Boyfriend

REVELACIÓN

CAPITULO 8

Una semana y seguía sintiéndome igual que el primer día, tenía un novio guapo, estaba en la pandilla de mis sueños y todo eso había acabado por querer jugar a la señorita de día soy niña y de noche niño.

Ya no iba a las juntas ni a las peleas por miedo a verlo y que me dijera cuando me odia, suficiente tengo con el desprecio que me tengo.

Baji y Chifuyu habían venido a intentar animarme diciendome que él estaba mucho peor que yo, pero solo quería estar con Mitsuya y darnos la oportunidad de conocernos mejor.

Cuanto me hubiera gustado llevarlo a mis sesiones de fotos o hacer de modelo para él, seríamos la pareja imparable.

A la segunda semana me decidí en sacar todas mis cosas de chico, las metí en bolsas negras y para asegurarme que nunca más me las pondría las llevé a un centro de caridad, ahí va el Jin que tuvo todo lo que yo quería.

RIP por mi.

Y respecto a mi traje de la ToMan lo metí en una mochila, haría que Baji se lo entregara a Mikey junto con mi carta de renuncia, aunque dudo que sea bien recibida después de que no haya asistido dos semanas seguidas.

Tres semanas en mi casa eran mi límite, estaba triste de esperar si quiera un mensaje suyo o un mísero recado enviado co Hakkai.

Organicé una salida con mi mejor amigo South para quitarme esa nube negra de encima.

Pero a los diez minutos de estar esperándolo ya me había arrepentido y mejor me recosté sobre la mesa donde estaba y mientras sollozaba cómo una completa perdedora escuché a South hablar a mis espaldas.

-Te ves miserable- Tan lindo cómo siempre.

-Es porque así me siento.

-Puedo partirle la cara si quieres.

-No South recuerda que debes controlar el impulso- cuando me giré para verlo me di cuenta que los Haitani e Izana estaban con él.

¿Desde cuando son amigos?

-Sabes que puedes regresar a Rokuhara cuando quieras- todos ellos se sentaron en los espacios libres de la mesa y cómo no tenía ganas ni de respirar dejé que lo hicieran.

-Siempre habrá un espacio libre en Tenjiku para ti- se ofreció Rindou y lo único en lo que podía pensar es que estoy rodeada de chicos lindos menos con el que si me gusta.

-Dejaré las pandillas- estoy resignada, mejor invertiré mi tiempo libre en buscar una nueva escuela de modelaje.

-¿Tanto querías a ese cabron para que te sientas así?

-Siiiii- lo dije de forma chillona y volví a poner mi cara en la mesa para que no me vieran -Soy un ser despreciable.

-¿Y quién es el afortunado?- ese debe de ser el del complejo Miles Davis.

-Le diste un ladrillazo una vez- sorbí mis mocos porque ya casi me los comia.

-¿Sales con él?

-Ya no- levanté mi rostro y todos me miraban con lastima.

-Deja de llorar que se te salen los mocos- apesar de que Izana me haya dicho eso me dio un pañuelo -No es tan grave.

-Si lo es, hasta Emma me utilizo para darle celos a Draken y yo sigo igual de sola que al principio.

-¿Tú eras el novio de mi hermana?

-Si, fingía ser un chico para que no me acosaran en la pandilla y me enamoré y él se enamoró de mi versión masculina- les hice un pequeño resumen de todo lo sucedido en los últimos dos meses y todos llegamos a la conclusión de que yo me gané lo que estaba pasando conmigo.