RAMSÉS

42. HASTA AQUÍ.

LUEGO DE ALGUNOS MESES.
RAMSÉS ♥️

Luego de haberme casado con el hombre que amaba, no voy a decir que todo ha sido feliz, aún seguimos teniendo ciertas discusiones. Imagino que como todas las parejas ¿no? Habíamos aprendido que por más problemas que tengamos había algo que siempre nos mantendría unidos, el amor.

No he podido arreglar la relación con mi padre, y creo que tampoco me interesa hacerlo. No voy a perdonarle por los que nos hizo pasar, aunque Jheimer insiste en unirnos, sigo pensando que es una pérdida de tiempo.

Quiero solo enfocarme en nuestro matrimonio como lo he estado haciendo. ¿Niños? Demasiado pronto para pensar en eso, quisiera agotar todas mis fuerzas en disfrutar antes de ser padre y de todas formas aún necesitábamos curar ciertas heridas.

Mi celular emitió un mensaje interrumpiendo mis pensamientos. Lo tome para abrir el mensaje de David, me había dicho que Sergio había vuelto y esta noche era de hombres.

Habíamos formado un club, si así se podía decir. El primer día en el que Sergio regresaba de Russia, tomábamos, nos poníamos al día y luego todos íbamos a nuestros cuevas con nuestros amores. La seguíamos pasando bien a pesar de como estaba su situación.

Nos contó que había comprado una casa lejos de la ciudad donde Louis iba a vivir con él hasta que pudiera regresar totalmente. No teníamos ni idea de cuánto tiempo esa estúpida pero sanguinaria guerra por territorio iba a durar.

Me levanté del sofá y fui por algo de ropa decente. Me encontré con los hermosos ojos de mi amado tirado en la cama leyendo un libro.

— "¿Vas a algún lado?" —preguntó.

— "Noche de chicos."

— "Me saludas a Sergio." —dijo y dejó el libro aún lado.

Me acerqué a él para darle un beso pero primero arregló el cuello de mi polo. Le di otro beso y salí de casa, conduje en silencio pensando que a diferencia de Sergio yo había decidido limpiar poco a poco mis desastres. No deseaba estar ligado de nuevo a ese mundo, nunca terminaba bien.

Llegué al bar, me estacioné y fui directamente al interior por su búsqueda. Me acerqué a la mesa en la que se encontraba, nos saludamos y me sirvieron de lo que bebían. Escuchamos por un buen rato a David quejarse de la dura tarea de ser padre, pero decía que era lo mejor que le había ocurrido.

Nos habló un poco sobre su negocio junto a su esposa, las cosas al parecer marchaban de maravillas. Me daba tanta alegría pensar que no solo yo estaba feliz, sino que mis amigos también.

— "¿Te dijo Louis que quiere casarse?" —preguntó David, Sergio lo miró con algo de sorpresa.

— "¿Se lo dijo a Arletis? A mi no me ha dicho nada. ¿Porqué siempre tengo que enterarme por ti?" —reaccionó y nos reímos.

Teníamos muchas cosas que agradecerle a David, antes que todo por cuidar de mi vida junto a Sergio. Pero también por ser nuestro paño de lágrimas, debía de estar harto de vernos beber y llorar por nuestros problemas amorosos. Realmente tuvo la paciencia para lidiar con nosotros. Le amaba y le apreciaba como si fuese mi hermano mayor.

Esperaba que tuviéramos muchos años más juntos. Bebimos algunas botella esa noche y luego cada quién fue a reencontrarse con su mitad. Al regresar a casa lo vi metido bajo las sábanas dormido. Me arrodillé para apoyarme de la cama y mirarlo de cerca. Era tan hermoso.

— "¿Qué estás haciendo, Ramsés?" —preguntó sin abrir sus ojos.

— "¿Estabas despierto o te desperté?"