Capítulo 25

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ABBIE P.O.V

Está última semana estuve vomitando muy seguido, fue fatal. Pero por ahora me siento mucho mejor. Estaba vistiendo mi uniforme para ir a hacer unos trabajos pendientes en clase. Tenía que ir un poco más tarde del horario habitual.

Jin Young insistía en que me quede en casa. El doctor dijo que si no tenía dolores, muchas náuseas o mareos, no habría problema con que asista a clases.

-No vayas, princesa- dijo tomándome del brazo cuando estaba a punto de salir- quédate conmigo y veamos Netflix ¿si?

No me hagas tentar, pls— pensé.

-Estaré bien, no te preocupes- dije para luego besarlo.

Di una última vuelta por el espejo para verme, di un leve movimiento a mi cabello, sonreí y fui hacia la puerta.

Pero Jin Young no se conformó con el beso, sino que él me empujó de nuevo adentro y me comenzó a besar locamente. Sentí que su lengua se movía dentro de mi boca, jugando con la mía. Esto me hace desearlo.

De repente para en seco.

-¿Sabes cuánto te deseo?- dijo mordiéndose el labio -Por favor, quédate conmigo- dijo para volver a besarme.

Iba a detenerlo, pero él ya se encontraba mordiendo y lamiendo mis pechos.
Comenzó de a poco a desvestirme de mi uniforme.

Y antes de que me desnudara del todo, él me tomó del trasero para yo enrollar mis piernas en su cadera y me llevó hacia la habitación.

Cuando llegamos, se lanzó a la cama conmigo y sin dejarme de besar, me quito las bragas de golpe.

(Mini yo: A la mierda las clases)

Me admiró por unos segundos para luego sonreír atrevidamente.

Con su dedo índice en medio de mis senos, comenzó a bajar en una línea recta hasta llegar a mi pubis.

-¿Quieres?

Yo asentí para luego sonrojarme.

Comenzó a lamer y chupar mi sexo, metía su lengua hasta el fondo y la movía de forma constante. Yo apoyaba mis manos en su cabeza para que entre aún más.

Me sentí en el cielo cuando empezó a lamer en círculos con su lengua mi clítoris.

Luego, paró en seco y metió sus dos dedos, me hizo dar un fuerte gemido. Estaba mojada y él lo sabia.

-¡Ah!- exclamé.

Estaba a punto de llegar al orgasmo, pero Park sacó sus dedos antes de que pudiera.

-Ese orgasmo te lo hará sentir mi amigo.

Su pantalón estaba tan hinchando que parecía que en cualquier momento iba a explotar.

Se lo desabrochó rápidamente y se lo bajó junto con sus bóxers para lograr que su pene salga y tenga libertad. Era demasiado grande, con venas gruesas, largo e hinchado con la punta rosada. Me encanta.

Me mordí el labio al verlo, quería probarlo, pero él  se agachó, se sentó frente a mí y me lo metió sin avisar; entrando, saliendo, entrando, saliendo de manera rápida.

Mis paredes vaginales le apretaban a la perfección, estábamos apunto de llegar al orgasmo.

Una, dos, tres embestidas más profundas, nos hizo estallar en un delicioso y esquisito orgasmo.

El jr Pervertido/ Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora