Si fuera costurera
y tú hilo de mi bordado,
dibujaría contigo un corazón,
que hable de lo que sienta
y no quede callado
por asustarle el amor.
Si fuera capitana
del barco más importante
de la Nación del Perdón,
serías tú mi ancla,
mi punto de desembarque,
el equilibrio en la deriva,
la firmeza del timón.
¿Es que acaso no ves
que en todas las historias
que cuente,
de alguna manera,
estarás vos?
Si fuera fugitiva
escapando de la mentira
del mundo de hoy,
serías tú la fuerza
que me siga despertando
cada día, al salir el sol.
Si fuera un cometa
estrellándose contra la Tierra,
serías la brillante trayectoria
plasmada en el cielo,
polvo del envión.
Si fuera poeta empedernida
que escribe sin luces prendidas
y a tientas usa el plumón,
serías la letra vertida
en la hoja de mi vida
que me recuerde el valor.
¿Es que acaso no ves
que en todas las historias
que cuente,
de alguna manera,
te hablaré de amor?