8 | Summer Muffins

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capítulo ocho

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capítulo ocho

Desde que tengo memoria mi madre había sido amiga de Laurel, Belly y yo nos volvimos hermanas. Y si, Steven es como un hermano. Y cada verano yo venía con los Coklin a Cousins beach. Conocí a los Fisher y siempre fuimos los cinco, con los años siempre fuimos inseparables, pero dos años antes de irme a Boston a vivir sin que mi madre me dejara ir a donde los Coklin, pero en esos dos años, cuando tenia doce hubo un cambio, Conrad era como mi paraguas, me cubría de la lluvia, del sol, del viento, pero no de los Huracanes, y me entenderían, porque Jeramiah siempre había sido un Huracán.

Pero el Conrad de siempre, con el que yo compartía Paraguas en las tormenta, se ha ido, se ha alejado. Y durante este mes, me senti fuera de lugar como si Conrad tuviera su propio paraguas y ya no tendríamos que compartirlo. Así que me mantuve yo sola en el paraguas.

Así había sido durante los ultimo tres años

Pero llego Hudson, a posarse no debajo de mi paraguas, si no a mi lado. Para ayudarme a entrar en el huracán.

¿Ya captan?

¿O no?

¿Entendieron mi relato? Pues si no, se los resumo.

Conrad se ha alejado, yo he estado sola toda mi vida, y ahora Hudson quiere ayudarme con Jeremiah. Vualá.

Lo cierto es que no es lo mismo que alguien te guste a  estar enamorado. Con frecuencia, las personas no avanzan más allá del plano del gustar porque de hecho, el enamoramiento es algo que se produce con menos frecuencia en la vida afectiva de una persona.

Y a mi me gustaba Jeremiah, sencillo.

Era sencillo, tan sencillo como preparar el maldito batido de Jeremiah.

—Corta la piña, el pepino, la manzana —sus ojos eran lo único que se movía mientras apoya su mejilla en su palma—¡verde! Manzana verde, Lily, todo el batido es verde.

—la piña es amarilla, ¿como se suponía que iba a saber de que color la manzana? —le enarque una ceja y sonrió como habitual— Aparte esto lleva perejil, debe saber asqueroso.

—Créeme que eso no me importa ahora.

Le sonrió mientras metía todo en la licuadora, con otras frutas que debía llevar, tenía también yogurt de no se que, y yo que se. Lo único que hice fui terminar su batido.

Me acerque al lavado y después de verter el batido en el vaso, deje la licuadora en el lavaplatos y rodee la isla para darle su batido.

—Graciaaaas —dijo, agarrándome con un brazo de la cintura y besarme la mejilla.

Solté una risa tonta, e ignore la sensación que él me provocaba.

—No es nada, Jer

Me senté en el taburete de al lado y me serví cereal, Jeremiah comenzó a colocarle algo a su batido y eso lo hacía más asqueroso.

HURACÁN ━━Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora