Hoy la voz está de paro,
no quiere lidiar con ningún destructor
que adultere el sonido
deformando el mensaje de amor.
Hoy, el corazón de luto
sigue haciendo fuerza para no llorar
porque si el río desborda
la cabeza se puede ahogar.
No está bien que haya tanto pesar,
no está mal hacer silencio para entender:
No está bien que todo esté mal.
Ya no existe la culpa,
lo que reina es desinterés,
somos irresponsables
que no quieren ver
la realidad forjada desde el interior,
somos creadores del desastre
o cómplices de la corrupción.
No hay guía para el joven
ni consuelo para el mayor,
el adulto varado en tierra de nadie
no se pide ni a sí mismo perdón.
Abundan risas vacías
y llantos sin razón.
Hoy la voz está de paro
pero su manifiesto es claro:
¡No más gritos de guerra,
solo gritos de Amor!