Capítulo 5.1

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Pasaron varios días sin saber de Jin Young, lo que temí desde aquellas palabras parecía que se hacía realidad. Nunca me dio buena espina, y estaba en lo correcto, pero no siento la satisfacción de adivinar algo que venía pensando como posibilidad.

"—Te llamaré, lo prometo."

No entendía si yo era la que había hecho algo mal, o simplemente no quería verme más. Debo admitir que si me sentí mal, me gustaba pasar tiempo con él y creí que  no iba a desaparecer y dejar que esto sea, por así decirlo, como un pasatiempo.
Después de lo de Jae Bum, lo que menos necesitaba era tiempo a solas, Carla no iba a estar en la ciudad por unos días, ya que se fue de campamento con su familia, para celebrar el cumpleaños de su hermana. Jin Young no me llamó, no me mandó un mensaje, ni contestó mis llamadas. Mi madre, comenzó a trabajar turnos doble, por el doble de paga, lo que era bueno para ella, aunque no tanto para mi.

La semana se me volvió rutina; ir a la facultad, volver a casa, comer, hacer ejercicio, dormir y repetir. Me di cuenta de la soledad que uno siente cuando espera que le surgan planes por terceros, y no por uno mismo. Supongo que estaba acostumbrada a que siempre me inviten.
Decidí hacer actividades por mi misma, pasar tiempo conmigo y darme mimos.
Comencé a pintar, hacer tareas pendientes, cocinar cosas nuevas y bailar en la sala.
Mi semana fue poco a poco mejorando, todo iba mejor, también Jae siempre me dejaba una flor en mi bicicleta cuando salía de la universidad. Al principio se me hacía muy raro, pero raramente me acostumbré, fue un gesto que nadie estaba teniendo conmigo, sólo él.

JIN YOUNG P.O.V

*10 días después de verse con Abbie*

—¿De verdad crees que eres mejor que Jin Young?— dijo Mark, quien recargaba el arma con balas que tenia en su bolsillo.

—No lo creo, lo estoy superando— dijo Bam Bam, mientras le disparaba a una botella a 15 metros de él. 

—Que bueno que presumas, porque ahí viene, y no se ve muy contento —aclaró Youngjae.

Al entrar en el galpón de practica, caminé furioso hacia Bam Bam, le tiré el arma al suelo y lo agarré del cuello mientras lo empujaba fuertemente a la pared.

—¿¡Me puedes explicar cómo demonios perdiste dos putos kilos de cocaína!?

—Puedo explicarlo, jefe. —dijo sin respirar, comencé a apretar más fuerte.

—Me gustaría escuchar la mierda que vas a decirme ahora, pero comienzo a dudar.

—Jefe, no fue él. —dijo Mark detrás mío. Solté el agarre y lo miré de frente, Bam Bam comenzó a toser desenfrenadamente mientras caía al suelo.

—¿A qué te refieres?

—Los del otro cartel nos acorralaron, pero pudimos escapar. Nos pusieron una bomba en el camión de carga, y se perdió un kilo al intentar llegar.

—¿Y el otro kilo?

—Ese si fue Bam Bam —dijo Youngjae riéndose.

—Fue un pago al chófer por traernos a salvo. —Dijo Bam Bam, mientras retomaba la compostura.

—¿Así que el chófer de carga es un puto drogadicto?

—Lo iba a vender me dijo.

—Y traficante también entonces. Que idiota. —musité.

—Lo siento, jefe. —dijo Bam Bam.

—Me disculpo también, fui apresurado. Si hubiera sabido que era para ponerlos a salvo, no lo iba a dudar.

—Últimamente estás como muy... —pensó Mark.

—¿Malhumorado?, ¿idiota? —completó Youngjae.

El jr Pervertido/ Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora