RAMSÉS

CAPITULO 07. RAMSÉS

¿Porqué? ¿Porqué ella tenía cosas como esas guardadas aquí? ¿Quién era Ramsés? Me lavé el rostro varias veces intentando contenerme. ¿Ramsés era el hombre quien vivía conmigo? Arlete tocó la puerta del baño.

—"¿Está todo bien?"—Preguntó desde el exterior.

— ¡Si! —respiré profundo para volver a salir del baño —Creo que tuve un ataque de calor pero ya estoy mejor."

— "¿Calor? ¿Está muy alta la temperatura de la calefacción?"
— "No, no. Esta bien— Dije algo nervioso— Continuemos."

Termine de ayudarla a empacar, compartimos un rato más pero no pude sacarme nada de lo que había encontrado en esa caja de mi cabeza. Debía de encontrar una forma de como sacarla de allí sin que ellos se dieran cuenta.

Al momento de terminar habían algunas cuantas cajas agrupadas, listas para ser transportada al vehículo y que obviamente se iría con ella.

— "Déjame ayudarte a bajar las cajas." — Le dije a David, de inmediato tomé una caja para ayudarle complacientemente, sabiendo que mi intención era otra.

Cuando obtuve el mínimo momento, extraje la caja de debajo de la cama y cubrí la parte con mi nombre apoyándola de mi estómago, me apresuré en salir del apartamento ya que ambos se encontraban allí y guarde la caja en mi auto para volver por más.

Iba a desenmascarar a todos.

LOUIS✨

Durante estos últimos días no había sido capaz de volver a dirigirle la palabra a Sergio. Ni siquiera era capaz de mirarlo a la cara, estaba muy avergonzado por lo que había sucedido, y de cierta forma sentía que me despreciaba más.

Podía verlo de pie a tan sólo unos metros de distancia, informaba de como había hecho volar al menos cinco puntos de reuniones de los italianos y que esperaban que la estrategia funcionara.

Me había enamorado de un hombre como él. ¿Porqué? Tenía un montón de pretendientes pero simplemente tuve que caer por quien no me hacia caso. ¡Estúpido, Louis! Respiré profundo.

Estos dos últimos días habían sido tan incómodo para mí. No había sido capaz de descansar como debía de hacerlo, tenía un montón de trabajo que hacer y parecía que cada cosa que comía me hacía daño.

— "¿Te sucede algo?" — Escuché a Mi jefe preguntarme, a lo que moví mi cabeza indicando que no. — no te ves bien, ¿Quieres tomarte el día libre? Tal vez estas estresado y necesitas descansar..."

— "Estoy bien, además tengo mucho trabajo que hacer y no quiero atrasarme.— Respondí y fue en ese momento que nuestras miradas volvieron a cruzarse— Permiso."

Salí de la oficina lo más pronto posible en busca del baño. Me encerré en un baño para vomitar el poco desayuno que había ingerido en horas de la mañana, no sé por cuánto tiempo estuve allí encerrado pero volví a salir cuando estuve mejor.

— "¿Porqué no te marchas? —escuché— Si te están dando el permiso de que te vayas ¿Porqué no lo haces?"

— "No necesitas preocuparte por mí, enfócate en tus asuntos." —Respondí.

— "Me distraes. No necesito este tipo de distracción, si puedes marcharte estaría encantado."

— "¿Si te distraigo porque no te marchas tú?"

— "Estoy obligado a entrar y salir de esa oficina."

— "Y yo a estar en ella. No me molestes, Sergio.  No me siento bien para esta conversación." —Confesé al mismo tiempo en el cual salía del baño.