Boyfriend

ZORRA

CAPITULO 17

Aún no había aceptado la propuesta de mudarme con él porque no me sentía preparada para ese tipo de compromiso, aunque dormía mucho en su departamento y tenía un par de cajones para mis cosas. Pero yo seguía en mi propia casa con South.

Él no me lo decía pero su expresión facial era un libro abierto que me daba a entender que no aprobaba mi relación con Ran y mi amigo se aprovechaba de eso porque cuando Takashi iba a mi departamento o nos lo encontrábamos en la calle, Ran-kun me coqueteaba más que de costumbre. Sin contar que sigue muy molesto con los chicos por interrumpir nuestro pequeño momento.

La mayoría de las veces por la mañana espera a que me despierte para poder levantarnos juntos, pero hoy no es de esos días porque su lado de la cama estaba vacío.

Salí del cuarto para buscarlo y poder darle un beso de buenos días, pero lo vi en su pequeña sala con una chica rubia. Ella estaba cruzada de brazos y lo miraba con mucho enojo.

-¿Taka?- le dije tímidamente para llamar su atención.

-Florecita entra al cuarto- me sonrió pero podía ver que no estaba para nada feliz de que haya despertado.

-¡¿Florecita?!- ella quiso ir hacia mi y yo retrocedi por instinto y no por miedo, pero Mitsuya la detuvo por el brazo, jalandola y alejándola de mi -Qué poca creatividad tienes Takashi, así me llamabas a mi.

Sentí un nudo en la garganta al escuchar eso, creí que era un apodo solo para mi.

-¿Esta es la zorra con la que me pones el cuerno?- escuchar eso fue como sentir una daga clavarse en mi pecho, yo sabía que debía preguntar por la chica con el que lo vi el día en que regresé a Japón. Me dejé llevar por mis sentimientos, es la primera vez que siento lo que es tener un corazón roto.

Esto es justo lo que merezco por robarle el novio a otra mujer.

-No te pases de la raya con ella Akira.

Corrí a su habitación, cerré la puerta con el seguro y me vestí lo más rápido que pude, metiendo todas las cosas que me cabían en mi pequeña mochila, más tarde enviaría a Rindou por todo lo que no me pude llevar.

Limpié mis lagrimas con la manga de mi suéter y salí del cuarto, pasando a su lado y llendo directo al elevador, escuchando cómo Mitsuya me llamaba.

Mi cara estaba mojada y sentí cómo empezaba a moquear, ya soy demasiado patética como para permitir que me vea así.

El elevador tardaba mucho en subir y mejor me fui por las escaleras de emergencia, bajando algunos pisos y sentándome en uno de los escalones a llorar.

Mi celular no dejaba de sonar con múltiples llamadas y mensajes suyos, pidiéndome que le dijera donde estaba para que me fuera a recoger.

Abracé mis propias miernas y me recargué en el pasamanos, haciendo algo de tiempo para asegurarme que no estuviera en mi departamento y poderme ir a llorar debajo de mis mantas mientras South me da helado de vainilla y me dice que si me hace sentir mejor puede ir a romperle un brazo.

-¿Jin?- pero ahí estaba él, con su cabello alborotado y esa expresión de desánimo -Te estuve buscando.

-Perdon- me eché la mochila al hombro y bajé los últimos escalones que me quedaban -Todo esto fue un error, nosotros y lo que tuvimos.