MENTIRAS

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CAPITULO 7

Sin darme cuenta o ser consciente de ello ya llevaba un mes en una extraña relación de tres entre Mitsuya y mis dos yos.

Pasábamos un montón de tiempo juntos, aprendí cosas de él que no imaginaba, cómo que se iba a comer crepas los fines de semana con Taiju.

Había insistido muchas veces en hacerme un nuevo traje para la ToMan pero eso significa verme sin ropa y tengo dos meloncitos por el frente que me delatarian y estoy segura que no va a volver a aceptar que le envíe mis medidas por correo.

También había echo modificaciones en mi habitación para que pareciera más varonil, mudando la mayoría de mis cosas al antiguo estudio de mi papá, ya que Taka-chan venía después de la escuela a verme y hacíamos la tarea en mi cuarto.

Y mi mamá era caso perdido, a duras penas aceptó verme siendo chico y que peleara pero no le parecía correcto que engañara a Mitsuya con mi sexo.

Todo sería más fácil si nunca hubiera entrado a la ToMan y me hubiera quedado en Rokuhara.

-Oye Jin- Mitsuya me sacudió un poco el hombro para que le hiciera caso, yo estaba tan concentrada tratando de descifrar los derivados que no le había estado poniendo la atención que se merece.

-¿Si?- puse mi lápiz en la libreta y cerré mi cuaderno para focalizar toda mi atención en mi novio.

-Últimamente has estado actuando muy raro.

No ¿Tú crees? La ansiedad de lo que estaba viviendo me esta carcomiendo por dentro.

- Nop, son alucinaciones tuyas.

-¿Te molestan en la pandilla?... ya sabes por se un chico y salir conmigo- en realidad si y no solo a mi si no también a él, no lo dicen de frente pero si los escucho cuchichear.

-No me importa eso Mitsuya, me han molestado por menos- lo que él no se merece es esa clase de burlas porque soy muy cobarde para decirle de frente de "Oye sabes que, tu novio es novia"

-No apoyo la violencia pero podría usarla para que dejen sus burlas de lado, a mi no me dicen nada por ser capitán y miembro fundador.

En otras circunstancias me parecería un gesto muy lindo, porque mi atractivo novio me estaría defendiendo de unos bravucones, pero en cambio es incomodo porque sé hacerlo por mi misma, además que clase de pandillero sería si dejo que mi novio lidere mis batallas.

-Y yo solo soy uno de los extras de la segunda división, sé que no tengo un puesto importante pero soy muy capaz de defenderme yo sólito, no tienes que golpear a nadie por mi.

-No quise ofenderte Jin, pero tómalo en cuenta ¿si?

-Esta bien- volví a agarrar mi cuaderno y mi lápiz cayó al suelo rondando debajo de la cama, quise agacharme para recogerlo pero Taka-chan ya lo había hecho.

Y no solo sacó mi lápiz si no también mi sosten rojo que creí perdido, que vergonzoso es que agarre mi ropa interior.

-¡DEJA ESO!- grité y se lo arrebaté para esconderlo debajo de mi almohada.

-¿Es tuyo?- no es tan inteligente cómo yo pensaba.

-¿Te parece que tengo tetas?

-Pues no muchas- ¿me ha estado viendo el cuerpo?- pero Taiju si.

-¿Le miras las tetas a Taiju? Que pervertido- me burlé de él, siendo o no mi novio todavía puedo hacer bromas sin que se moleste o se vuelva raro.

-Yo solo tengo ojos para ti- si claro cómo no.

-Supongamos que te creo- sorpresivamente me agarró de la cara y me besó y cómo soy una personal débil ante él me dejé llevar.

Poco a poco ya estaba recostada en la cama, con él a mi lado y no dejaba de besarme.

-Mi tarea Mitsuya tengo que terminarla- solo era una tonta excusa para no dejarme llevar.

-Algebra puede esperar.

-Son derivados- le recordé.

Soy una adolescente y cuando veo un chico atractivo se me alborota la hormona y teniendo a Mitsuya así de cerca no me hago responsable de lo que pueda suceder después.

Mis manos se fueron deslizando hasta el dobladillo de su camisa, él solo se despegó lo suficiente para hablarme sobre los labios.

-Puedes quitarla si quieres- mi cuerpo actuaba por cuenta propia y ya le había quitado la camisa, lo he visto en pantalones en diferentes circunstancias pero hoy era diferente.

Tenía un cuerpo de infarto y el mejor que he visto a mis cortos 16 años, un par de lunares por aquí y una que otra cicatriz de las peleas constantes y las caídas de la motocicleta por allá.

Estaba tan embobada viéndolo que no me había dado cuenta que también me iba a desnudar.

-No me la quiero quitar, no estoy listo.

Odiaría que se enterara de mi verdadero sexo mientras hacemos el sin respeto, el esperaría ver otra cosa totalmente distinta a la que tengo.

-No hay prisa amor- siempre tan divino.

Pero yo no quería que terminar lo que estábamos haciendo, podía seguir un rato más y parar justo cuando fueramos más allá de simples caricias y roces indiscretos.

Estábamos tan juntos que podía sentir un pequeño bulto entre nosotros, agaché mi mirada y me di cuenta a que se refería.

Eso lo estaba provocando yo, no... es mentira lo provocaba Jin y no yo.

-Investigué un poco, sobre cómo hacerlo siendo hombres- Pero yo no soy eso, soy una chica con V - Yo estoy listo y quiero saber si tú también.

Volteé mi rostro y me puse a llorar al darme cuenta de lo basura que soy cómo persona.

Mitsuya se merece más que una persona mentirosa y yo también merezco gustarle a alguien por lo que soy y no por lo que piensan que puedo ser.

-¿Jin... estas bien?

-No, me siento del carajo- dije entre lágrimas.

-No tienes que hacerlo si no quieres.

-Claro que quiero hacerlo pero no así, no luciendo de esta manera- señalé toda mi vestimenta -Quiero que conozcas a la verdadera yo.

-No te entiendo- por su puesto que no, porque soy el ser más deplorable que ha pisado este plano terrenal.

Sintiéndome miserable me quité mi camisa, dejando ver todo mi torzo cubierto por las vendas y apretando mis pechos.

-¿No vas a decir algo?- no me atrevía a verlo a la cara, sabía exactamente que expresión de decepción tenía.

-Es que es mucho que procesar... ¿te identificas cómo chico?

-Me gusta ser mujer pero también adoro estar en un pandillero y no esperaba que me gustaras.

-¿Por qué no me lo dijiste?- podía escuchar cuando dolido estaba por mi mentira.

-Porque no sabía cómo y todo se me fue de las manos- tapé mi rostro para ocultar lo patetica que me veo -Soy una perdedora.

-Creo que debo irme Jin- por el rabillo del ojo vi cómo se vestía y salía de mi cuarto.

Y mientras sentía cómo se me rompía el corazón me eché a llorar en mi cama.

La unica razón por la que quería estar en una pandilla era por mi papá, él estuvo en una y cuando murió me propuse a serlo también.

Fueron los dos mejores años de mi vida, pero lo mejor para mi es que me olvide de eso para siempre.

Necesito reajustar mi vida y dejar de pretender que puedo ser dos personas a la vez.

BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora