Capítulo 4

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Abrí mis ojos sólo al sentir su respiración en mi espalda mientras sus manos me tomaban del vientre. La calidez de sus manos es lo que me convence de quedarme así sólo unos minutos más.
Sonreí. Sin duda, fue la mejor noche de mi vida, y por ahora, la mejor mañana también.

—Jin Young— musité. Él roncaba levemente.

—Hmm.

—Despierta— dije dándome la vuelta para poder mirarlo.

—Buenos días— dijo sin abrir los ojos.

—Buen día.

—¿Dormiste bien?

—Bastante bien, ¿y tú?

—Perfectamente,— musitó y posó su mano en mi mejilla, me acarició y luego  abrazó mi cuerpo al suyo —fue la noche más linda que tuve.

—¿Lo dices en serio?— dije esperanzada. Aún no me creía que tal hombre guapo no cogería con mujeres mucho más experimentadas que yo.

—Lo digo en serio. Fue fenomenal.

—¿No crees que vamos muy rápido?

—Creo que no debemos preocuparnos por eso.

—No quisiera verme algo fácil, Jin Young.

—Nunca se me pasó por la cabeza catalogarte de esa forma. Ni es bueno que pienses eso, ¿te doy esa idea?

—No.

—¿Entonces?

—Lo siento.

—No te disculpes. ¿Tu madre está en casa?— dijo, sentándose de forma perezosa.

—No la oí, pero eso supongo.

—Entiendo...

—Jin Young.

—Mi nombre.

—Tengo muchas ganas de darme una ducha contigo, pero puede que con eso despertemos a mi madre.

—No lo creo, no si somos lo suficientemente cautelosos.

—¿Lo intentamos?

—Yo digo que sí. Ven— dijo, tomó mi mano, y me llevó hacia el baño mientras yo le guiaba. Ambos teníamos la ropa interior puesta, sólo eso.

Al entrar, prendí el agua tibia de la ducha mientras el me miraba esperando. Al verlo frente a mi, volví a besar esos labios que me volvían loca.
Él con la respiración agitada, me tomó del trasero e hizo que posara mis piernas en sus caderas. No dejamos de besarnos en ningún momento, quité sus boxers mientras él desabrochaba mi sostén; al liberar mis senos, besó y lamió estos provocando gemidos de mi parte. Poco a poco su miembro comenzó a crecer incontroladamente, tanto que la punta se volvía más rosada y grande de lo normal. Tenía un pene muy grande y ancho, así como venoso y con pigmentos rosados, era sólo para mi
Comencé a lamer con la punta de la lengua el glande, Jin Young gemía sin control alguno. Cerró los ojos fuertemente al sentir su pene dentro de mi boca húmeda y caliente, entró tanto que llegó a tocarme la úvula.

—Dios, si— dijo, mientras tomaba mi cabeza, empujando ésta hacia delante y atrás.

De no haber sido porque lo interrumpí metiéndonos a ambos en la ducha, casi se corría en mi boca. Levanté mi pierna derecha y tomé el pene hinchado de Jin Young, masturbé un poco éste y me lo introducí completamente. Jin Young como respuesta, me tomó por debajo de la rodilla  para evitar que caiga. Ambos gemíamos al sentir todo ese placer combinado de el choque de nuestros cuerpos. Jin Young me tapaba la boca ya que hubo muchas veces dónde yo gritaba a un punto de poder levantar a mi madre. La sensación era increíble. El orgasmo llegó repentinamente provocando un leve grito entre ambos. Luego de eso, nos enjuagamos entre sí, nos pusimos shampoo y jabón en nuestros cuerpos.
La ducha había terminado, apagamos el agua y con toallas en nosotros decidimos salir.

—Shh— dije yo al escuchar a Park toser. Él cómo respuesta, rió.

******************

—Dime que volveremos a vernos— dijo, mientras yo cepillaba mi cabello mirando al espejo y él terminaba de acomodar su corbata.

—Me gustaría.

—Te llamaré, lo prometo —acercó su cuerpo para darme un beso en la frente.

—Te voy a extrañar.

—Miraré tu fotografía cada vez que me pase también.

—¿Cuál fotografía?— dije confundida.

—Ésta— dijo sacando su teléfono del bolsillo. Posó éste frente a mi y me tomó una fotografía.

—Diablos.

—Saliste hermosa.— dijo mientras la miraba —La guardaré. Dame tu teléfono— alzó su mano y obedecí. Él lo tomó y se sacó una fotografía también.

—Esta foto la tendrás tú— dijo mostrándome.

—Me parece bien— sonreí

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—Me parece bien— sonreí. —Me hubiera gustado desayunar contigo.


—Para la otra será.

—Nos vemos pronto.

—Hasta entonces, bonita.

Bajó por mi ventana y se marchó. Debo admitir que lo extrañé esos pocos minutos que me quedé sola. Vi mi teléfono y al ver esa fotografía en mi galería me hizo sonreír, definitivamente valió la pena cada segundo a su lado. Pero por alguna razón, sentí que algo no iba bien, ya que una palabra no dejaba mi cabeza.

"—Te llamaré, lo prometo."

Seguí divulgando con esas palabras, sólo hasta que mi madre se asomó por la puerta.

—Buenos días, amor.

—Buen día, ma, ¿cómo dormiste?

—Excelente, ayer llegué algo tarde, caí profundamente.

—¿Qué tal ayer?

—Fue muy divertido, nos contamos la vida con las chicas.

—Adivino, ¿Sonia llevó Soju?

—Cinco botellas.

—Hey, ya no te reconozco— reí.

—No bebí tanto, amor, tranquila— dijo abrazándome.

—¿Y tú cómo la pasaste ayer?— dijo ella.

—Aburrido, leí y me quedé dormida.

—Para la otra te llevo conmigo.

—¿Te parece si desayunamos?— sonreí.

—Claro, vamos. Muero de hambre.

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Mientras tomaba el café que preparó mi madre, mi celular vibró levemente. Un mensaje de Carla, mi mejor amiga.

"Lo sé TODO. Tú y Jin Young."






Zarii.

El jr Pervertido/ Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora