Pequeñas motas en tus ojos
otorgan luz a tu mirada
aunque el sol no los alumbre
cuando es de madrugada.
Una risa como pocas
que se escapa de tu alma
llega suave a mis oídos
cual cálida tonada.
Ya quisiera contemplarte
cuatrocientos días al año,
¡guardo algunos de repuesto
para usar cuando te extraño!.
Que tu ser me embelese
no es noticia ¡Chocolate!
mas poder contar contigo
las ansiadas primaveras
¡Pura suerte que he tenido!
¡Pura suerte que me espera!