En la calle al 16

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El caballo de los cascabeles sus herraduras repicó

la distancia en tiempos crueles es ilusoria de la razón.

Lo que se une  ya permanece, nada lo puede desvanecer

alianza firme entre dos almas aunque no se vuelvan a ver.


En la calle al 16 dejé una parte del corazón,

entre papeles multicolores y barquitos sin timón.


La puerta abierta no pide llave, solo espera la aparición

de alguien que  pueda con tantos males,

de alguien que ofrezca un poco de amor.

SurtidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora