Los querubes se atiborran
a la espera del llamado
de los seres que en la Tierra
deseen sentirse más humanos.
Al silencio lo respetan,
con la música ellos danzan.
Muy fieles son a sus tareas,
aún propulsan alabanzas.
Que no te golpee el dolor
más fuerte que una cachetada.
Si no vislumbras rumbo firme,
o tu camino te disgusta;
si no encuentras lo que buscas,
o buscando a ti no te hallas
¡Llama a los nobles querubes!
¡Y deja que enciendan a tu alma!