RAMSÉS

CAPITULO 28. TODO FUE MAL PARTE 2

ARLETE✨

¿Iba a morir aquí? ¿Iba mi bebé morir conmigo? Las peores escenas pasaban por mi cabeza. El hombre me tomó del pelo para sacarme de donde estaba metida.

— "¿A quién tenemos aquí? ¿La mujer de David? Que bueno. Tu debes de saber donde está el doctor." —dijo mientras aún me sostenía del pelo.

— "No sé dónde está..." —dije en llanto.

— "¡Si sabes! ¡Di donde está!" —Dijo mientras me sacudía.

— "¡Te juro que no sé!" —grité pero él me dió una bofetada que me hizo caer al suelo, volvió a tomarme del pelo mientras mi nariz sangraba.

— "¡¿Dónde está, mujer?!" —Volvió a gritarme.

— "Te juro que no lo sé, estoy embarazada no me hagas daño, por favor... Te lo juro que no sé donde está." —dije aterrada, a lo que se agacho para mirarme fijamente, puso su pistola en mi estomago.

— "Dime a las cuentas de 3. 1.... 2..."

— "¡Lo encontramos!" —Gritó otro hombre quien traía a Jheimer atado de las manos.

— "¡Perfecto! Avisen al jefe que lo hemos encontrado, ponte de pie." —me tomó del brazo para ponerme de pie y sacarnos hasta la sala. Nos hicieron tomar asiento juntos. No podía dejar de llorar.

— "¡Nosotros no tenemos nada que ver con la guerra que tenga Ramsés. ¿Porqué nos tienen aquí?" —preguntó Jheimer.

— "Por si no se ha enterado, mi hijo. Usted es el novio del tipo aquel ¿no? Entonces... todo aquel involucrado con él y sus hombres son enemigos." —comentó apuntando hacia todos lados con su pistola.

— "No sabemos que negocios tiene ni nada, no es justo que nos involucren solo porque nuestras parejas tienen este tipo de negocios..."

— "No sirve de nada, Jhe." —dije con la voz quebrada.

— "Ella lo entiende mejor que usted." —dijo.

RAMSÉS ✨

Seguía marcando una y otra vez sin resultados. Era obvio que algo había sucedido. Sergio tenía su pie en el acelerador en plena pista, David estaba en el asiento trasero conversando con un viejo amigo cerca de lugar para enviar algunos hombres allí.

Seguía preguntándome ¿Como diablos lo supo? ¿Como? Sin embargo el silencio se apoderaba de mí. Quería asesinarlos con mi misma manos, estaba más que seguro que lo iba a hacer.

— "¡Vas a matarnos, loco de mierda!" —Gritó otro conductor a Sergio quien le mostró su dedo mayor mientras aceleraba.

Todos podíamos sentir la tensión, principalmente la de David. Su futura y embarazada mujer estaba en esa casa.

— "Estará enviando sus hombres... esperemos que lleguen lo más pronto posible. ¿Ninguna llamada?" —preguntó David.

— "Nada. ¡Hijo de perra! Es que voy a encargarme de gastar el peine de mi pistola con él." —golpeé el tablero.

— "¿Porqué no llamas a Adrian? —preguntó Sergio— confirma de que aún siguen en esa casa y que no los hayan matado o cambiado de sitio."

— "¿Crees que vas a decirlo?" —preguntó David con cierta molestia.

— "Al menos podemos deducirlo, no tendremos hombres de pie en ese lugar por lo visto ¿Como crees que vamos a enterarnos de que está ocurriendo?" —dijo Sergio.

Marque varias veces pero el número estaba desconectado. Lancé el celular al tablero de la camioneta molesto, ellos lo habían entendido. Sentía tanta rabia, tanto pesar. Apretaba mis puños con rabia.