4 | Summer Nights

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capítulo cuatro

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capítulo cuatro

Bajamos las escaleras de dos en dos, y llegamos a la sala donde los chicos jugaban algo en la televisión, debía ser algo de zombies, nos quedamos ahí plateadas viéndoles hasta que yo carraspee.

—Nos vemos —. Murmuro Belly sonriendo y Jeremiah fue el primero en voltearse a vernos.

—Oh dios, Te ves muy bien -dijo y por una extraña razón no supe a quien de las dos se lo dijo.

Un silencio incómodo se hizo entre Belly y Yo.

Él cruzó el sofá por adelante de su hermano y mejor amigo, para llegar a donde nosotras, y le dio un giro a Belly como de princesa, me aleje un poco intentando no interrumpir.

—¡Ey! No coquetees con mi hermana. -exclamó Steven, volteando a mirarlo— Ouh, te ves bien.

—Gracias —sonrió.

—¿Nos vemos ahí? —preguntó Jeremiah pero esta vez mirándome para luego devolver la mirada a Belly

—No voy a la fiesta del libro. Voy al autocine.

—Yo si me quedo—. señale con mi mano, pareciendo un fantasma.

Eso quería ser en ese momento, estaba recostada en el umbral. Mi presencia en ese momento era irrelevante.

—¿Con quien? —habló por fin.

Conrad miro a Belly intentando verla a los ojos pero Steven le dio un codazo pidiéndole que se concentrara en el juego.

Un mensaje le llegó así que rápidamente la chica se despidió.

La seguí con la mirada y se detuvo en el Espejo de la Pared, luego me dirige a Conrad y lo descubrí mirándola fijamente.

No tenía ni idea porque nadie se daba cuenta, pero Conrad siempre había sido el más fuerte, pero ser fuerte a punto de romperse, él creía que debía llevar las cargas de los demás para que ellos pudieran estar bien y no preocuparse pero al final él era el que más cargaba, miraba a Belly como si creyera que no era suficiente para ella o como si no pudiera tocarla jamás. Tal vez creía que cuando todo estuviera bien él podría estar con ella, pero la gente no esperará siempre, no esperará infinitos. Si Conrad no se apuraba alguien más llegaría a la vida de Belly.

Conrad era el sol de Belly, ella siempre estaría cerca el, sin importar cuantos otros planetas también lo hagan, él la elegiría de una forma estúpida o arrogante pero al final siempre era ella.

Belly era el rayo de sol de Conrad, era ese rayito de sol que iluminaba y lo acompaña en medio de la tormenta y el frío.

Me acerque a donde estaban los chicos, dispuesta a socializar con ellos, pero me acobarde como si algo no cuadrara en su lugar, como si hubiera una ficha que se quería salir del lugar.

HURACÁN ━━Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora