobrar el cheque, lo que la libra a ella de deudas, ella es libre.
Charlaron armoniosamente durante la cena, todo estaba yendo bien. Después de la cena se despidieron y los acompañaron fuera del apartamento hasta el ascensor.
—Recuerda tu promesa y disfruta por una vez en tu vida—le dijo Alan a su prima. Ella sonrió.
—Descuida, lo haré. Hasta pronto tía.
—Adiós, hija. Cuídate mucho y no te olvides de pasarte a visitar, me lo debes.
—Lo prometo.
Se cerró el ascensor y Jussie enrolló sus brazos por su cintura.
—¿Te he dicho que estás hermosa? —ella sonrió y negó con la cabeza.
—No, no lo has hecho.
—Estás arrebatadora con ese vestido. Ahora que tenemos todo el tiempo del mundo ¿podemos continuar con lo que dejamos?
—No se yo...—antes de que pudiera decir nada más, él la tomó en brazos sorprendiéndola y caminó con ella hacia el apartamento. —¿Qué haces? —preguntó ella entre risas mientras él subía las escaleras. — Te odio.
—Tú no me odias y los dos lo sabemos.
—Cierto, ¿cómo podría odiarte? Sé que si lo hiciera me obligarías otra vez a amarte.
—De eso se trata. —la depositó delicadamente sobre la cama. —¿Te vendrías conmigo?
—¿A dónde?
—A ser felices. —¿Eso era un lugar?
—Claro, me voy contigo a donde quieras. — lo tomó del cuello y lo besó con locura.
Al día siguiente se vieron con Shane y Aron quienes los acompañaron en el aeropuerto para despedirse de ellos, se tomarían dos semanas de vacaciones.
—Gracias a los por permitirme estar con ella.
—Venga hombre, no tienes nada que agradecer—le animó Shane—por cierto "loca", seguí tu consejo, gracias.
—¿Te refieres a...?
—Exacto.
—¡Me alegro por ti! —se lanzó a abrazarlo emocionada.
—Mady—lo llamó Jussie.
—Espero mi abrazo también. —intervino Aron. Madilyn se separó de Shane y le abrazó a él igualmente.
—Os quiero a los dos.
—Nosotros también te queremos.
Jussie la separó de él y la atrajo.
—No puedes abrazarlos y decirles que los quieres frente a mí.
—Entonces ¿debería hacerlo a escondidas? —él cerró los ojos e intentó controlarse. —Tranquilo, no pasa nada, solo son tus amigos.
—Y ahora también eres amiga nuestra ¿cierto? —preguntó Aron divertido.
—A eso me refiero...
—Nos vamos. —Jussie la tomó del brazo y caminó con ella hacia la sala de espera.
—No te da vergüenza ponerte celoso de tus propios amigos.
—Antes que amigos son hombres.
—¡Que tengan buen viaje! — gritó Aron sonriente detrás de ellos. Madilyn los despidió con la mano mientras desaparecían por la puerta de la sala.
Pasó las mejores vacaciones de su vida, junto a Jussie conoció el Whiteheaven Beach, pasaban las tardes allí y era realmente romántico. visitaron el Jardín Secreto de Wendy, la península Hot Spring y varios lugares de Australia en los que ella nunca pensó llegar en su vida, amaba eso y amaba poder disfrutarlo con el hombre de quien nunca pensó enamorarse porque creía que no eran compatibles.
—Gracias por existir—le dijo. —Si no fuera por ti, no sé si me hubiera enamorado alguna vez.
—Gracias a ti por llegar en el momento exacto, cuando realmente te necesitaba.
—Te amo, mi adonis.
—Yo también te amo, mi ricitos, y prometo conocer todos los lugares a tu lado.
Le propuso matrimonio en uno de los mejores hoteles frente a gente desconocida que se alegraron con ellos, y regresaron a Camberra para casarse en el juzgado en compañía de sus amigos y la familia de ella. Estaban casados y eran felices, muy felices, al final resultó ser que sí eran compatibles a pesar de todas las trabas que les presentó la vida.
FIN
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Muchas gracias por estar allí hasta este momento. Nos vemos en la próxima historia.
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Somos incompatibles
RomantizmJussie: millonario, evidentemente guapo y atractivo, pero está siendo plantado en el altar el día de su boda. Madilyn: la única ingenua con un auto disponible capaz de alejarle de su pesadilla. ¿Por que son incompatibles? Durante su inesperado viaje...