HURACÁN | En Cousins Beach todo el mundo espera el Verano, incluyendo a Lily.
Lily por fin ha convencido a sus padres después de tres años ir a Cousins Beach, sin embargo, no ha visto a los Fisher desde hace mucho.
Conrad siempre ha encajado con e...
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capítulo tres
Hace dos días que le había escrito a Conrad, al final nunca había podido subir por el altillo y subirnos al techo, desde que éramos pequeños había conectado de una manera con él, que iba más allá de palabras.
Coincidir con una persona mental y emocionalmente es una suerte que no muchos tenemos. Conrad y yo podemos hablar de cualquier cosa, sin sentirnos juzgados, como si siempre supiéramos que hay un puente entre ambos y supiéramos lo que pasa el otro. Ninguna relacion es todo sol, pero dos personas pueden compartir un paraguas para soportar la tormenta.
Desde que nos atrapo la policía y al final me había tocado ir de compras, no habíamos hablado. Y no creo que pudiéramos hacerlo realmente en un tiempo. Debía alistarme para ir al Club con Belly gracias porque Laurel iba a llevarnos. Pero decidí que como mañana productiva podría llegar más temprano si me iba manejando sola, y visitar a Jeremiah y Steven que ya estaban trabajando allá. Susannah me presto el Mazda negro.
Me vestí con un vestido verde menta, con dos tirantes delgados y un escote en forma de corazón, y un tocado color café como mis ojos que resaltaba con mi pelo rubio oscuro y unos tacones blancos.
Como milagro me encontré a Conrad en la cocina.
—Hola. ¿A dónde vas?
—A surfear —me dijo y se volteo a verme, sus ojos se quedaron fijos en mí y luego una sonrisa perezosa típica de Conrad floreció en sus labios— Dios, te ves muy bien, Lily.
—Gracias —le sonreí de vuelta—¿Sabes dónde están las llaves del carro de tu madre?
Conrad me lanza las llaves que no tenía ni idea de donde las había sacado.
—Cuida el carro.
—Como mi corazón —le dije. Y sonrió—Y, por cierto, Conrad, te has esfumado mucho, debemos hacer algo.
El asintió en respuesta y Sali de la casa no sin antes despedirme de Susannah y darle las gracias por prestarme el Carro. Laurel seguía durmiendo al igual que Belly, espero que no lleguen tarde.
***
El club era inmenso, los carritos del golf por todas partes, una rotonda para la entrada principal, en el centro con un jardín inmenso, la piscina, la cafetería, el campo de golf y todo. Era para gente muuy rica.
Estacioné el carro y tuve que caminar la mayoría del lugar para llegar al lado donde se encontraba la piscina y la cafetería.
Pasar con esta ropa en una piscina no era nada desapercibido, me senté en un taburete de la cafetería y para mi lastima no estaba en ese momento Steven sirviendo. Pensé en mil palabrotas al no poder verlo y burlarme del estúpido gorro de tela que debía usar. Ordene algo de tomar, ni siquiera sabia que era, solo lo pedí y al cabo de unos minutos me lo entregaron le agradecí al camarero y me aleje con la bebida, mientras caminaba lejos de la piscina para que no me mojaran pude ver a una chica con gafas y vestido pararse de su asiento e comenzar a salir del lugar supuse que ya debía en unos minutos empezar el té para las debutantes, cuando me apresure para no llegar tarde y de repente casi choco con alguien.
