Capitulo 5

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Departamento de Luján

Mientras los cuatro discutían, rían y bebían en su pequeña reunión de vecinos que solo ellos eran invitados.

Marcos: Mmm... Luján.- Le dió un suave golpeteo en su hombro, ella se giró.- ¿Puedo hablar contigo a solas?.- Susurró.- Hay un pequeño balcón en tú ventana, si no te importa.

Luján: Por supuesto.- Sus manos temblaron y apretó la tela entre sus dedos, intentando que no fuera notorio.

Y mientras ambos se alejaban del círculo de vecinos, fueron observados centrando su atención en los que salieron.

Laura: ¡La llevó al balcón!.- Susurró propinandole manotazos al chico mientras se emocionaba.

Guido: ¡Ay! ¡Yo también estoy viendo! ¡No me pegues!

Mientras tanto la parejita estaba en el balcón, observando el amplio jardín del sector.

Luján: ¿Qué querías decirme?

Marcos: Bueno... yo no te veo solo como un amiga y...- Ambos se miraron unos segundos, hasta que él bajó la mirada apenado y sonrió, acercándose a continuación robándole un pequeño beso casto a la chica de sus labios.

Laura: ¡Luji!.- Llamó al percatarse que había olvidado sus llaves en su departamento.- ¿Cómo puedo llegar a mi balcón?.- Señaló la ventana de al lado, dónde estaba su habitación.

Luján: ¡¿Qué?!, no puedes cruzar, es peligroso.

De repente, las puertas del balcón fueron abiertas y Luna entró rodando los ojos.

Luna: Sostén esto.- Entregó a Guido su chaqueta abruptamente, guió sus manos al borde de su suéter y flexionó sus brazos, quitándoselo y enseñando su perfecto abdomen, aquel que tenía un tatuaje en un costado que decía fronteras12.

Luján frunció el ceño al ver que Marcos enrojecía por ver el torso desnudo de la chica.

Luján: ¡Yo también tengo un tatuaje!.- Entregó bruscamente la chaqueta a Marcos y luego subió su camisa, bajando un poco la cinturilla de su pantalón con la otra mano.

Guido silbó, acercándose también, importándole poco que Luján lo mirara ceñuda por haber estado espiando su conversación.

Guido: ¡Que linda rosa!.- Se puso de rodillas y la observó encantado, justo a un costado de la pelvis, casi sobre la línea de la sutil V.- Un excelente trabajo, mis felicitaciones al tatuador.

Marcos entregó la chaqueta a Guido bruscamente, apartandolo de Luján y en silencio, colocó su mano sobre el tatuaje, cubriéndolo de las miradas ajenas.

Entonces se dió cuenta de su acción, enrojecido y mirando a Luján de inmediato, quién tenía sus ojos abiertos en demasía y las gorditas mejillas rojas.

¡Lo estaba tocando en la maldita pelvis!

Laura: ¡Necesito papel! ¡Esto tengo que escribirlo para uno de mis libros! ¡Guido dame un maldito lápiz!

Luna: ¿Van a verme saltar o no?.- Gruñó.- Me estoy congelando.

Luján: Puede hacerse daño ¡No eres spiderman!

Luna: No te preocupes, hago esto todo el tiempo.- Sonrió.

Laura: No será Spiderman pero siempre huye después de una noche salvaje.- Se cruzó de brazos con una risita.

Luna: Gracias de paso cuéntales mi vida, chismosa.- Dijo sarcástica.

Marcos: No es necesario que lo hagas puedo ir yo

Luna: No tienes práctica además, es mi forma de disculparme por lo que paso está mañana.- Subió al soporte del balcón, se irguió y dió un salto largo hasta dar un giro sobre el suelo del balcón contrario mientras todos lo observaban con la boca abierta.

¡Ahhhhh!.- Gritó un hombre en el balcón de una habitación del segundo piso, usando solo unos pantalones grises algo sueltos.- ¿Es que están locas?

Marcos: ¡Y a ti que te importa exhibicionista!.- Gritó, inclinándose en el balcón y lanzando su puño al aire mientras alegaba.

¡Oh! Tu eres hermano de Marizza eso explica todo.- Gritó de vuelta, su pantalón descendiendo por sus atractivas caderas, enseñando poco a poco la V de su pelvis.

Luna: ¡Gritale más! ¡¡Gritale más!.- Insistió, observando maravillada la escena Luján se inclinó para hechar un vistazo pero Marcos apretó sus caderas, bufando molesto.

Guido: ¡Mejor regresa a tus asuntos!.- Gritó, inclinándose en el balcón también.- ¡Estamos en el rescate de las llaves!

¡Están locos!- Gritó de nuevo.

Marcos: ¡Loco tú, chismoso!

¡Me llamo Nico, no chismoso!.- Dijo indignado.

Luna: ¡Cállensen!.- Gritó quién estaba de nuevo en el balcón ahora con las llaves de su departamento.

Laura: ¡Mis llaves!.- Sonrió ampliamente.- ¡Ten cuidado al saltar!

Nico: ¡Ahhhhhhh!.- Gritó cuándo Luna saltó y él movió sus piernas nervioso, cubriendo sus ojos al tiempo que sus pantalones caían hasta sus rodillas.

Laura: ¡Wooooow!.- Casi se cae del balcón mirando al vecino, mientras Marcos cubría los ojos de Luján.

Guido: ¿Nunca han visto uno? ¡Y tú vístete, exhibicionista!.- Gritó, empujándolos a todos dentro de la habitación para después, revisar rápidamente a Laura, buscando alguna herida, inconsciente de que pasaba sus manos por el desnudo torso y brazos de la más joven.

Laura: ¿Disfrutando?

Guido: Mmm, l...lo siento.

Luján: Esto fue demasiado.- Regresó al balcón.- ¡Oye, podemos vernos mañana!

Marcos: ¡Luján!.- Regañó.

Luján: Es solo para que sea nuestro amigo.- Propuso sonriendo.

Luna: ¡Siiii! ¡Si!, rayos eso fue alucinante que guapo.

Nico: ¡Te estoy escuchando!.- La voz del hizo eco.

Continuará...

Mi tímido vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora